EL POLLO Y LA SERPIENTERogelio Madrazo Serra Hace un tiempo nos encontrábamos en una atracción turística local en la que en una jaula grande vivía una serpiente Boa, la mas grande que he visto, yo pertenezco al grupo que no le concede a estos reptiles atributos de belleza. La serpiente en su modo habitual se encontraba inanime enrollada en algo que parecía ser un rama de un árbol grande. Llego la hora de irse de este lugar que coincidía con la hora en que el lugar cerraba por el día, tratando de encontrar la salida pase por la jaula de la Boa y para mi sorpresa vi que dentro de la jaula había un pollo blanco de regular tamaño. Me detuve y pronto me di cuenta que el pollo era la cena de la serpiente y que había sido echado a la jaula por un empleado que penso que los visitantes ya todos se habían retirado. La susodicha jaula debía de haber tenido unos 20 pies de largo, el infeliz pollo se encontraba en el extremo opuesto de la jaula donde la serpiente seguía enrollada en su rama pero esta ves se detectaba señales de vida en la misma y se me antojaba que había un conato de sonrisa en su boca, algo así como la de la Mona Lisa. El pollo estaba paralizado, no movía ni una pluma con su mirada fija en la serpiente tenia la expresión de terror mas horrible que nunca he visto, sabia que esa noche, el era la cena de la Boa. En Cuba la serpiente es el aparato represivo y el pollo es el pueblo, el cual ha pasado ya el susto y piensa que ser comido por la serpiente es parte del orden natural de las cosas y por lo tanto no ofrece resistencia al hecho que le roba de su dignidad y vida diariamente. Recientemente he tenido la oportunidad de tratar a varios Cubanos recién salidos, y me han impresionado con su fidelidad a los que dejaron atrás, no son como me habían dicho egoístas que abandonan a los viejos y se van en busca de una vida mejor en estas tierras de libertad. Me recuerdan a las historias de los Europeos de países menos desarrollados, que emigran en pos de trabajo y ahorran y mandan a sus países natales el producto de su sudor. Nunca olvidamos las escenas del campo Portugués en que las mujeres (vestidas de negro), eran las únicas que se veían haciendo labores agrícolas, los hombres en Alemania reuniendo Marcos, para bañar las fachadas de sus casas en azulejos. La emigración de los Cubanos, es otra de las diabólicas herramientas del régimen para atraer dólares, que ha sido incapaz de generar por el descalabro de todo lo que ha intentado para construir una economía nueva. El hombre nuevo que vislumbraba el asesino de Guevara, ha resultado no ser mas que un emigrado trabajador que le manda lo que puede a los que dejaron atrás, con ganas de regresar como turistas pero nunca mas a sentirse como el pollo que esa noche fue la cena de la serpiente. Patria, Libertad, Derechos Humanos siguen siendo como siempre lo han sido patrimonio de los pocos, que se mueren para que los muchos los disfruten. FIN Rogelio Madrazo
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