MR. PRESIDENT: El INSTITUTO VILLA GRANADILLO invita a todas las personas de buena voluntad que desean finalice la tragedia cubana de más 45 años de existencia, pidan al presidente George W. Bush disponga de medidas punitivas contra el régimen castrocomunista de La Habana restringiendo los viajes y el envío de remesas monetarias a la isla de Cuba. Durante 45 años Fidel Castro jamás ha tenido que pagar por sus acciones criminales. Es hora de que haya una primera vez. The White House: (Phone) 1-202-456-1414 (Fax) 1-202-456-2461 (E-mail) www.President@whitehouse.gov Los Viajes a Cuba aparte de representar substanciales ingresos monetarios para las arcas del actual régimen de La Havana(*), como además una forma de practicar fugaces y esparcidos encuentros familiares en el interior de la isla, también no se puede pasar por alto cómo a través del tiempo dentro del país ha venido adquiriendo proporciones considerables un elemento socio-delincuencial a partir de su propio desprendimiento del seno del oficialismo castrista. Desde ese ángulo, los Viajes a Cuba están contribuyendo a la edificación de un mundo delincuencial y criminal paralelo a la ortodoxia castro-comunista en plena descomposición. Algo parecido a las tristemente célebres mafias rusas surgidas en la patria de Tolstoi a raíz de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URRS). Es por eso que decimos que los actuales Viajes a Cuba alimentan, combustionan, ya todo un sórdido mundo maquinador-delincuencial que abarca un amplio espectro: desde esas agencias promotoras de Viajes a Cuba en el exterior, enriquecidas primero, y usando después parte de esos recursos monetarios para levantar una "industria pro-castrista" en las propias narices de los exiliados cubanos; la degradación del cubano que tiene que pedir visa para viajar a su país; la usura oficialista practicada sistemáticamente sobre las espaldas de todo aquel que viaje a Cuba; el resentimiento exacerbado e in crescendo hacia los que visitan Cuba por parte de aquellos que no tienen familiares en el exterior y por tanto se quedan "fuera del juego" (el 65% de los cubanos en la isla no tienen familiares en el exterior); el contrabando humano desde Cuba hacia el exterior, cada vez más repetido, riesgoso y en ocasiones con pérdidas de vidas en la travesía por mar; el existencialismo, el jineterismo, el pornoturismo, los bajos fondos, el contrabando doméstico, los robos, los asaltos, los asesinatos en masas, en fin… II Todo un submundo de alcantarillas bajo el sello y la paternidad de las camorras rojas profusas en la Cuba de hoy día donde la diana a impactar son los que viajen a ella. Los mismos que en su memoria colectiva siguen viendo al que se fue para el extranjero como un Gusano al que hay que esquilmar cuando menos. ALGO PARA RECORDAR: Una breve historia cronológica de las represalias por parte del régimen comunista de Cuba contra los ciudadanos que solicitan su salida del país legalmente: A principio de la década de los años 60s en Cuba el cubano que decidía salir del país, solamente le bastaba pedir una Visa W. a los EE.UU., pagar $15.00 dólares y decidirse a tomar el avión. A mediados de los años 60s a los que pedían salíar legalmente de Cuba, el régimen les catalogaba públicamente de "apátridas" que tenían que pagar un precio por su "traición a la revolución". A saber: * Enviados forzosamente a los campos agrícolas para purgar su "crimen" mientras les llegaba el telegrama de salida, una espera que oscilaría de dos a cinco años o nunca. * Todo un seremil de documentos personales a recolectar para tenerlos listos a la hora de la salida, pues de no tenerse en orden y completos, sencillamente se les prohibía viajar fuera del país. * A la hora de la llegada del "telegrama de salida del país", el Ministerio del Interior hacía un inventario de las propiedades del que se iba, y si por alguna casualidad no cuadraban con las que se consignaron el día de presentación de salida, pues podía peligrar la ida del país del "apátrida" y su familia. Es decir, que irse de su patria legalmente en tiempos de la revolución significaba que el "traidor a la revolución" tenía que entregarle al Estado todos sus bienes de una vida así como su heredad ancestral. En los años 80s y 90s todo ciudadano que solicitaba su salida del país y que hubiera sido graduado profesionalmente por la revolución comunista, tenía que pagar en dólares lo que el régimen entendía le había costado al Estado su educación y formación. A partir de la creación de la "Lotería de Visas" bajo la administración del presidente Bill Clinton, el que solicita su salida del país todavía dentro de Cuba no tiene que pagar el " precio" que sus compatriotas en el pasado tuvieron que saldar con el Estado, ahora -el que se va-,como emigrante esta vez, su estipendio lo tiene que pagar fuera de Cuba al convertirse automáticamente en un enmarañado rehén de La Havana(*) al contraer una doble responsabilidad con los suyos que quedan atrás, y el comienzo de una nueva vida afuera que ambas conspiran con la necesaria estabilidad y realización personal. Algo así como si la tradicional dependencia del individuo con el Estado comunista en Cuba, esté siendo desviada ahora hacia el familiar fuera del país significando con ello una relación parásito-filial en detrimento de la natural auto estima que debe primar en cualquier ser humano. Exacto. ¡Miami: factoría de Fidel Castro! INSTITUTO VILLA GRANADILLO Manuel Prieres - Dr. José Sánchez Boudy (fundadores) Miami, Mayo 1 del 2004 Villagranadillo@aol.com
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