La Caída del Reich Cubano

por Ralph Rewes

Muchas son ahora las preguntas que atormentan las mentes de la élite comunista cubana. Pero también otros sopesan en la isla las consecuencias que tendrían para los que no tienen un medio de escaparse de la isla, el día que caiga el Reich Cubano. ¿Podría mantenerse la cohesión?

En otras palabras, ¿será posible que después de la tan ansiadamente esperada muerte del Dictador, los diferentes feudos actuales pudieran unánimemente mantener la estabilidad en el país? Son pocos los románticos que piensa tal cosa. A pesar de la labor propagandística de los agentes castrista llevan a cabo en el mundo, entre otros los mensajes en la InterNet, y los anuncios pagados por debajo de la mesa del régimen, ninguno de ellos siquiera se atreve a insinuar lo que pudiera pasar.

Comentarios recibido desde Cuba indican que la gente a los más altos niveles de su sociedad cerrada está nerviosísimos y nada optimistas. Sólo un payaso en mofa diría que el débil hermano Raúl, el segundo de la familia mafiosa de los Castros, lograría retener el poder por más de una semana. Por consiguiente, la cohesión es un doble negativo.

¿Que sucedería a la caída? El caso. Como no existe otra mafia, consecuentemente tampoco padrinos (Raúl siempre ha estado en posición servil), la caza comenzaría.

Los miembros de grado inferior de las fuerzas represivas sólo saben obedecer, es más también podría decirse que los miembros de mayor grado de las fuerzas represivas también han sido condicionados a obedecer. Ése ha sido siempre su única labor durante décadas, la sumisión a la conducta errática y voluble del líder. Todos los líderes «revolucionarios» los que hubieran podido asumir el poder, han sido eliminados por los «mecánicos» del régimen (todos saben la existencias de los «mecánicos» y en privado no usan eufemismos como los de los seudoperiodistas extranjeros cuando escriben «muertos en circunstancias misteriosas».

Si cunde el pánico, éste cubrirá todo el país. Esta muy probable posibilidad debe preocupar mucho a los inversionistas extranjeros. A pesar de la apariencia de calma en el país, los últimos comentarios tontos del Padrino Castro es preocupante. Si las masas hambrientas, brutalmente reprimidas por décadas se lanzan para la calle ¿cómo van a protegerse las propiedades?

Las fuerzas policiacas van a estar muy ocupadas protegiendo sus propias vidas para perder tiempo cuidándole las propiedades a inversiones que junto con el régimen los discriminaban también a ellos, negándoles la entrada a lujosos hoteles y esplendorosas playas. Les apuesto que esos inversionistas de la industria turística la van a pasar mal, y tendrán que conformarse con los dólares que han robado al pueblo cubano. ¿Cómo puede afectarse la industria turística? Pues, a los turistas no les gustas las revueltas, ni la inestabilidad. ¿Irías a la Habana si la ciudad estuviera en llamas? Y a propósito sería muy divertido oír quienes de los agentes a servicio del régimen iban a ser cogidos entre la espada y la pared frente a masas humanas llenas de furia concentrada. Ellos que han sido pagados con dinero producto del abuso de los familiares.

¿Como los familiares de los líderes comunistas van a poder ayudarlos a escapar?

Muchos familiares de los mayimbes ya están viviendo confortablemente en el extranjero, pero en lo que se refiere a sus comprometidos en la isla, es harina de otro costal. Sí muchos podrán salir en masa - así piensa - ya que tienen acceso a aviones civiles y militares. Pero, la muerte la Momia Andante podría llegar inesperadamente y entonces. ¡quién sabe!

Es una carrera contra el tiempo y contra las probabilidades. Es más, están demasiados confiados. Es más, están tan confiados que a lo mejor el gobierno de transición los dejaría en paz, como sucedió en la mayoría de los países «socialistas». Sin embargo, ellos olvidan que los crímenes que se han cometido en Cuba se siguen cometiendo, y el resentimiento es mayor y más fuerte de lo que piensan. Y las víctimas no están todas en el exilio. Las víctimas sobreviven miserablemente en Cuba y pueden estar calladas ahora, pero quién saben cómo van a reaccionar en ese momento.

Además ¿cuántos países estarán dispuestos a recibir a los miembros de la nomenklatura y a las fuerzas represivas? El Padrino de los Castro ya lo intuyó cuando la izquierda internacional creó la persecución de Pinochet, que se había creado un monstruo de Frankenstein que eventualmente lo perseguiría a él.

Los seguidores del Dictador en la isla aparentemente parecen no haberse dado cuenta de que este precedente también los perseguiría a ellos y a sus dineros robados adondequiera que vayan, y hay que ver qué gobierno arriesgaría su reputación alojando criminales de esta guerra civil silente que lleva ya más de cuarenta años.

También me gustaría ver lo que la prensa internacional tiene que decir sobre esto. La monstruosidad del régimen cubano fue silenciada por los medios internacionales, o peor aún, han distorsionado las noticias a favor de Castro, con «información» enviada por una manada de periodistas extranjero que viven la dulce vida en La Habana y que teme molestar a la dictadura para no perder los daiquiríes y compañeras o compañeros de cama.

¿Cuántos criminales van a quedar atrapados en el interior de la isla? La mayoría de los esbirros comunistas no van a tener un chance de irse a ningún lado. Quedarán atrás para que el pueblo tome venganza en ellos, para que olvide el pueblo así las barbaridades de la nomenklatura, o por lo menos así lo creen. La oposición pacífica cada día más reprimida, pudiera alcanzar un punto de frustración y rabia que les sería imposible contener por mucho tiempo. Sin embargo, asombra cuán estúpidas son las hienas de la seguridad del estado en su sumisión pasiva al líder chocho, como decía Ochoa.

De cualquier forma, hay que estar preparadas para dramáticos momentos en Cuba, muy pronto.

Nunca antes, la historia de un país se ha desenvuelto de forma tan imprevisible. Y aún viéndola desenvolverse delante de nuestros ojos, y sabemos que los cambios van a ser dramáticos, cómo éstos van a suceder es pura imaginación.

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