"SENCILLA Y NATURALMENTE"

CELEBRACIÓN DE JOSÉ MARTÍ EN EL 154 ANIVERSARIO DE SU NACIMIENTO

por Otto Rodríguez Viamonte


Nos dice nuestro Apóstol de la libertad que "las palabras pomposas son innecesarias para hablar de los hombre sublimes", y es por eso que, aplicando ese rasero, hoy nuestra publicación le ofrece a nuestros lectores un perfil ideológico, espiritual y de conducta sobre nuestro José Martí, usando algunas de sus frases; y arregladas cronológicamente en una selección personal de nuestro colaborador que, desde luego, no puede reflejar en su totalidad aquella vida tan útil, y de tan variados e importantes propósitos.

Los primeros años de su juventud reflejan algo de una persona individualista, aunque ya preocupado por las condiciones políticas de su patria. Después, ya mayor y ex preso político, desarrolla él su misión en la vida como patriota y guía espiritual.

Más adelante sugiere en sus escritos la inevitabilidad de la guerra "justa necesaria" como única vía hacia la libertad política de Cuba. Llega a acercarse a la última etapa de su vida, donde se pueden apreciar más acentuados sus principios cristianos de sacrificio para el beneficio de la patria, y de otros.

Aquí al final, habla de lo que él creía era la muerte, y el por qué para él ésta no era algo terrible como es para la mayoría de nosotros, sino el natural y bien recibido resultado de quien vivió la vida como él. Esta actitud y comportamiento, sorprendentemente, en líneas generales recuerda los principales pronunciamientos de los llamados "cristianos gnósticos" de los siglos I, II, III, y IV D.C.; cuyas obras, a pesar del firme apoyo de notables padres de la iglesia (como Orígenes, Clemente, y otros) fueron declaradas "heréticas", y ordenadas su destrucción por los obispos que entonces gobernaban la iglesia cristiana (como Atanasio, Ireneo, Policarpo, Eusebio, etc.) y que, algunas habiendo sido encontradas hace ya décadas en escondites donde monjes de la época las habían depositado, hoy se estudian con renovado interés.

Veamos ahora lo que nos dice Martí:

Determinado a llevar mi vida por donde a mí me parece que va bien, que es por donde se va solo y duele andar,… de nadie recibo ley ni a nadie intento imponerla,… a horas místico, a horas estoico, me salvo de los hombres y los salvo de a ellos de mí. Venzo a la preocupación que viene de afuera, y a la ambición que viene de adentro… un servidor de mi patria, por lo que vivo, aunque sé que la vida no me va a alcanzar para gozar del fruto de mis labores… yendo por la vida, como voy, en el bando de los hombres que aman y fundan, triste y seguro de la no recompensa, sacando día a día de una roca siempre perezosa el agua fresca… sin más remuneración que ofrecer que el placer del sacrificio, y la ingratitud probable de los hombres… La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida… otros lamenten la muerte necesaria, yo creo en ella como la almohada y la levadura, y el triunfo de la vida… La tumba es vía y no término.


José Martí

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