THE SICK LIONBy Ralph Rewes A Lion had come to the end of his days and lay sick unto death at the mouth of his cave, gasping for breath. The animals, his subjects, came round him and drew nearer as he grew more and more helpless. When they saw him on the point of death they thought to themselves: "Now is the time to pay off old grudges." So the Boar came up and drove at him with his tusks; then a Bull gored him with his horns; still the Lion lay helpless before them: so the Ass, feeling quite safe from danger, came up, and turning his tail to the Lion kicked up his heels into his face. "This is a double death," growled the Lion. Only cowards insult dying majesty. Being this the case of the dying Cuban dictator, I promise to stop attacking or making jokes against him or call him Fifus again. No matter how weird it may seem, he had a role to play in this absurd Universe. Out of the deaths of his numerous victims a new conscience is emerging in the island he tried to mold after a brutal selfishness. Out of his relentless persecution of his dissidents and opponents, many Cubans reached important positions in the world, many others are living a comfortable life abroad, the voice of Cubans, being democratic or tyrannical is being listened. The Lion is on the point of death and among his previous followers, some think it is time to pay off old grudges. I don't want to be among them. I cannot deny the Tyrant's achievements as the best demagogue the earth has born. I despise, though, his lackeys, and his sick admirers, especially in the InterNet, like a mentally deranged sadistic Sendón (who draws pleasure out of teasing the victims of Communism), a confused Álex Guzmán (the "evangelist" of the Party propaganda apparatus), an embittered old hag like Madame X (DeTorres, who never could be what she wanted to, and now it is too late) and the rest of useful fools that abound in our country. This is the last time I will mention the agonizing Lion of the Caribbean. Soon he will return to the Kósmos. His defiance moved the souls of millions, testing the morality of man. ÆsopEND Ralph Rewes EL LEÓN MORIBUNDOPor Ralph Rewes Un León alcanzaba los últimos días de su vida y agonizaba a la entrada de la cueva, sin aire ya. Sus súbditos animales, le rodearon y se le fueron acercando, según se iba debilitando y se hacía más indefenso. Cuando ya lo vieron que se moría, pensaron: «Éste es el momento para cobrarnos todas las que nos hizo.» El Jabalí lo pinchó con sus colmillos, el Toro lo corneó mientras el León yacía indefenso. El asno, sintiéndose ya libre de peligro, se llegó y lo pateó en la cara. Con leve rugido le increpó el León: - Mi desgracia es la tuya. Sólo los cobardes atacan la majestad agonizante. ÉsopoAl ser igual caso éste al del moribundo Dictador cubano, prometo cesar en mis ataques hacia su figura, ni hacerle más bromas, ni llamarle Fifus de nuevo. No importa lo anormal que parezca, él jugó el papel que le tocaba en este Universo absurdo. De las muertes de sus innumerable víctimas una nueva conciencia emerge en la isla que trató de moldear con su egoísmo brutal. Por la persecución sin piedad de los disidentes y opositores, muchos cubanos han llegado a importantes posiciones en el mundo, otros más viven una vida segura y confortable en el extranjero, a la voz del cubano, democrática o tiránica, se le escucha con atención. El León está a punto de morir, y ya los que antes le seguían se preparan para saciarse en él. No quiero estar entre esos. No puedo sino admitir los logros del tirano, como el demagogo más grande que ha parido este planeta. Sigue teniendo asco y desprecio por los que lo convirtieron en tirano y por los que le admiran, los lacayos, especialmente lo que vemos en la InterNet, como el tarado mental y sádico Sendón (que goza con torturar mentalmente a las víctimas del comunismo), al confundido Álex Guzmán (el «evangelista» del aparato propagandístico del Partido Comunista, o a la arpía de Madame X (DTorres, que nunca logró ser lo que quería y ya es demasiado tarde), así como a todos los tontos útiles que abundan por estos lares. Ésta es la última vez que mencionaré al León Agonizante del Caribe. No creo que él tarde mucho en regresar al Kósmos. La arrogancia de él alcanzó a millones de seres humanos, y ha servido para probar la verdadera moralidad del hombre. FIN Ralph Rewes
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