NUESTRO TIRANOPor Rogelio Madrazo-Serra Este mundo fuera mejor si no existieran monstruos que usan la fuerza para mantenerse en el poder, la lista, aunque no tan larga como hace unos años, "el imperio del mal" ha desaparecido liberando a naciones en Asia y en el Este de Europa, cuenta con una notable lista de hombres que nunca han respetado los mas elementales derechos humanos de sus ciudadanos. Hombres como: Fidel Castro en nuestra querida Cuba, Omar Khadafi en Libia, Sadam Hussein en Irak, la familia Saud en la Arabia Saudita, el líder de turno en China Comunista, lideres Africanos que usan el genocidio en masa como medio de purificar sus países de minorías desamparadas por todos en el mundo que con indolencia ignoran terribles masacres. En éste país los medios de expresión, le han brindado al publico imágenes de estos déspotas en las que parecen justificar su estadía arriba de la tonga de huesos de los que son sus súbditos. Estos tiranos merecen la condena incondicional de todos y como Cubanos los repudiamos, pero por la razón de haber nacido en Cuba, me limito a emitir opiniones sobre "nuestro tirano". La campaña para salvarse sigue adelante a todo vapor, el movimiento para que se levante la prohibición de financiar el comercio con Cuba y quitar las restricciones existentes a los viajes a Cuba por ciudadanos norte americanos toma mas fuerza cada día. En estos esfuerzos por salvarse, "nuestro tirano" a reclutado a poderosos grupos de influencia y es respaldado por sus acólitos de siempre como el Senador Dodd de Connecticut, el representante Rangel de New York, el ex gobernador Ryan de Illinois, gente malvada que se mueven en los circulos mas altos de la política y comercio norte americanos, que no sienten escrúpulos al sentarse a la mesa de "nuestro tirano". También en su coro tiene a los idiotas utiles como el ex presidente Carter, los mercaderes como un tal Joe Díaz de Tampa, que por monedas de oro son capaces de crucificar a un pueblo que se desangra material y moralmente bajo las botas de "nuestro tirano" y aquellos a los que la fama los hace sentirse superiores y son atraídos como mariposas a la luz que emana de nuestro tirano, aquí se notan artistas y escritores como García Márquez de Colombia y el director de películas Spielberg, que para colmo es judío, clase que desapareció casi completamente en Cuba después del año 1959. Es inaudito que el hombre que instó a las tropas Rusas, a usar armas termonucleares contra los Estados Unidos durante la crisis de los cohetes, el que ha traído el luto a numerosos países en las Américas y África, con su descarado apoyo a pandillas de asesinos entrenados y armados en Cuba, y que es hoy la causa de la perdida de prestigio norte americano en las Américas, sea entrevistado por mujeres como la Walters y la Mitchell dándole a "nuestro tirano" una tribuna en la que luce casi humano sin que se le hagan preguntas sobre sus crímenes y que se le permita esquivar respuestas a preguntas semi duras de ellas, que más que periodistas responsables, lucen como mujeres que flirtean con "nuestro tirano". Ayudando asi a la ola propagandista financiada por "nuestro tirano" Me gustaría brindarle al mundo y muy especial al pueblo norte americano como ejemplo una postura vertical de los cubanos, que fuera de Cuba debían y podían sin miedo a represiones, presentar un bloque unido y moral frente a "nuestro tirano", pero por desgracia vemos como se abusa de los viajes a Cuba y los dineros ganados con tanto esfuerzo en tierras de libertad, que nos acogió porque en Cuba peligrábamos, se gastan para engrasar la maquina represiva de "nuestro tirano". Pero ahí seguimos, quizás arando en el mar, pero con la convicción plena que nuestro pueblo merece mejor suerte de la que ha tenido por los errores de sus hijos y los de nuestros aliados. ¡Cuba debe de ser libre! PD. Acabo de recibir la revista "El Ultramarino" órgano de mi querido Municipio de Regla en el Exilio Año 40 No 1 y en su contraportada encontré el siguiente escrito de José Martí con fecha de 10, Diciembre, 1887. Aquí lo transcribo. "Nos trajo aquí la guerra, y aquí nos mantiene el aborrecimiento a la tiranía, tan arraigado en nosotros tan esencial a nuestra naturaleza, que no podríamos arrancárnoslo sino con la carne viva. ¿A que hemos de ir allá, cuando no es posible vivir con decoro, parece aún llegada la hora de volver a morir? ¿A que iremos a Cuba? ¿A oír chaquear el látigo en espaldas de hombres, en espaldas cubanas, y no volar, aunque no haya más armas que ramas de árboles, a clavar en un tronco, para ejemplo, la mano que nos castiga? ¿Ver el consorcio repugnante de los hijos de los héroes, de los héroes mismos, empequeñecidos, en la pereza y los vicios importados que ostentan ante los que debieran vivir de espaldas a ellos, su prosperidad inmunda? ¿Sudar, pedir sonreír, dar nuestra mano, ver la caterva que florece sobre nuestra angustia, como las mariposas negras y amarillas que nacen del estiércol de los caminos? ¿Ver un burócrata insolente que pasea su lujo, su carruaje, su dama ante el pensador augusto que va a pie a su lado, sin tener de seguro donde buscar en su propia tierra el pan para su casa? ¿Ver, en el bochorno a los ilustres, en el desamparo a los honrados, en complicidades vergonzosas el talento, en compañía impura a las mujeres, sin los frutos de su suelo al campesino, que tiene que ceder al soldado que mañana lo ha de perseguir, el cultivo de sus propias cañas? ¿Ver a un pueblo entero, a nuestro pueblo, en quien el juicio llega hoy a donde ayer llegó el valor, deshonrarse con la cobardía o el disimulo? Puñal es poco para decir que eso duele. ¡ Ir a tanta vergüenza! Otros pueden. NOSOTROS NO PODEMOS" Febrero 2003
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