BG. Rafael del Pino, ¿La hora de qué negociaciones?

por COL.(Ret.) Orlando Rodríguez Alvarez


Después de leer su proposición en El Nuevo Herald “La hora de las Negociaciones” no sé si usted está hablando por la boca del régimen totalitario de Cuba o por la del capitalista indolente. Según entiendo usted está proponiendo negociaciones para liberar y revitalizar la economía del régimen totalitario sin condicionar la inversión del capital a cambio de la libertad del pueblo cubano y la restauración de un estado de derecho.

Pone usted de ejemplo a China y por hacer lo que usted ofrece para Cuba, los EEUU tienen un problema serio entre sus manos, ya que China ha modernizado toda su tecnología con la ayuda del capitalista inconsciente que por $dólares le vende hasta carbón al infierno. Por esa filosofía económica de negociaciones sin condicionar la ayuda y las inversiones, China se ha convertido en una potencia nuclear y un verdadero peligro para la seguridad Nacional de los EEUU. De más está decirle que los derechos humanos del pueblo chino no han mejorado, por el contrario ahora están más eficientemente reprimidos y sometidos que nunca, por un sistema tecnológicamente más sofisticado y efectivo.

La gran diferencia en lo que usted propone, es que los problemas internos de los cubanos no pueden ser resueltos por los cubanos como usted dice, parece que a usted se le ha olvidado que en Cuba a los que no están de acuerdo con el régimen, los asesinan, se pudren en las cárceles, los fuerzan a exiliarse, están buscando la forma de escaparse del infierno o están siendo golpeados salvajemente por la porra disfrazada de pueblo de la seguridad del estado.

Recuerde que bajo el sistema totalitario imperante, los cubanos no tienen ningún derecho como el que no sea de bajar la cabeza y seguir aguantando para sobrevivir con la mascara de la hipocresía cubriéndoles el rostro, por eso necesitan ayuda externa. A diferencia de los norteamericanos que sí pueden resolver sus problemas y diferencias sin ninguna ayuda exterior, porque viven en una democracia y cuando no están de acuerdo con el gobierno y no pueden llegar a ningún arreglo, sencillamente ejercen libremente el derecho al voto y en las elecciones quitan el gobierno y ponen otro. Cosa que no han podido hacer los cubanos desde hace casi medio siglo. Por esa razón es que no-solo los EEUU sino toda la comunidad internacional tienen la obligación moral de intervenir en Cuba a favor del indefenso y oprimido pueblo cubano y en contra de la poderosa y opresora tiranía.

A menos que se desencadene una rebelión interna para cambiar el sistema totalitario y restaurar la democracia con todo nuestro apoyo. La inversión del capital debe de estar orientada a obtener la libertad de Cuba primero y a reconstruirla después, no ha beneficiarse con ganancias a expensas del dolor y el sufrimiento del pueblo cubano, modernizando y consolidando al régimen totalitario que los oprime.

Recuerde General, que muchos funcionarios oficiales del gobierno de los EEUU con muy buenas intenciones, fueron engañados o se dejaron engañar e influenciar con los análisis estratégicos de la situación en Cuba, producto de la campaña de desinformación de la espía Montes y sin quererlo con su proposición muchas personas pueden confundirse.

El Gobierno de los EEUU está correcto, su política de apertura económica condicionada a pasos calibrados a cambio de Libertad y Democracia en un Estado de Derecho y Justicia, es en el mejor interés del pueblo y la nación cubana.

Por favor General, dígale a Raúl que no envíe mas señales y recaditos y que abra puertas demostrando sus buenas intenciones de negociar, liberando a todos los presos políticos y dejando de extorsionar y maltratar a sus familiares y a los opositores. Hechos no palabras.

Los militares de la democracia, siempre estamos de acuerdo que donde se abren caminos de doble vía, la diplomacia honesta, de hombres íntegros, es la mejor arma para resolver las diferencias y los problemas antes de llegar al enfrentamiento armado. Pero para negociar con asesinos, ladrones y narcotraficantes se necesitan tener condiciones “muy especiales”.

Luchar por la libertad, la democracia y la reunificación de la familia y la nación cubana, no es solo un derecho de todos los cubanos, es también un deber, una obligación moral y un compromiso ineludible con la patria y con la historia.

Por una Cuba Libre, Independiente, Soberana, Democrática y Unida en el mejor interés de la familia, el pueblo y la nación Cubana. ORA


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