INSTITUTO VILLA GRANADILLO"Una sociedad pegada a eso sencillo y valioso que se puede tocar con las manos: el Entorno". El Instituto al patrocinar esta SERIE les invita a su lectura, estudio y reflexión:"OPERACION ANTIAEREA"Como se denominó la operación guerrillera que secuestraría a 29 marines USA en Guantánamo un 28 de junio de 1958. (En las propias palabras de su autor). CUARTO DE UNA SERIE (IV)Raúl Castro Ruz, dice: "A fines del mes de mayo de 1958, nuestro Departamento de Inteligencia Rebelde hizo llegar a mis manos una fotografía y un documento de excepcional importancia. Se trataba de una fotografía tomada dentro de la Base Naval norteamericana de Guantánamo, donde aparecían dos aviones de Batista con un camión norteamericano cargado de armamento parqueado al lado de los mismos. Las insignias de los aviones junto a las siglas de U.S. que aparecían en una caseta pegada a la pista no daban lugar a dudas de que se trataba de aviones de Batista recibiendo ayuda de la Base Naval norteamericana de la Bahía de Guantánamo". "El otro documento, más importante aún, arrancado de los propios registros de materiales de guerra de los archivos de la Base Norteamericana de Guantánamo tenía fecha 8 de mayo de 1958, y la firma de una autoridad encargada de esos trámites. Se detallaban en el mismo uno de los envíos de materiales bélicos al gobierno de Batista. Cuando tuve esos papeles en las manos, y teniendo en mi mente el cuadro que relataba anteriormente respecto a los bombardeos, sólo hice un breve comentario: "Esto es una bomba atómica, que debemos reservar para usar en el momento oportuno". " "Desde que recibí dichos papeles, frente a cada bombardeo, frente a cada poblado arrasado por la aviación, pensaba en la forma de detener esos métodos bárbaros empleados por el enemigo..., y por muchos análisis que hacía, siempre llegaba a la conclusión de que la única posibilidad que tenía para lograr ese objetivo, era sacar a combatir "nuestra bomba atómica de reserva" que indudablemente la constituía la foto y el documento anteriormente mencionado." "Alrededor del 17 de junio, encontrándome en el Puesto de Mando del comandante Amejeiras, sosteniendo con éste y varios oficiales bajo su mando una entrevista, donde analizábamos las operaciones militares que en ese momento se libraban por su zona, reunión que efectuábamos en un viejo ranchito abandonado, nos sorprendió un bombardeo, del que tratamos de protegernos corriendo hacia un cafetal cercano, buscando una cueva que sabíamos existía en el lugar. Cuando fuímos a entrar, la encontramos repleta de familias campesinas con el espanto reflejado en los rostros, algunos de los cuales no podían ocultar su manifiesta hosquedad hacia nosotros. Un viejo campesino, con pesar y hasta con un poco de indiferencia mirándome fijamente me preguntó: "¿Cuándo se va a acabar esto?" No encontrando mucho que decirle me limité a contestarle, tratando de darle un poco de ánimo: "No se preocupe, que esto se acaba pronto." ..." "Frente a esta situación incómoda decidí salir de la cueva, sentarme cerca de su entrada y a la sombra del cafetal esperar el final del bombardeo. Armé mi hamaca entre dos cafetos a unos 40 o 50 metros distantes de la entrada de la cueva mencionada y fue precisamente allí, después de pensar un buen rato, donde tomé la decisión de proceder a detener a los ciudadanos norteamericanos que estuvieran a nuestro alcance, y producir un escándalo internacional." "Analizábamos los factores que considerábamos más importantes. En primer lugar, la responsabilidad en que yo incurría al tomar esta decisión "por la libre" son consultar con la Comandancia General de la Sierra Maestra, lo que nos llevaría no menos de 20 días, según experiencia que teníamos al enviar los mensajes a través de Santiago de Cuba, ya que aún no teníamos comunicaciones directas con Fidel." "El día 22 de junio me dediqué a escribir la Orden Militar No.30 además de las instrucciones secretas que complementaban la misma, así como otras instrucciones que con relación a dicha Orden tenían que cumplir las diferentes unidades. Próximo a nuestro territorio, el lugar donde más concentración de norteamericanos había, era la Base Naval, escogiéndose al amanecer del viernes 27 de junio para iniciar el cumplimiento de dicha Orden, teniendo en cuenta que ese día de la semana, numerosos infantes de marina y oficiales norteamericanos salían de franco hacia la ciudad de Guantánamo. Se señalaron también como objetivos fundamentales, el Centro Minero Industrial de Moa, la Nicaro Nickel Company, la United Fruit Sugar Company, y sus colonias de Guaro, así como una serie de centrales azucareros cercanos, propiedad de monopolios norteamericanos. El día 26 de junio todas las unidades sabían la misión que tenían que cumplir." (Los 29 marines fueron secuestrados un 28 de junio de 1958 en una curva de la carretera Guantanamo-Base Naval USA llamada "La Sombrilla".) "Durante los ratos libres, de esos días de guerra paralizada como consecuencia de los "americanos antiaéreos", como decían los guajiros, dimos algunas entrevistas a los corresponsales extranjeros que allí se encontraban. Entre las preguntas que nos hacían, había mucho interés en saber nuestra respuesta sobre la situación en que se encontraban los ciudadanos norteamericanos. Si en calidad de huéspedes, de prisioneros, secuestrados, retenidos, etcétera. A lo que Vilma contestó con agilidad: "El Ejército Rebelde los definía en la posición de testigos internacionales de los acontecimientos que se estaban desarrollando en Cuba". Algunos periodistas rieron maliciosamente y siguieron haciendo preguntas." Y concluye Raúl Castro Ruz: "La "OPERACION ANTIAEREA" había logrado plenamente sus objetivos políticos, militares y morales. Los combatientes del Ejército Rebelde, así como la masa obrero-campesina que nos apoyaba en todo el territorio liberado comprendieron a cabalidad la medida adoptada, la que a su vez les permitió ver a ellos, con más claridad, el verdadero fondo de la realidad cubana, los responsables fundamentales de esa situación, y por lo tanto, el hecho indiscutible de que nuestra lucha no podía terminar con la caída de Batista, sino que debía irse más allá, hasta la eliminación de las verdaderas causas de los males de nuestra Patria. " Sin comentarios. A 43 años de esos acontecimientos, saque usted sus propias conclusiones. Cuba que ahora que está saliendo del "comandante en jefe" ¿cómo se va a embarcar con este otro "General en Jefe" de cuatro estrellas? Eso no existe. FIN Manuel Prieres Miami, julio 16 del 2001 villagranadillo@aol.com
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