El Cardenal Ortega y Alamino
Rogelio F. Madrazo


Estoy indeciso al escribir lo que sigue pues a algunos le lucirá que tengo una vendeta contra el Purpurado Cubano. Y no es eso, es que cada vez que lo he oído o lo he leído el Excelentisimo me deja defraudado y convencido que la Iglesia de la que el es pastor algún día le pedirá cuentas por la falta de dirección y guía que le brindo en los tiempos difíciles que le toco vivir.

Los últimos pronunciamientos del señor que motivan estas líneas me vienen por medio de un servicio de la Internet llamado Zenit que transmite noticias de la Iglesia Católica desde Roma, y tiene que ver con una entrevista publicada en el Observador Romano, referente a los problemas que enfrenta la juventud en Cuba, a la sazón de la anunciada visita de 50 jóvenes Cubanos a Santiago de Chile para el Encuentro Continental.

Acoto “ Constatamos una secularización que, en un momento dado fue favorecida por el ateísmo del Estado, y que después ha desaparecido de la Constitución, pero que ha impreso un estilo de vida nacional”. Este materialismo ha hecho a la Isla frágil ante el “ influjo de esa especie de subcultura estadounidense que lo invade todo: es una moda , una concepción de vida”.

“Le zumba el mango” que con la oportunidad de recitar los grandes problemas que enfrenta nuestra juventud debido a la bancarrota moral y el fracaso económico del Régimen que ha corrompido a dos generaciones de Cubanos, y creado el mayor exilio político y económico de América este señor que se supone que dirija los destinos espirituales de una nación en lagrimas le hecho la culpa al Rock and Roll.

Como se atreve endulzar la critica velada del régimen con la coletilla de que el ateísmo ya no se encuentra en la presente constitución. Es que los canallas que el año pasado permitieron que se celebraran las Pascuas, no siguen siendo los enemigos de Cristo y de su Iglesia. Es que la falta de esperanza no acaba con las mentes juveniles que no ven manera de crecer ni moral ni materialmente y se lanzan a las aguas del golfo o se prostituyen en un escapismo inigualable en nuestra historia, es que el cerrar las escuelas de base religiosa y expulsar a sus maestros no castro el desarrollo espiritual y económico de la Nación.

Es que el haber empujado a las fosas de la Cabaña o a las tierras del exilio a una generación de cubanos que hubieran servido de modelos y maestros a nuestros jóvenes no ha tenido impacto en las siguientes generaciones, o es que como lo apunto su Santidad el Papa en Santa Clara el Estado corrompió el balance de la sociedad al otorgarse el titulo de maestro único a detrimento de la familia. El Cardenal Ortega haría bien en leerse las homilías de Juan Pablo II.

La corriente de Monseñor Zacchi aparentemente sigue vigente en una parte de la jerarquía de la Iglesia Cubana, y por el daño que esas políticas le ha causado al pueblo cubano en su inalienable derecho de ser libre demando la purga de la jerarquía eclesiástica, de aquellos que creen que el salvar las piedras de un convento es mas importante que salvar a la Nación.


6 de octubre 1998

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