MARTÍ BIEN Y MAL ENTENDIDO

POR MARCELO FERNÁNDEZ-ZAYAS


Adolescencia

José Julián Martí y Pérez (1853-1895), figura cimera del independentismo cubano es motivo de admiración y reverencia de su pueblo. Mucho se ha escrito acerca de Martí, pero no abunda la literatura crítica sobre él. Supongo que hay temor a desacralizar su memoria, pero, es necesario hacerlo para comprender bien su aspecto humano y dimensión real.

Martí fue condenado a prisión por sus ideas políticas cuando tenía 16 años de edad. Era casi un niño cuando escribió la cuartilla sobre la apostasía que lo llevó a la cárcel: ¿Heroísmo juvenil o crueldad política colonial? Las dos cosas, admito la primera, aunque me inclino más a lo segunda. Sin embargn, un culto y estudioso amigo me señaló al respecto el caso de Amadeo Mozart y su genio desde temprana edad: argumento irrebatible.

El tribunal que lo condenó a seis años de prisión no estaba compuesto de otros jóvenes. Dejó ver en su sentencia, más que nada, qué no distinguía entre el acto de protesta de el un adolescente y de un adulto. A esa edad Martí reflejaba en lo dicho, posiblemente, el eco de las palabras de sus mentores más que entendimiento del campo político en que entraba. Y, cuando señalo mentores, estoy hablando de un grupo de personas desafectas a España con influencia política en círculos intelectuales de Cuba. ¿Utilizó el gobierno colonial a Martí como ejemplo de castigo a adultos más peligrosos?

Intelecto

Este patriota era primordialmente un literato más que un pensador original de las teorías o prácticas políticas de su época. Martí supo expandir y popularizar ideas democráticas civilistas no muy aceptadas y menos practicadas en Hispano América. Entendía que el fracaso de las repúblicas hispanoamericanas no debía repetirse en Cuba y, combatió el caudillismo tan arraigado en sus tiempos.

Este hombre era una persona de gran intelecto que adquirió nombre por sur esfuerzos en la literatura española de la época y, después en la política. Su disciplinado pensar le permitió ahondar y desarrollar la lengua española en un ambiente de habla inglesa: prueba de su ahínco y cuidado en el trabajo. La literatura martiana es abundante y variada; no es mono temática ni aburrida. Su poesía y prosa eran fieles espejos de su sagaz personalidad y extensa cultura.

Esto me lleva a pensar en varias cosas relacionadas con su trabajo. En las muchas horas que este hombre dedicó a solitarios ejercicios intelectuales fecundos: Martí murió a los 42 años y dejó muchos volúmenes de valiosos escritos. Si tomamos en cuenta la ausencia de instrumentos que facilitaran la escritura, podemos concluir que la mayoría de sus horas libres las dedicó a la lectura, pensamiento y comunicación. Hay que notar que no muchos tenían bibliotecas en sus casas; casi todo el trabajo de lecturas especializadas se efectuaba en bibliotecas públicas. Así mismo, recordemos que la mayor parte de las comunicaciones de la época se efectuaban personalmente o por medio de la escritura. Es admirable el esfuerzo que desplegó en adquirir y diseminar sus grandes conocimientos literarios y políticos.


Política y Economía

No han llegado hasta mí muchos escritos que muestren claramente el pensamiento económico y administrativo de Martí. Hay pruebas de que conocía y entendía bien estos campos, pero no discursó ampliamente sobre ellos. ¿Podía pedirse más? : Sí, a un pensador puramente político; no, a un literato. ¿Es esto falta grave? En lo absoluto, hay que pensar que el tiempo, circunstancias y vocación a las letras fueron limitando su producción en lo específico de otras disciplinas.

Este culto escritor cubano era un comentarista y crítico profundo de sus tiempos. Su labor periodística, mayormente, era la de un columnista profundo y serio de la actualidad. No sé si clasificarlo como ensayista, este término se presta a confusión y limita, pero sí un gran pensador y comunicador. Admirablemente, Martí era un efectivo diseminador y cabildero de su causa. Su título oficial era Delegado de la independencia cubana (Partido Revolucionario Cubano). ¡Justo, descriptivo y apropiado término!

Uno de los méritos más grandes de Martí fue unir lo diverso en el pensamiento y espaciado por la geografía. Ofreció puente de paso a nuevas generaciones. Y, acopló en una causa a obreros, intelectuales y guerreros. Trató de educar en la práctica política democrática, en lo posible, a autoritarios militares como Antonio Maceo, Máximo Gómez y otros. Organizó la formación política y recaudación de fondos entre los simpatizantes de la independencia cubana. Este trabajo es de un incalculable valor en la política de todas las épocas. Indudablemente, para hacerlo efectivamente hay que tener grandes conocimientos de grupos y personas. ¿Cómo describirlo y qué título darle en una sociedad moderna? A cien años pasados de su muerte creo que el título de Delegado de un grupo revolucionario es apropiado y vigente en lo semántico y político.


Amores

Unos de los tópicos que muchas personas quieren evitar, al hablar de la vida de Martí, es el de sus relaciones con mujeres. Historiadores que lo han estudiado aseguran que tuvo una esposa y cinco o seis amantes en su vida. ¿ Es ésto un número grande para un hombre de su época qué murió a los 42 años de edad? Unido al caso hay que señalar también dos cosas. Una, su carisma que atraía naturalmente a muchas mujeres; dos, su condición de español, blanco, culto y viajado que lo hacía más deseado en Hispanoamérica. Hay que revisar el término de mujeriego que muchos le atribuyen. Es más, pregunto, ¿Tendría mucho tiempo libre y voluntad para dedicarlo a los amores, una persona que desplegó tan apasionada e intensa actividad literaria y política?


Costumbres

Martí era bebedor moderado de vino, costumbre de la época, sin que haya indicios de que abusara de la bebida y el fumar, que pocas veces hacía. Hay quienes mencionan desdichadamente el apócrifo y derogatorio mote de "Pepe ginebrita", éste fue obra difamatoria de sus enemigos; los que lo repiten hoy en día exhiben su ignorancia y superficialidad al hablar. Martí se vio envuelto en muchas polémicas en su vida pública. Los choques de ideas políticas, debido a la natural discrepancias que estas conllevan, fueron mínimos comparados con otros grupos y personas en similares circunstancias. Tanto en Martí como sus asociados en la guerra primó la discreción, respeto y cordura sobre las emociones. Estas discrepancias eran naturales, clarificadoras e inevitables entre creyentes de una causa común. Una gran virtud de su pensar es que contemplaba la independencia como un paso a dar inicial y correctamente en el camino a la democracia. Su separatismo era constructivo; veía en él la piedra de cimiento de una sociedad libre.


Militares y Civiles

En 1884, Martí tenía 31 años de edad; el General Máximo Gómez; 48 años, y el General Antonio Maceo, 39 años. Ellos se reunieron en New York para discutir el futuro de Cuba. Naturalmente, Gómez y Maceo, por ser más viejos y conocidos reclamaban autoridad y acatamiento de planes y pensamientos en la conducción de la guerra. Martí, por otro lado, formado civilmente, mucho más joven y desconocido se enfrentó con la realidad de una guerra donde los generales no querían acatar a los civiles. ¿Algo inusitado en este caso en aquéllos momentos y circunstancias? ¿En una cultura cubana qué desconocía básicamente la práctica de los principios civiles y democráticos?

Lo ejemplar del caso es que Martí supo ganarse la voluntad y respeto de los guerreros con el tiempo y prosiguió la guerra en forma más o menos aceptable. Recordemos que eran personas que trataban de transitar por un camino nuevo en los que no tenían mucha experiencia. Sin embargo, antes de juzgar negativamente a Gómez y Maceo meditemos en esta pregunta: ¿Era lógico pensar qué los dos grandes motores de una guerra de independencia decidieran acatar a civiles prácticamente desconocidos y probados en las luchas?

En este encuentro se plantea, define y expande la lucha entre civilistas y militares en Cuba que dominó parte de los siglos XIX y XX. Curiosamente, los civilistas utópicos de ayer, son los triunfadores del presente político mundial. Martí vio claramente el peligro de los caudillos militares de nuestro mundo. Los combatió por entender que una independencia de España bajo caudillos, era la continuación de falta de libertades con otro nombre político. No olvidemos que Martí había conocido de cerca a los dictadores militares hispanoamericanos de aquellos tiempos. Y, el regionalismo caudillista de la guerra cubana del 1868-78 fue contribuyente mayor a su estancamiento y derrota. Martí estudió la guerra del 68-78 y llegó a la acertada conclusión que, los caudillos militares de ésta habían actuado en forma regional sin un concepto maduro de la independencia y democracia en lo político. Y, desde el punto militar mostraron carecer de una estrategia adecuada en lo nacional. No quiso en el 1895 repetir los errores de la antigua contienda.

La postura militarista de Gómez y Maceo se reflejó, casi un siglo después, en revolucionarios latinoamericanos que predicaban "revolución dentro de la revolución". Más que establecer un estado comparativo que no es propio, estoy notando cierta similitud en el reclamo. Fidel Castro impone su condición de caudillo a Frank País que clamaba por la postura civilista de Martí en los albores de su revolución en Cuba. Lucha histórica entre caudillos y civilistas democráticos; los primeros sé auto titulan pragmáticos y califican de utópicos a los civiles democráticos. Los generales autócratas de antaño no se diferencian mucho de los caudillos del presente. Han cambiado los uniformes y tiempos, pero no la voluntad autoritaria que los animan. Hay necesidad de descubrir entre los nuevos héroes a los militares, casi anónimos, del presente que no se han unidos a los ejemplos caudillistas de sus países. ¡Verdaderos héroes!


Martí y los Historiadores

¿Por qué muchos historiadores de Martí han presentado una descripción romantizada de su vida? Creo, primariamente, que algunos de ellos seguían patrones de sus épocas. En su mayoría han hecho un gran esfuerzo por establecer fielmente lo ocurrido. Hubo quienes motivados por deseos armonizantes no quisieron ahondar en aspectos considerados triviales, divisionistas o fuera del entendimiento convencional del lector de la época. Y, sorprendentemente, hay todavía mucha falta de serios estudios históricos sobre Martí. Estamos en una fase intermedia de su conocimiento.

Señalaba en párrafos anteriores que Martí era conocedor de economía y administración aunque no había escrito mucho sobre ello. Esto es importante, en 1891 representó al Uruguay en la Comisión Monetaria Internacional Americana, en Washington, el tema principal de esta conferencia era el bimetalismo. Supongo que él era buen conocedor de economía para hablar internacionalmente, en inglés y español, sobre este tópico. Cabe destacar que, desde el año 1887 era colaborador del Economista Americano de la ciudad de Nueva York.

Representó a la Argentina, Paraguay y Uruguay como cónsul en New York. Estos cargos eran de extrema importancia comercial para estas naciones. Muchas veces eran de más importancia práctica que el más protocolar de embajador en Washington. Estas posiciones no se ofrecían a simples amigos extranjeros. Se nombraban en ellas a los mejores conocedores de economía y política que se pudiera encontrar.

Martí fue traductor del Appleton Co. , empresa editora de libros de gran fama en la ciudad de New York. Tradujo literatura, lógica e historia antigua; el análisis de sus traducciones ayudará mucho a conocer aspectos literarios de su obra. Posiblemente, haya tesis doctorales sobre estas traducciones.


La Guerra

Antes de entrar en la fase final de la guerra es válido comentar acerca de las relaciones de Martí y Gómez. Gómez se trasladó con su hijo Panchito Gómez Toro a New York el 8 de abril del 1894, para planear la guerra en Cuba y estuvo con Martí varios días. En este viaje aparentemente reconciliaron las diferencias habidas diez años atrás. Panchito se quedó con Martí y de mayo a julio recorrieron el circuito de emigrados de Estados Unidos y Centro América. Éste pudo conocer la personalidad y trabajo de Martí e informar de primera mano a los generales Gómez y Maceo de lo visto y aprendido. ¿Qué otro motivo tenía el viajar y vivir con Martí? Panchito murió en similar misión acompañando al general Maceo.

El 25 de marzo del 1895, Martí firma el Manifiesto de Montecristi, en la República Dominicana y el 11 de abril, desembarca en Cuba en unión de Gómez y otros. Vuelven a sangrar las viejas heridas de New York once años atrás. Martí confía a su diario de Cabo Haitiano a Dos, Ríos lo sucedido en la hacienda La Mejorana. Estas páginas desaparecieron del diario, aparentemente destruidas por Gómez.

Existen documentos no revelados en que Maceo habla de lo sucedido en La Mejorana. El historiador cubano Pancho Coronado estaba en posesión de una carta de Maceo en que habla de lo sucedido en La Mejorana, pero no la hizo pública por razón "patriótica". Y, Fermín Valdés Domínguez, hermano de luchas, menciona aspectos de la vida privada de Martí en un libro no conocido. Pienso que estos documentos se consideran negativos a la imagen de este prócer, porque permanecen ocultos. No comento acerca de ellos por desconocer su contenido. Creo, especulo, que hablarán algo respecto a su obra que no se considera en línea con su imagen de dios del Olimpo cubano que muchos han construido. Estimo que no podrán degradar su labor como literato y político. Tal vez mencionan algunos defectos de naturaleza humana que toda persona tiene. No hacen gran favor a la historia los que los mantienen en secreto. Martí no era un ser perfecto, sino un hombre y debe conocerse como tal en toda su extensión.

La posibilidad de existencia de lo negativo, sin embargo, sería un gran golpe para la sensibilidad del pueblo cubano. No estamos acostumbrados a admirar a hombres sino venerar a santos. Nuestra idiosincrasia nos lleva a elevar en un altar a todo lo que amamos y, bajar al infierno lo que tenga aspectos humanos. No existe aceptación del patriota como ser sujeto a una actuación terrenal imperfecta. Esta creencia tan arraigada en los cubanos no es particular en nuestro pueblo, se extiende a muchas culturas, principalmente, de origen mediterráneo. Repito, no he visto tales documentos supuestamente críticos de Martí. Pero, no dudo que existan; Martí era un hombre admirable no un ser perfecto nacido en Cuba.

Más volvamos a su etapa guerrera. Un aspecto significativo de días anteriores a su muerte y que muestra la personalidad de Gómez fue el fusilamiento del bandido Pilar Masabó. Martí pidió que le perdonaran la vida, pero Gómez lo hizo fusilar. No hubo cortesía hacia la petición del Delegado. ¿Era más importante el castigo al bandido qué mostrar clemencia por petición del Delegado?

El 19 de mayo del 1895, Martí cae en combate. Los soldados españoles dieron sepultura a su cuerpo. Hay diferentes versiones de cómo Martí murió. Una dice que estaba deprimido por la reciente muerte de su gran amigo el general Flor Crombet y las conversaciones con Gómez y Maceo en la Mejorana y, que buscó al enemigo para suicidarse. Otra versión es que deseaba entrar en combate y dar ejemplo con su actuación. Cuando Máximo Gómez lo vio presto a partir le dijo "retírese hacia atrás que este no es su puesto". Esta orden era una invitación a la desobediencia.

Hay que notar que Gómez había nombrado a Martí Mayor General el 15 de abril, rango por debajo de los que él y Maceo tenían. En otras palabras el Delegado civil pasaba a subalternos de los militares Gómez y Maceo. Ante este nombramiento, pregunto, ¿El subordinar Martí a Gómez era en la práctica un golpe de estado o incumplimiento de compromisos anteriores? Existe la posibilidad que se había llegado a un acuerdo transitorio en lo referente a rangos en espera de una reunión más tarde con los civiles. Martí desobedeció a Gómez en Dos Ríos, se presentó en la batalla en su caballo Baconao y murió en una descarga de fusilería. Hay ciertos aspectos de su muerte que aún permanecen confusos por eso planteo la pregunta: ¿Suicidio o caído en combate?

Revisando y ahondando en la historia, tal vez, un día podamos responder esta interrogante. Sin embargo, el 15 de abril de 1895 quedará en la historia como un día funesto. Gómez, en la práctica, se declaraba Caudillo de las tropas independentistas con la anuencia de los militares. El manifiesto de Montecristi firmado el 25 de marzo del 1895 en La República Dominicana reconocía al Delegado del Partido Revolucionario Cubano como igual signatario de la proclama libertaria. Es más, Martí firmó el documento primeramente seguido de Gómez. Tres semanas después hay un solo dirigente: Gómez, General en Jefe.


Notas sobre Martí

Hay necesidad imperiosa de enfocar a Martí en forma más humana y moderna para entender bien su vida. Se debe evitar el mencionar a Martí en forma genérica y fuera de contexto. Como sus escritos fueron profusos Martí se presta a la cita oportunista y sin valor, tratando de justificar muchas acciones que él no hubiera aprobado. Cada vez que escucho a una persona diciendo: ¡Cómo lo soñó Martí! O, ¡Martí dijo!, tiemblo de miedo en espera de una barrabasada. Todos los pícaros políticos cubanos se han amparado en José Martí para cometer fechorías.

Citaré algunos ejemplos del uso utilitario de su pensamiento. Un bandido cubano asaltó y robó a un grupo de personas exclamando: ¡Con todos y para el bien de todos!, frase de Martí, mientras les quitaba sus pertenencias. Fidel Castro nombró al grupo que asaltó el Cuartel Moncada, en 1953, Jóvenes del Centenario. Y, después alegó ante la corte que lo juzgó que Martí había sido el autor intelectual del hecho. El presidente John F. Kennedy recibió a los invasores de Playa Girón en Miami, después que los traicionó, citando palabras de José Martí. Los Sandpipers, grupo musical estadounidense, unieron la lírica de la canción Guantanamera de Joseíto Fernández con los versos de Martí y se hicieron ricos. Y, pudiera citar muchos más casos. Desgraciadamente las palabras de Martí se usan como agua bendita para bautizar cualquier empresa sin distinción.

Hay que calcular las horas que Martí trabajaba al día para darnos cuenta de su dedicación a sus propósitos. Es preferible un Martí despojado de sus títulos de: Apóstol, el Soñador y otros. Y, referirnos a él como un ser humano a admirar por su intelecto, honestidad y tesón.

Finalmente, el adjetivo "soñador" puede llevar a muchos a conclusiones equivocadas. Este patriota cubano era persona realista y práctica, muchas veces lo demostró de manera fehaciente. Algunos escritos, en prosa o verso, reflejan un estilo romántico literario muy popular en su tiempo, pero no confundamos literatura con un sentido ilusorio de la vida. Hay quienes señalan, negativamente, que Martí exhibía tendencia a la hipérbole y a la mención repetida de la palabra muerte. ¿Estilo literario, costumbre de la época o personalidad? : Observación válida, pero posiblemente inconsecuente.

Lo mejor de Martí es que era tan humano que puede ser imitable por muchos y alcanzado por algunos. Lo peor que puede hacerse contra su nombre y herencia es elevarlo al Olimpo y despojarlo de su grandeza y dimensión como hombre.


Legado

El 2 de mayo del 1895, 17 días antes de su muerte llega al campamento de Martí el corresponsal del New York Herald George Eugene Bryson para dar a conocer al mundo la guerra de Cuba. Martí obviamente había arreglado el viaje.

Un aspecto poco entendido de la obra de Martí, en forma práctica, era el dar a conocer al mundo que la revolución no dependía de oscuros generales. La existencia de un gobierno civil en armas legitimaba y ampliaba el esfuerzo. Desdichadamente, Martí murió con un trabajo inconcluso. Y, Cuba continuó en vida republicana sufriendo la cruel experiencia de los caudillos en el poder.


FIN


26 de julio de 2000

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