LOS DESPIADADOS
por Ralph Rewes
Cuando uno intenta escoger una palabra para calificar a la característica que
une a todos los comunistas esa palabra es «despiadados.» Ser despiadado es una
condición sine qua non de todos los comunistas. Y ¿qué es ser despiadado?
Ser despiadado es no tener ni piedad ni compasión por nadie. En ruta hacia el
poder, los comunistas son despiadados porque no tienen ni piedad ni compasión
con los que consciente o accidentalmente se les interponen. Su credo no
incluye excepciones, en sus propias palabras: «Cuando hay un solo enemigo en
una casa donde también hay noventa personas, la actitud revolucionaria es
eliminarlos a todos. Así se asegura uno que el enemigo ha sido exterminado.»
Los comunistas son brutalmente despiadados con sus enemigos, sin embargo,
también lo son con sus amigos. Si hay que matar a un camarada, para echarle la
culpa a los «reaccionarios,» pues sencillamente se le mata, todo el nombre del
triunfo de la revolución. Así cayeron los Camilos, los Hubert Mattos,
peligrosos competidores, y despiadados comunistas como el asesino disfrazado
de revolucionario, Che Guevara, el General Ochoa, etcétera.
Ser despiadado es mantenerse en el poder, bañándose en sangre todos los días,
en sangre inocente y en sangre de despiadados. Cuando más despiadado, mejor.
Porque entonces, la gente normal en el mundo nunca creerá que se pueda llegar
a tal grado de inhumanidad.
Ser despiadado es matar, encarcelar, torturar, hundir barcos con niños,
derribar aviones civiles y encima de todo reírse y echarles la culpa a las
víctimas. Y ser despiadado es también aquel degenerado que toma la posición de
los victimario y encima de las víctimas, cuya sangre inocente algún día les
caerá sobre las cabeza.
Ser despiadado en ser sádico, como algunos que en la InterNet disfrutan
burlándose de los infelices que han sufrido cárcel, exilio, tortura, y ver a
familiares fusilados y a amigos hundiéndose en el mar, con poderlos ayudar.
Ser despiadado es no tener el más sentido de respeto y de la humanidad, como
los que se burlan de los viejos que por sus sueños de libertad intenten
liberar su patria, que no es finca privada de un mayoral y de inversionista
sin escrúpulos ni vergüenza.
Ser despiadado es aquel que se infiltra en la sociedad que le abre las
puertas, para hacerle daño por gusto.
Ser despiadado son los que se venden y son traidores al país que los acoge,
los que llegan a los rincones de resonancia para tratar de parcializar y como
los chulos --y chulas-- hacer proselitismo político en favor de monstruos
megalomaníacos.
Ser despiadado es ser comunista. Porque los comunista usan hasta sus propios
muertos y cuando no los tienen los crean, para fines políticos. Porque hacen
todo lo que hay que hacer para lograr sus fines.
Ser despiadado es ser demagogo, como aquellos que nada más que están buscando
la oportunidad para hacerse lucir cuando ocurre una tragedia humana.
Ser despiadado es no tener el menor escrúpulos de fingir religiosidad para
infiltrar los templos y confundir a la gente de buena fe, llevándoles a
situaciones de deplorable frustración.
Ser despiadado es ser comunista. El comunismo es la teoría más despiadada
creada por el ser humano. Porque, además de ser despiadada, es falsa,
hipócrita, calumniadora, perversa en esencia. Aún más que el nazismo, porque
con todos sus errores y brutalidades criminales, no se ocultaba en un disfraz
de oveja, para después devorar sus víctimas.
Ser comunista es ser despiadado porque víctimas del comunismo o por culpa
del comunismo han muerto más seres humanos en este siglo que por otras
ideologías. Y todavía existen sádicos o idiotas por millares que le besan las
botas a los despiadados.
Ser salvajemente despiadado es deshacerse de millones de seres porque no
cumplen los patrones oficiales del líder de turno.
Ser salvajemente despiadado es llevar a millones de seres a la muerte como en
Cambodia, porque a un líder loco (casi todos los líderes de este siglo lo son:
Hitler, Stalin, Mao, Castro, Gadafi, Sadam, etc.) se le ocurrió decir que las
ciudades eran criaderos de contrarrevolucionario.
Ser sexualmente despiadados cuando a un líder con hermano homosexual se le
ocurrió un día que había que recoger a todos los afeminados y enviarlos a
campos de concentración.
Todos los logros de los despiadados, los comunistas, se limitan a
experimentación médica con conejillos humanos, a poner bombas, a matar jóvenes
soldados inocentes, a destruir las construcciones y las riquezas de sus
países, hasta lograr el poder, desde donde la destrucción se hace oficial.
Donde el hambre impera, mientras ellos, los despiadados sibaritas obesos,
gozan de los disfrutes más burgueses.
Los despiadados se nutren del dolor, la miseria y el hambre de los
infelices. Usan su dolor su miseria y su hambre para propaganda burda
producidas en cafés conversatorios de intelectualoides de izquierda, en
grupos de trasnochados que se ven como héroe, como si hubiera heroicidad en
derramar la sangre ajena, cuando heroicidad es arriesgar la suya para
salvar otras vidas, no en confrontaciones bélicas.
FIN
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