Los Individuos de la Inteligencia Cubana, y los testaferros de la Seguridad del Estado

por Ralph Rewes


Especial para Guaracabuya

En la casta comunista gobernante de cualquiera de esos pobres países, los líderes son unos ineptos en economía y unos tiranos vulgares que adoran los privilegios (aunque son muy duchos en demagogia y sofisma). De la incompetencia de esas dictaduras se aprovechan los buitres capitalistas (y la inteligencia cubana sabe muy bien todas las veces que el gobierno cubano ha sido estafado por esos buitres).

Claro a la dictadura no le importa un bledo, porque mantiene los privilegios económicos que disfrutan a costa del hambre de las masas. Pero por muy «bichos» que los comunistas sean en demagogia son más bichos aún los capitalistas salvajes en sacarles el dinero de los bolsillos.

El sofisma y la exquisita demagogia son los paliativos para las masas y el burdo alimento de los intelectuales idiotas de fuera — sin olvidar a los periodistas-turistas, que excusan con éstas su miserable tarea de aprovechados. No sólo buitres son los «inversionistas» españoles y de otros países, sino que ha habido decenas de comunistas (cuyo amor por el dólar es notorio en todas partes) que cuando la dictadura les llena los bolsillos de dólares para que vayan a hacerle los mandados… ojos que te vieron ir y no te verán volver. Será por aquel refrán que oyeron desde niños herencia de la cultura hispana: Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.

Ni que decir de los niños de tetas, como escritores, figuras del deporte, del arte, etc. a quienes el régimen cubano llena de privilegios que estos autollamados defensores del pueblo no tienen el menor escrúpulo en aceptar, sabiendo de dónde provienen los mismos. Ah, pero una declaración favorable contribuye a perpetuar la leyenda.

Paralelas a las clases dominantes existen dos capas sociales muy importantes y muy capacitadas en sus quehaceres: Los Ajedrecista de la Inteligencia Cubana, y los soldados represivos de la Seguridad del Estado. Antes y después de la inevitable caída de ese sistema inoperante, como ocurrió en Europa, una de esas capas, la que siempre ha estado consciente de la verdad y con la inteligencia que su nombre le da, trataba y trata de construir un puente con los países libres.

Lamentablemente, por el secreto de su trabajo y su poca imagen pública (salvo en episodios propagandísticos) han sido sesgado de las entrañas de su propio pueblo, para tener que vivir en burbujas o cárceles dorada, espiándose entre sí. Son los cerebros asalariados de un régimen que ellos están plenamente conscientes que es una verdadera vergüenza de rabo a cabo. Y su labor siempre está — y qué terrible debe ser esto — vigilada por la jauría, una jauría de seres ambiciosos y arrogantes, vejámenes del espíritu e inferiores intelectualmente a ellos. ¡Cómo debe doler dentro muy dentro el tener que recibir órdenes de esos inferiores mentales y morales!

Los de la gran jauría ni sienten ni padecen. Están acostumbrados a ser verdugos y si algo tienen de conciencia, lo aplacan con las cervezas y las bebidas regalo de sus amos. Todo el mundo en Cuba y fuera de Cuba parece estar de acuerdo en la capacidad represiva de los individuos de la Seguridad del Estado, y de cual sería su papel en una sociedad libre, si no son llevados a los tribunales.

A la caída, el destino de éstos es continuar su detestable labor de ser flagelo del pueblo, principalmente de los humildes. Éstos son expertos en (y vamos a poner el orden real) la represión sicológica en primer lugar, apoyados por el estímulo de la propaganda, las bazofias sofistas del Capo dei Capi. Sienten gran placer en amenazar constantemente con arrebatarles los pocos bienes a los disidentes y hasta a quienes no lo son. Eso se hace en un país donde quitarle el cepillo de dientes a una persona es casi una tragedia. Los «miembros» de Seguridad del Estado abusan del gran poder sobre vida y hacienda de los súbditos que el reino verde oliva les otorga miserablemente.

Los Ajedrecistas, saben la verdad. Como son seres pensantes se dan cuenta de todo, pero tienen que vivir con la vergüenza y la mancha de servir a un sistema o, mejor dicho, a un gobierno compuesto de personajes corruptos hasta la médula. Ellos saben que en esa clase privilegiada pululan los hipócritas, los demagogos, los inescrupulosos. Ahí en esos barrios robados hay gente más ambiciosa y vanidosa que la peor crápula capitalista (como la de los inversionistas que apoyan a la dictadura totalitaria).

No me digan que esa verdadera caterva de parásitos improductivos que no merecen ni el agua que se toman, y que viven en un lujo que ya quisieran ciertos capitalistas no le produce náusea a los miembros de la inteligencia cubana que tan triste papel histórico están desempeñando.

La jauría protege a los gobernantes, como si fueran sus amos, admirándolos y envidiándolos al mismo tiempo. Dentro de sus cerebros mediocres, van acumulando las tácticas mafiosas de los amos, para un futuro. La jauría imitando el sistema mafioso de los derrocados, se convierte en mafia.

Así lo hicieron en la difunta Unión Soviética.

Así se preparan a hacer en Cuba.

Aunque sea por rumores, el pueblo cubano debe enterarse de los planes de los verdugos. Es algo que hay que evitar a toda costa. Los miembros de la inteligencia cubana debe prepararse para combatir esta situación.

Después del inevitable derrumbe, los individuos de la inteligencia pasan a practicar la política, porque son los pocos que, debido a su trabajo, saben algo de las libertades políticas en un pueblo cegado por el totalitarismo.

En estos momentos, la Inteligencia Cubana debe estar abarrotada de individuos cargados de lamentaciones, complejos de culpa, pero con visos de humanidad y sentimientos de solidades por el pueblo. No importa que también estén seguidos de cerca por la jauría que siempre ha visto en ellos a enemigos potenciales.

Y a todo esto ¿dónde está y qué hace el pueblo?

El pueblo, como lo estuvo el pueblo ruso, está sofocado, atosigado de tanta basura, tantas promesas falsas, cansado, hambriento, harapiento. Es natural, pues, de que un alto porcentaje de su pensamiento esté dedicado a la mejora de sus bienes materiales. Algunos sueñan, no con la liberación de un régimen intrínsecamente perverso, sino con el día que puedan comer todos los días.

Y desayunar.

Es lo que ha hecho el pueblo ruso, aprender a vestirse, a comer, a divertirse, todo lo que es fundamentalmente humano. Por eso, las hienas de la KGB andan sueltas por el mundo.

Pero el pueblo cubano puede prepararse para cazar las hienas antes de que vuelvan más poderosas con los caches de armas que ya poseen. La Inteligencia Cubana debería pagar su penitencia compilando datos de la jauría y de sus armamentos, para un futuro. Es hora de que la inteligencia cubana se prepare — por ellos y por el pueblo cubano.

No todos los países socialistas, han seguido este camino ruso.

Muchas ex-repúblicas socialistas hoy gozan de buena salud económica, Hungría, Chequia, Polonia, Letonia, Estonia y Lituania. No hay razón para que Cuba, si se cuida, si los Ajedrecistas que tienen la verdad en su mano, ponen de su parte y se reintegran a la sociedad cubana de donde han sido aislados, contribuyendo con lo más valiosos que tienen, la información, para que la justicia se hagan en los tribunales libres.


Ralph Rewes
ruhig@gate.net

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