EL DAÑO INTANGIBLE

Por Manuel Cereijo


Muchos han sido los crímenes cometidos por el gobierno de Castro a lo largo de estos 43 oscuros y sangrientos años. Fusilados, presos, perseguidos, torturados, exiliados. Confiscaciones, expropiaciones, depuraciones. Un pueblo engañado, oprimido. Un pueblo forzado a engañar, a odiar, a robar para subsistir. Un pueblo sin confianza en su prójimo. Un pueblo donde la amistad murió. Donde el lazo familiar se rompió. Pero hay mas aun. Castro, y su gobierno, han desbaratado, destrozado, cambiado por completo las vidas de los cubanos desde 1959. Ya sea en Cuba o en el exilio, el curso de la vida normal de una población cambio completamente.

Y no es si la vida de un exiliado ha sido mejor o no, porque obviamente aquella de los que se quedaron no lo ha sido. Es que la vida de todo cubano ha sido forzadamente distinta. Fuera de su desarrollo normal. Alejada de sus raíces, de su medio ambiente, de su barrio, de su pueblo, de su ciudad, de su campo. De sus amistades, de su música, de sus paisajes, de sus playas, de sus bebidas, de sus frutas. De su ámbito natural.

La generación ya establecida en 1959, profesionales, comerciantes, empresarios, obreros, campesinos, escritores, periodistas, artistas, vieron truncadas sus profesiones u oficios. Sueños sin completarse. Aspiraciones truncadas. Bodas que no se realizaron. Matrimonios afectados. Seres humanos que habían estudiado, trabajado, para llegar adonde se encontraban, de pronto se quedaron en el vacío. Ya sea los que vinieron para el exilio, o los que se quedaron, todo cambio. Incluyendo las vidas de los que pudiendo optar por no participar, optaron por cooperar. Y todo ha triado confusión, separación, profesiones cambiadas, oficios tergiversados, anhelos frustrados. Vocaciones truncadas.

La generación en formación en 1959, quizá la mas sufrida, vio su destino, sus sueños de un futuro, sus anhelos, sus esperanzas, todo desaparecer en alas de una llamada revolución, en un país que no lo necesitaba. Carreras universitarias terminadas abruptamente. Aprendizajes de oficios sin razón. El espíritu empresarial y comercial aniquilado.

Noviazgos desbaratados. Separación familiar. Jóvenes a la desbandada. Esto es un crimen sin perdón. La juventud es lo mas preciado de un país. Y Cuba tenia una juventud buena, bonita, feliz, responsable, jovial, fiestera. Estudiantes de institutos, paseos en los parques, reuniones y fiestas en los clubes, en las casas. Estudiantes universitarios, con sus inquietudes, casas de huéspedes donde se vivía en camaradería. Cuna de los futuros profesionales, y políticos.

Esta generación ha sido la mas sufrida, no solo porque su vida se trunco en el momento mas critico de su formación, sino porque no pudo al menos disfrutar tanto tiempo, como la anterior, de una patria feliz. Y esto, esto no tiene marcha atrás.

La generación que eran niños en 1959, o nacidos desde entonces, es una generación que no ha podido ver, apreciar, lo que fue su patria, su gente su pueblo. Los exiliados, luchando en dos idiomas, dos culturas, dos idiosincracias. Los quedados allá, han sido niños no-niños, sin juguetes, sin esperanza, sin leyendas, sin héroes, sin fe, sin esperanza, sin Dios. Esta generación da pena, lástima, rabia, frustración. Ha sido el castigo para la generación de sus padres que optaron por defender el sistema. El motivo de lucha y de superación para los que alcanzaron el exilio. Y el motivo de impotencia y frustración para los que permanecen en la Isla y nunca apoyaron el sistema.

Ha sido una generación valerosa, fuerte, honrada. Los exiliados han sabido asimilar una nueva cultura sin perder la propia. A pesar de barreras, a veces duras, han sabido seguir amando a la patria de origen o de sus padres. Y se interesan por su libertad. Y luchan por sus hermanos de allá. Y entienden y se preocupan por la causa de Cuba.

Los quedados allá, a pesar de una propaganda masiva, constante, una desinformación hábil, una educación adoctrinada, han sabido darse cuenta, pensar por si mismos, saber lo que deben hacer. Y saben que existe una vida distinta. Con futuro, con fe, con esperanza, con paz, con bienestar. Saben y están comprendiendo que necesitan la espiritualidad, de Dios. Que la ideología no puede reemplazar a la fe. Y que ningún hombre es el Estado. Que ningún hombre es el Gobierno. Que ningún hombre es Cuba. Poco a poco encuentran a Dios. Se dan cuenta que el ser humano tiene derechos. Y deberes. Y responsabilidades.

Y lo triste es que esto no tiene solución. Ya esta hecho. Las vidas no se pueden volver a vivir. Pero lo feliz, lo bueno, es que si hay solución para un futuro mejor y establecer un sistema en Cuba donde jamas esto vuelva a suceder. Y que todos vamos a tener la oportunidad de ayudar y moldear este futuro. Si, aunque a veces nos envuelva el pesimismo, el desencanto, pensemos que vale la pena la lucha. No importa quienes nos den la espalda. La libertad de Cuba esta cerca. Por que? Porque los cubanos, los únicos dolientes e interesados, así lo desean. Y somos un pueblo merecedor de esta libertad. Y pronto podremos compartir todos nuestro suelo, nuestra tierra, nuestra campiña, nuestras playas, nuestro cielo.


FIN



Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org