CUBANOS HUYENDO EN EL INTERIOR DE UNA RASTRA HACIA LA BASE NAVAL DE GUANTANAMO (1969).

por Manuel Prieres


La Rastra se acercaba a la bifurcacion del terraplen donde se dividia hacia El Deseo o hacia Las Salinas y de fondo la majestuosa Bahia de Guantanamo.

La hora de la verdad habia llegado. O hacia la Planta de Salinizacion, o salirse del terraplen, tomar a la derecha, y desplazarse por la Pista Salada hasta topar con la cerca de Peerles fronteriza.

Rene, el conductor del la Rastra, no lo penso dos veces. Giro el volante a la derecha y aplico el acelerador. Se salio del terraplen; primero la Rastra vibro varias veces por una parte accidentada del terreno, pero estabilizandose finalmente. Y enfilo por la Pista Salada hacia los manglares.

La Rastra ya convertida en un bolido, practicamente lo que iba dejando en su loca carrera era una enorme estela de polvo que hacia imposible descubrirla a los que iban quedando atras. Solamente se hacia visible para los que estuvieran delante.

Los soldados fronterizos destacados, atras, en las Salinas de Caimanera, habian rapidamente adivinado las intrepidas intenciones de los de la Rastra, y se aprestaban a entrar en accion.

A esa misma hora, otros fronterizos que a esa temprana hora se desperezaban en los altos de sus torretas de viligancia, no podian explicarse lo que estaban viendo con sus mustios ojos: la formidable polvareda que parecia dirigirse hacia ellos.

Por un instante no sabian que hacer, hasta que uno de ellos cogio sus binoculars (made in URRS) y comenzo a escrutar aquel fenomemo que se les encimaba.

__!Es una Rastra que viene para aca!, dijo uno de ellos.

Al momento, un nutrido tiroteo proveniente de la propia direccion que traia la Rastra, dio respuesta a la Posta Fronteriza.

__Nuestra gente de las Salinas los vienen persiguiendo.

La Rastra convertida en una centella penetraba en el area de los manglares; ya la Pista Salada se hacia mas estrecha y RENE y RAMON ,sus conductores, veian muy cerca los manglares tanto a un lado que a otro, De acuerdo a lo planeado, RENE se pegó al lado izquierdo de los manglares. La polvareda, atrás, impedia la visibilidad de los que le perseguian.

Los disparos eran muy nutridos, pero hasta el momento no habian hecho impactos graves en el Mastodonte mecénico.

Ramon y Rene sintieron como los disparos se multiplicaban. Se escuchaban mas fuertes y provenientes esta vez desde el frente, mas bien hacia el lado derecho. Ahora si ya los proyectiles tocaban a la Rastra.; aunque todavia no habian dado en el vidrio de la cabina. Fue entonces que Ramon levanto la ametralladora San Cristobal (de fabricacion dominicana en tiempos de Trujillo) por el lado de la ventanilla y comenzo a apuntar. Mas o menos tenia idea de donde provenian los disparos del frente. Afino la punteria, coloco el indice, de los dos gatillos, en el de rafaga y apretó.

La cabina de la rastra se iluminó con los destellos de las ráfagas, los casquillos comenzaron a caer por todos lados; el olor a pólvora pareció enardecer mas a nuestros personajes. Ramon no dejaba de apretar el gatillo de ráfaga de su ametralladora, hasta que comprobó que el peine estaba vacio. Rápidamente colocó otro magazin lleno y disparó hacia la torreta. La San Cristobal dentro de la cabina, al ser disparada en ráfaga producia un ruido infernal, ensordecedor.

Los fronterizos de la torreta de vigilancia, por su parte, al recibir las descargas de Ramon, solo atinaban a cubrirse. No estaban acostumbrados a recibir de su misma medicina: plomo.

Ramon descargaba y cargaba la ametralladora. Rene mantenia el pie hundido en el acelerador, mientras apretaba con todas sus fuerzas el volante de la rastra. Ya el vehículo a todo gas llegaba ante aquella muralla de alambres que les salia al paso, y no aplicó los frenos, eso era suicida, sino que saco el pie del acelerador y comenzo a maniobrar con el volante. La Rastra embistió a la alambrada, y esta resistió debilmente a aquel meteoro mecánico.

Rene aplicaba ahora si los frenos y los soltaba. Accionaba cambios en la caja de transmisión para producir la comprensión salvadora y no volcarse. De nuevo los frenos, los aplicaba y los soltaba. La Rastra empezaba a perder velocidad. Ramon y Rene veían, algo distante aun, la cerca de peerles norteamericana. La alambrada que habian embestido antes era una puesta por los fronterizos comunistas cubanos.

Inesperadamente la Rastra comenzo a dar saltos violentos. Y el desastre llegó. Algunas ruedas delanteras cayeron en algo desconocido pero que detuvo el gigantesco vehículo.

__!Afuera, Afuera! Ordenó Ramon dentro de la cabina.

Ya la Rastra estaba totalmente detenida y atascada. Las dos puertas del trailer abrianse con fuerza, al tiempo que de su interior comenzaban a salir despavoridas personas reflejando en sus rostros el miedo y la confusión a lo desconocido; muchos gritaban con desesperación, dirigiéndose a como les daban sus piernas hacia a donde pensaban estaba la cerca de Peerless norteamericana. Una mujer con una hija menor quedaba en el suelo sin poder seguir, su otra hija se la habia dado a un amigo para que intentara por lo menos cruzarla aunque ella se quedase con la otra en territorio comunista.

Y fue cuando comenzo el infierno: desde la torreta de vigilancia, llena de impactos de la San Cristobal de Ramon en su estructura de cemento pre-fabricado y levantada a varios metros de altura que le permitia dominar un vasto territorio, cayo sobre la Rastra detenida una lluvia de proyectiles que silbaban demoniácamente sobre las cabezas de los que huian hacia la cerca Americana. En los primeros instantes cayeron varias personas heridas.

Ramon se lanzo decididamente con su ametralladora y sus granadas dentro de aquel mismo hueco donde desafortunadamente habian caido las ruedas de la Rastra. En su cintura, la cartuchera de lona para magazines de ametralladora.

Ramon conminaba a sus amigos que lo dejaran solo en el hueco. Que escaparan hacia la cerca de Peerles americana.

__!De eso nada! _Le dijo uno de ellos. !No te dejaremos solo aqui!

Ramon ripostó: __Es necesario que ayuden a cruzar a esa gente.

__Que Raul y Antonio se vayan con ellos, yo me quedo contigo-Lleno de emoción le grito Roberto.

__Bien. Que no se hable mas. !Que así séa!

Ramon y Roberto, en el interior de la trinchera y teniendo como casco protector la estructura que componia el trailer atascado, eran presas de una especie de euforia guerrera que los hacia gritar, maldecir, disparar y lanzar granadas.

Los fronterizos habian empezado a avanzar por el lado derecho disparando en forma que sus proyectiles fueran a dar hacia los manglares los que no se estrellasen contra las paredes del trailer o la tierra de la trinchera donde habia caido la Rastra.

Aquello era un campo de batalla. Decenas de AKA-47 vomitaban rafagas hacia donde estaban parapetados los audaces resistentes. Los fronterizos comunistas ya contabilizaban algunos de los suyos caidos en la tierra de vegetacion costera. Roberto que habia lanzado una granada que se quedaba corta al estallar, y al intentar incorporarse para ver a donde lanzar otra con mejor punteria, dos balas hacian contacto en su cabeza, viendo Ramon como su amigo caia pesadamente de bruces, a su lado, sin proferir una palabra, y con la cabeza macabramente destrozada, saliendosele la masa encefalica por un profundo boquete en la boveda craneal.

Ramon comprendió que habia llegado la hora para el. Colocó otro peine a la San Cristobal, posiblemente el último, y apretó una vez mas el gatillo, pero ahora el de tiro a tiro. Pensó en Matilde, su novia ya en Estados Unidos, y que no la iba a ver mas; de su rostro tiznado de pólvora, tierra y salpicado de pedazos de su amigo, brotaron lágrimas antes de recibir los impactos de las balas enemigas de cubanos. Con el pecho, los brazos y las piernas impactados de plomo, brotando sangre a borbotones, caia Ramon Martos. Inexplicablemente ni una sola bala habia tocado aquel rostro apuesto, palidecido conmovedoramente con la llegada de la muerte…

(Tomado de las paginas 92 a 96 del libro-novela Senderos de Rocio y Sal de la autoria del Manuel Prieres).

Nota: La foto 1 de la Cerca de Peerles indica el sitio por donde se atasco la Rastra antes de llegar a ella y asi no poder alcanzar el lado Americano en la frontera de Guantanamo.

Nota: La muchachita en la foto no. 2 junto a sus tios abuelos en Hialeah, EE.UU., fue una de las dos hijas de la madre que iba en la Rastra pero capturada en el cruce. Estrellita logro alcanzar la libertad, pero su hermanita Viviana quedo atrapada junto a su madre Estrella en el comunismo por mucho tiempo. (Foto aparecida en un reportaje de Joaquim Utset, el Nuevo Herald, el 8 de diciembre de 1999.

Nota: Estrella Carvajal, hija de Estrella Riesco, en la foto no. 3 exhibiendo en sus manos una foto de ella cuando tenia la misma edad de Elian Gonzalez Broton en tiempos que la cruzaron por la frontera de Guantanamo y llegar a la libertad. Foto tomada de un reportaje del Nuevo Herald el 8 de diciembre de 1999 por el periodista Joaquim Utset. Estrellita Riesco tuvo mas suerte que Elian porque su caso fue en tiempos de Richard Nixon en la Casa Blanca y no se permitió entonces que ella regresara a la sombra del comunismo a pesar que su padre, comunista de la Marina revolucionaria, hizo ingentes esfuerzos para lograrlo.


Manuel Prieres
villagranadillo@bellsouth.net
Miami, 26 de Julio del 2007



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