VERDADES IGNORADAS

por Waldo De Castroverde

Desde la llegada al poder de Fidel Castro, hay un tema que ha sido discutido tan solo en discusiones privadas y en muy limitadas ocaciones en la prensa, la radio o la television. Cuando se discute sobre el tema se hace de manera superficial con un miedo tremendo de lesionar sensibilidades religiosas, constituyendo el tema un verdadero tabu intocable.

Las recientes declaraciones de la Eminencia y Principe de la Iglesia en Cuba, el Cardenal Ortega publicadas por entero en la pensa Miamense, invitan a discutir el tema de la Iglesisa y Castro. En dichas extensas declaraciones el ilustre prelado defiende a capa y espada el derecho inalienable del padre sobre su hijo, refiriendose al nino Elian, ironico concepto emitido desde Cuba, pais donde los ninos desde temprana edad caen indefectiblimente ante el control absoluto del estado, donde los convierten primero en "Pioneritos" donde les ensenan que el Infalible es Fidel Castro, que la religion es el opio del los pueblos, y que toda opinion contraria a lo que el Estado ensena es una tracion a la Patria.

Esos ninos se transforman despues en "Valerosos" vanguardistas de la Juventud Comunista, donde repiten como papagayos las antiguas consignas de las juventudes Hitlerianas, "Comandante, Para lo que sea, Cuando sea y Donde sea, Ordene". De estas verdades el Eminenticimo Principe de la Iglesiano no ha dicho ni esta boca es mia, tan solo de vez en cuando, para guardar las apariencias de cierta objetividad, una critica leve y extremadamente bien ponderada sobre alguna medida o accion del gobierno. Pero nada que entrane una condena del sistema totalitario que oprime a la poblacion.

Pero esta actitud mediatizante no es nueva, el hecho triste pero incotrovertible es que la Iglesia Catolica como institucion guiada por sus altas jerarquias, despues de alentar e incitar a la oposicion a la tirania, traiciono a sus feligreses, se doblego ante el sistema opresor, y en una decision fria y calculada, considero que lo inteligente y prudente era convivir y aceptar le legitimidad de la tirania.

Al hacerlo traicionaron a miles y miles de fervorosos creyentes, quienes alentados por la Iglesia abrazaron la lucha en contra de la tirania, no solo conscientes que combatian un regimen que negaba la libertad y los mas elementales derechos del individuo, sino que tambien era enemigo de la religion predominante en la Isla. Nuestra empresa libertaria se convirtio tambien en una cruzada contra el comunismo ateo y esclavizante, "Dios, Patria y Libertad" era nuestro lema. En ese empeno decenas de jovenes catolicos e idealistas se enfrentaron a los paredones de fusilamiento desafiando a los asesinos con el grito fervoroso, "Viva Cuba Libre", "Viva Cristo Rey y otros miles fueron condenados a largos anos de prision.

Pero en corto tiempo, cuando se comprobo que Castro y su regimen no era un tigre de papel, y que habia sobrevivido los embates de sus enemigos recibiendo el apoyo incondicional de la Union Sovietica, los Martires fueron olvidados, los que padecian prision recibieron recados provenientes de la jerarquia Catolica que no habia sido expulsada de cuba, que no fueran "obstinados y tercos" y se sometieran a los programas de rehabilitccion ofrecidos por el gobierno Castrista.

El argumento que esgrimen los que defienden esta vil traicion, es que la Iglesia es una institucion de siglos, que Fidel Castro no es eterno. Todo eso es verdad, pero haya dos maneras de esperar por lo inevitable, una la adoptada por su Eminenccia el Cardenal Ortega, plagada de sumision babosa y abyecta, donde se alegra porque lo mencionan favorablemnte en esa cloaca que es el Periodico "Granma". La otra postura llena de dignidad y rebeldia representada por los Obispos Masvidal y Roman, y sacerdotes como muestro hermano brigadista Carrillo, es la que no calla la condena al regimen y continua denunciandolo por lo que es, una vil tirania.

Nadie puede negar que el contraste entre la actitud de la jerarquia, el clero y el pueblo polaco enfrentadose durante cuarenta anos a la opresion Marxista, y la conducta de la Jerarquia Catolica dentro de Cuba es mas que patetico. La infamia de esa sumision no puede empanar el esfuerzo, sacrificio y dedicacion del clero humilde y los feligreses que bajo dificilisimas circunstancias, preservan la fe del evangelio y el mensaje de Cristo. Termino parafraseando una oracion final en el libro de Giovani Papini sobre "Cristo" donde decia "Sabemos cuantos y cuantos de los que viven en tu Iglesia la tracionan y la vejan, pero nosotros los ultimos te seguimos esperando, dia a dia, a pesar de nuestra indignidad y contra todo imposible."

Cuando la libertad reine de nuevo, vendrán las excusa y las justificaciones, de quienes por su jerarquia y lo que representaban, debieron haber estado a la vanguardia de la rebeldia.


FIN



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