LA LIBRERIA CERVANTES: OTRA ALEJANDRIA

Por Manuel Prieres


Casi en los mismos momentos que el cubanoamericano Marco Rubio ascendía a la presidencia de la Cámara de Representantes en la legislatura de Tallahassee, en la histórica Calle de Miami una reliquia de la cultura y la literatura, la Librería Cervantes, era devastada para siempre por el fuego ya que cuando un libro –que es irrepetible como cada ser humano- se quema es para siempre.

Toda una desgracia.

Su propietario declaró a la prensa que no tenía asegurado el inmueble por los altos costos de las primas aseguradoras.

He aquí un triste desenlace donde todo un acervo cultural colocado en los vetustos estantes de una librería de barrio desaparece víctima del fuego asesino ante los asombrados ojos de un vecindario, de una comunidad intelectual.

Similar final que sufriría también la biblioteca de la Antigua Alejandría al ser pasto de las llamas todo un tesoro cultural de la época siniestrado por manos jerárquicas (primero) y bárbaras (después) con intenciones oscurantistas y depredadoras.

Los casos de Alejandría y la Librería Cervantes de la Pequeña Habana arrojan un elemento común en todo ello: incineración, despojo forzado, de la PROPIEDAD.

“La Propiedad es el derecho de cada individuo para ejercer el dominio y la posesión de alguna cosa determinada. Un derecho anterior a todo vestigio de sociedad y por tanto connatural al hombre mismo”.

Los fundadores del Socialismo Moderno (sansimónicos)asentarían su doctrina en tres principios: el anticlericalismo, la abolición de la

PROPIEDAD PRIVADA y las masas populares debiendo ser dirigidas por elites ilustradas y capaces”.

Como resultado de esta doctrina “sansimónica” el individuo es despojado de su derecho natural de posesión de Propiedad que le hace fuerte, influyente y libre; destinándosele por el contrario un puesto de dependencia totalmente servil y sometido a eso que ellos adoran y promueven: El Gobierno. El Estado.

En estos días finales de año donde los huracanes no nos han visitado, la santa ira ciudadana se adueña de las calles de Miami y sus alrededores cuando producto de un proyecto de ley del Senado Estatal de Tallahassee número 1980, aprobado a mediado de año por la legislatura de la Florida, habrá de producir un incremento de los seguros a la propiedad en forma intributable.

Pareciera como si una nueva versión de Carpetbaggers (*) hubieran tomado por asalto la legislatura de Tallahassee. Cabilderos, Grupos de Intereses, Ejecutivos de Compañías de Seguros, Políticos, todos confundidos entre sí para hacer daño.

Peligra la propiedad privada. Multitudes de propietarios pudieran perder sus posesiones al una compañía de seguros proponer un aumento adicional de un 55.8 por ciento a las viviendas y un 610 por ciento a las pólizas comerciales. Si esta canallada no emula con lo que hacían los Carpetbaggers al final de la Guerra Civil Americana, que venga Dios y lo aclare.

Imaginémonos por un instante a ese universo de propietarios residenciales y comerciales agredidos gubernamentalmente. Los comunistas, por ejemplo, intervienen la propiedad privada so pretexto de ir en pos de la utopia “emancipadora”. Aquí, coincidentemente con los comunistas, en el Estado de la Florida se atenta contra la propiedad privada en nombre de la prosperidad, el desarrollo, el bienestar ciudadano, el futuro. Mentira. Pura ¡demagogia! Puro ¡fabianismo!

Esto, irremediablemente, se trasluce en una crisis social de grandes proporciones en el Estado de La Florida, por tanto no queda más camino que reclamarle –con toda firmeza- al gobernador y todos, pero todos, los politicos que días atrás tomaron pomposamente la dirección de los destinos del Estado de La Florida, UNA REUNION DE EMERGENCIA CONQUE DETENER ESTE ATRACO A MANO ARMADA A LA PROPIEDAD Y PARA QUE NO PUEDA CONSUMARSE.

Convirtámonos, pues, desde los Cayos hasta Pensacola en indignados Guardianes de un derecho connatural a la persona humana: la propiedad. No permitamos que nos la roben.

Right now.


Manuel Prieres
villagranadillo@bellsouth.net



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