OTRO AÑO MAS Y SEGUIMOS CON LA TIRANIA. ENERO 2003

Por Rogelio Madrazo Serra


Nuestras voces siguen clamando por justicia para los que destruyeron una sociedad joven y potente que a pesar de los errores de nuestros lideres, que eran reflejo de los males que nuestra sociedad destilaba, progresaba en todos los ámbitos y reclamaba un lugar prominente en el mundo. Fue cuna de héroes, madre de artistas, literatos, atletas y estadistas, madre postiza de los que creímos eran hombres de luz, privados de brillar en su suelo, superar todo eso se esperaba de la generación incipiente de los años cincuenta

Fuimos cobardes muchas veces, como por ejemplo el diez de Marzo de 1952 y durante el año 1959 y la década de los sesenta cuando en el primero, permitimos que un vil golpe de estado truncara la joven tradición de elegir gobiernos pacíficamente y después cuando nos plegamos a la odiosa invasión por el "imperio del mal" que aun perdura, hoy con caras cubanas, alentados y ayudados por un coro de avariciosos y malvados lamiéndole las botas al viejo tirano.

En esta ansiedad en que se vive, buscando la formula mágica, o la bala de plata que devuelva a los cubanos al sendero del respeto a los más elementales derechos del hombre y poder empezar a reconstruir esa Cuba que se lleva muy adentro y que no es perturbada, por las cosas buenas y malas que pasan en el de cursar de una vida alejada de ella, recuerdo los errores que cometimos. Uno, que el pueblo Venezolano me ha traído, fue la manifestación que se hizo en la Habana, en 1959, en ocasión de la visita de nuestra Señora de la Caridad del Cobre a la Habana. En esa noche tempestuosa donde la lluvia nos calo hasta los huesos, un millón de nosotros le dijimos a la directiva gubernamental que éramos un pueblo cristiano, fundado bajo el manto de la "Virgen Morena", después nos fuimos a secar en nuestras respectivas casas satisfechos del mensaje que se había enviado y pasivamente, en la inmensa mayoria, esperamos a que se nos robara la Patria. Mirando atrás y a la Plaza de Altagracia ese día debía de haber sido el principio de una cadena de marchas, cacerolazos, etc. que no pararan hasta que se nos devolvieran lo que era nuestro, ganado por los valientes que por casi un siglo lo dieron todo por ver a Cuba libre.

También recuerdo las oportunidades que la dictadura Batistiana nos dio mas de una vez para encausar el hecho histórico del criminal golpe de Marzo, en una senda, que a pesar de los Estatutos y la encarcelada Constitución de 1940, nos podía haber llevado a otra jornada gloriosa como la del 44, nuestro orgullo y las directrices de los que luego convirtieron a Cuba en un valle de lagrimas, no nos permitió considerar las ventajas del acomodamiento electoral..

Son las oportunidades perdidas las que hoy me hacen pensar sobre los hechos que están ocurriendo en Cuba en especial con la iniciativa del "Proyecto Varela", y las voces que desde Cuba tratan de cambiar y formar conciencia alimentando el intelecto y el alma de un pueblo que ha perdido su timón histórico y moral bajo la hegemonía del asesino de Biran y sus secuaces nativos y extranjeros.

Y esto nos trae a otra meditación, ¿qué le importa al mundo que la tiranía Castrista se perpetué en Cuba?. Los problemas que afrontan naciones hoy, son de tal magnitud que en comparación con lo que es para nosotros un crimen imperdonable, palidece en los ojos de extranjeros.

Cuando se analizan nuestros problemas en las perspectivas de marcos nacionales e internacionales, las únicas razones por la cual un no cubano puede y debe preocuparse es la demostrada falta de respeto a la vida que la Tiranía ha demostrado y que en su irracionalidad trate de dejar como legado un acto de terrorismo desesperado, o como en el caso de los pueblos Americanos, los problemas que les causa tener en el medio del Caribe, una plataforma para entrenar y equipar a militantes que responden a intereses extra territoriales.

La tragedia del Cubano siempre debió de haber sido un problema Cubano, cuando el "Imperio del Mal" lo internacionalizó, los Estados Unidos vacilaron y las entonces llamadas democracias de la Américas, no cumplieron con las deudas que tenían con el Cubano, nuestro futuro fue sellado a lo que se ha vivido por 44 años.

Por esto me intriga el Proyecto Varela, aunque no entiendo porque un régimen totalitario sin escrúpulos permitió que se organizara, tal vez no le dio importancia, antes de su reconocimiento internacional. Este movimiento representa hoy una actividad visible para hacerle oposición al viejo tirano y su sequito, que no deben ni pueden esquivar el juicio de la historia, ni el de tribunales propiamente formados que castiguen con toda la severidad de las leyes imperantes el daño que les hicieron y hacen a Cuba y a los Cubanos.

¡Cuba debe de ser LIBRE!



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