¿CHOQUE DE CIVILIZACIONES?

por Servando González


En un artículo reciente, distribuido por Guaracabuya (hace rato que dejé de leer El Herald), Ernesto Betancourt se pregunta "¿Hay un choque de civilizaciones?". Sin embargo, después de leerlo no he hallado una respuesta clara a la pregunta, por tanto, voy a ofrecer la mía.

Sí. Por supuesto que hay un choque de civilizaciones, y, por tanto, de culturas, y lo estamos viviendo cada día. Pero, como soy propenso a las elucubraciones filosóficas, siempre trato de ir más allá de la superficie casi siempre engañosa de las cosas y me hago la pregunta clave que nos lleva al meollo de la cuestión. ¿Por qué? ¿Por qué nos hemos visto envueltos repentinamente en este choque con la cultura y la civilización árabe? La respuesta a esto es un poco compleja.

En mi novela "La madre de todas las conspiraciones" hay un personaje que ha bautizado a la revista Foreign Affairs, el órgano del Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Affairs), con el apodo de "la pitonisa". Hay que reconocer que el remoquete le viene bien. Como la famosa adivina de Grecia, la revista Foreign Affairs se caracteriza por predecir el futuro, en este caso de los Estados Unidos y del mundo. Esa revista es como una bola de cristal de la política norteamericana. Y no es porque publique artículos de excelentes analistas y sesudos profesores universitarios. No. Foreign Affairs siempre acierta en sus predicciones porque expresa los deseos de los más poderosos intereses financieros del mundo, los cuales conspiran secretamente y se mueven tras bastidores para hacer que esas predicciones se cumplan a cabalidad.

Por ejemplo, fue el presidente Truman (miembro del CFR) quien formuló la doctrina de la "contención" (containment). Según esa traicionera política, el problema no consistía en ganarle la guerra fría a los soviéticos, sino tan sólo en contener su avance. Por supuesto, que esto era lo que le convenía a los intereses financieros que acumulaban extraordinarias ganancias con el lucrativo negocio de la guerra fría. Pero, de dónde tomó Truman tan peregrina idea? Pues, como siempre sucede, de un artículo de George Kennan, un alto ejecutivo del CFR, aparecido en 1947 en la revista Foreign Affairs. La doctrina de la contención fue expresada aún más claramente otro artículo publicado en la misma revista en 1957, escrito por otro alto ejecutivo del CFR, James E. King, Jr.

Otro ejemplo es la guerra de Vietnam. Como la mayoría de las guerras en las que este país se ha visto envuelto desde comienzos del siglo pasado, esta guerra también fue el resultado de las maquinaciones secretas de los intereses financieros de Wall Street agrupados en el CFR.

En septiembre del 1939, menos de dos semanas antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial, varios altos ejecutivos del CFR se reunieron con el Subsecretario de Estado George Messersmith, quien también era un importante miembro del CFR, y delinearon un plan a largo plazo que denominaron War and Peace Studies Project. Este proyecto secreto consistía en crear varios grupos de estudios que analizaran los problemas de la guerra que iba a comenzar, y, aún más importante, de la paz que vendría al terminar la guerra. Estos grupos se reunieron regularmente desde 1940 hasta el 1945.

Algunos de esos grupos llegaron a la conclusión de que, debido a su importancia económica, el control del sureste asiático era de vital importancia para la seguridad de los estados Unidos (léase, para los intereses de la banqueros del CFR), al punto que se justificaba ir a una guerra contra los intereses competidores. La supuesta necesidad de ir a una guerra en Vietnam fue expuesta, en el típico lenguaje críptico de los conspiradores, en decenas de artículos aparecidos desde mediados de los cincuenta en Foreign Affairs, y en varios libros publicados por miembros del CFR. Luego, agentes del CFR infiltrados en las más altas esferas del gobierno, se dieron a la tares de poner el plan en acción.

Personajes clave en venderles al crédulo público norteamericano este extraordinario trabajo de lavado de cerebro masivo fueron Robert McNamara, Henry Kissinger, Walter Rostow, Averell Harriman, John McCloy, Henry Cabot Lodge, Dean Rusk, Charles Bohlen, William Bundy y su hermano McGeorge Bundy, Dean Acheson, Arthur Dean, Gabriel Hauge, y, por supuesto, David Rockefeller. Todos los embajadores norteamericanos en Vietnam desde 1963 a 1973 -- Henry Cabot Lodge, Maxwell Taylor, y Ellsworth Bunker -- eran miembros del CFR. El hecho tal vez explique el por qué Paul Brenner, miembro del CFR y protegido de Kissinger, fue el primer embajador norteamericano en Irak después de la victoria(?).

Y, por supuesto, este embrollo llamado "choque de civilizaciones" en que nos hemos metido sin quererlo y parece no tener fin, no comenzó el 11 de septiembre del 2001 con el misterioso ataque llevado a cabo por una conspiración de terroristas comandados por un tal Osama bin Laden, quien (nunca falla) fue entrenado por la CIA (una organización creada y controlada por el CFR), y militantes de una grupo terrorista llamado Al Qaida (también una creación de la CIA). No. El choque de las civilizaciones comenzó en el verano del 1993 con un artículo publicado en la pitonisa (Foreign Affairs), titulado "The Clash of Civilizations", y escrito por Samuel P. Huntington, uno de los voceros del CFR.

Como siempre sucede, los conspiradores del CFR usaron a su agente secreto Alex (Fidel Castro) como agente provocador para incitar a los incautos árabes a que se "enfrentaran a la hegemonía, la injusticia y la gran arrogancia" de los E.U. En un periplo que dio por varios países árabes tan sólo unos meses antes del 11 de septiembre, Castro, quien con su acostumbrada falta de vergüenza se declaró "un gran admirador de la religión islámica", indicó que el "rey imperialista" estaba de rodillas, en una alusión directa a que este era el momento adecuado para atacarlo. (Para más información sobre el tema, ver mi artículo "A Sad Day for Fidel Castro" en Guaracabuya: http://www.amigospais-guaracabuya.org/oagsg009.php)

Esta no es la primera vez que los conspiradores del CFR usan a su agente secreto Alex. Lo usaron por primera vez en 1948, para aterrorizar a los gobiernos latinoamericanos con el miedo al comunismo y que aceptaran sin chistar la OEA; lo usaron para deshacerse del Presidente Kennedy cuando éste tuvo la osadía de imprimir billetes no avalados por el Banco de la Reserva Federal (controlado por el CFR); lo usaron para desestabilizar África y América Latina, y para deshacerse de los revoltosos por la libre (entre ellos el Che y Allende); y lo están usando ahora, en complicidad con el sub-agente Chávez (el cual tal vez ignore que es un agente indirecto del CFR), en una operación de guerra psicológica para meterle miedo otra vez a los incautos latinoamericanos y que aceptaran primero el Tratado de Libre Comercio de América Central (CAFTA), y ahora el Tratado de Libre Comercio de las Américas (FTAA).

De modo que el choque de las civilizaciones no sino otro plan maléfico de los sesudos del CFR, cuyo objetivo inmediato es la destrucción de los Estados Unidos, que consideran el mayor obstáculo para sus planes de un gobierno mundial de tipo comunofascista.

Si no supiera que nuestro actual presidente, George W. Bush, es miembro del CFR e hijo del ex-presidente George Bush, un alto ejecutivo del CFR, quien no cesaba de mencionar el Nuevo Orden Mundial en sus discursos, pensaría que se trata de un retrasado mental o un ignorante. Porque sólo un retrasado mental o un ignorante puede hablar de estar librando una lucha a muerte contra el terrorismo al mismo tiempo que, entre otras cosas inexplicables, no hace nada por cuidar las fronteras, autoriza el control de los puertos por empresas de países que dan amparo y ayuda a los terroristas que nos atacan, y mira hacia otro lado para no ver las actividades del mayor terrorista antinorteamericano, intocable a tan sólo 90 millas de las costas de este país.

Pero no, nuestro actual presidente no es ni retrasado mental ni ignorante, sino un agente activo del CFR, y hay que reconocerle que, a pesar de las dificultades que conlleva tan magna empresa, su trabajo eficiente en la destrucción de este país marcha a la perfección.




Servando González es un escritor norteamericano nacido en Cuba. Entre sus libros publicados se encuentran Historia herética de la revolución fidelista, The Secret Fidel Castro, y The Nuclear Deception. Su primera novela, La madre de todas las conspiraciones, fue publicada el año pasado. En estos momentos escribe su segunda novela, que tentativamente ha titulado El Bogotazo: primera operación de guerra psicológica de la CIA en América.

Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

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