"La Radiografía del Socialismo" por John Pérez-Sampedro Como existe tanta confusión sobre qué son en realidad los Socialistas, hice una encuesta no científica, entre mis amistades y conocidos con el propósito de obtener un concepto moderno de estos pintorescos sujetos. El esfuerzo de la encuesta arrojó el siguiente resultado: Los Socialistas son individuos calculadores y de convicciones adaptables, inclinados hacia el Pacifismo el Medio Ambientalismo y el Populismo. Se sienten hermanados a personas o grupos extranjeros que comparten sus ideales y por lo general son poco patrióticos. Se sienten confortables con la idea de que: "El fin justifica los medios". Muchos son ateos y en su mayoría no son excesivamente religiosos, aunque promueven religiosamente la idea de un "Estado Todo Poderoso" que lo controle y lo provea todo. Los Socialistas rechazan el éxito individual y son por lo general, experimentados y hábiles dialogueros, así como expertos en demagogia, por ende, resultan usualmente exitosos argumentando ideas opuestas. Ellos pueden fácilmente convencer o confundir a sus adversarios, utilizando tácticas de dialécticas diplomáticas, las cuales le dan una apariencia de balance ideológico, pero contrario a lo que puedan proyectar en determinado momento, toda su energía mental y física la dedican 24/7 a promover su agenda revolucionaria Izquierdista. Los Socialistas menosprecian y consideran incapacitados e inferiores, a todos los que no piensen como ellos. Por lo general, se contradicen a sí mismo y manipulan estadísticas o información hábilmente durante discusiones o Foros, con tal de salir victoriosos en la polémica. Una ves en control de un gobierno, si logran implantar su desnaturalizada filosofía, los Socialistas harán lo que sea necesario para imponerla por la fuerza a todos, aún a los que no la desean y se mantendrán a toda costa, indefinidamente en el poder. Ellos esgrimen los derechos de las minorías y la defensa de los inmigrantes como una arma política. A través de décadas de demagogia y propaganda populista, han convencido a una buena porción de la población de muchos países, que solo ellos poseen la exclusividad y el deseo de proveer la Justicia Social que todos realmente ansiamos por igual. Los Socialistas norteamericanos promueven fuertemente los intereses especiales de grupos que aunque minoritarios, en conjunto representan en muchos casos la mayoría de los electores, tales como: Los Homosexuales, los Negros, los Hispanos, los "Pro-Aborto", los "Ateos", los fanáticos "Anbientalistas", las "Uniones Laborales", los "Periodistas y Escritores", los "Hippies", muchos de los cuales aún conservan sus pelos largos y su dependencia a las drogas, el "Profesorado Universitario", "Grupos Estudiantiles"y "Los Artistas de Izquierda". Por lo general, todos estos "Grupos de Intereses Especiales" se encuentran a la extrema izquierda del espectro político de cualquier país occidental, especialmente EEUU. A esta lista debemos también añadir el grupo Socialista más numeroso y al mismo tiempo el más peligroso: "Los Tontos Útiles, esos que sueñan con la repartición de las riquezas, ignorando que: "los que reparten y reparten se quedan con la mayor parte". Esos paranoicos que se consideran paladines de la Justicia Social y que se imaginan a sí mismo como Quijotes, atacando a los Molinos corporativos que esclavizan a los pobres y a las minorías. Esos Tontos Útiles sueñan que todos somos iguales, pero ignoran el simple hecho de que aún que somos iguales ante Dios, no lo somos ante los hombres, porque cada uno de nosotros somos un universo individual y diferente. Esos Tontos Útiles ignoran que poseemos diferentes culturas, diferentes gustos, diferentes intereses y prioridades. Pero sobre todo, que poseemos diferentes capacidades, mayores o menores grados de ambiciones, y sobre todo, una desproporcionada cantidad de ese misterioso factor llamado suerte, lo cual hace que unos tengan más que otros y para cambiar eso, es decir, para adaptar al hombre al Socialismo, habría que cambiar por completo la naturaleza humana. Los Socialistas han logrado convencer a este numeroso grupo de Tontos Útiles o para llamarlos de otra forma, desafectos sociales, de que la Justicia Social, deseada por todos, solo podrá ser obtenida desde la Izquierda. Cuando la realidad es todo lo contrario. La Izquierda nunca ha producido riquezas. Lo que es más, en los países en que el Socialismo ha obtenido el poder absoluto, ha implantado supuestas mejoras propagandísticas a expensas de los derechos civiles de sus ciudadanos. En esos países, el Socialismo a subsistido, por medio de las riquezas que le ha quitado por la fuerza a los que la habían obtenido con el sudor de su frente. Así ha sucedido en todos los países en que ellos han implantado su funesta filosofía de confiscaciones de propiedades privadas, su inservible sistema centralizado de producción, su fanática limitación a la empresa privada y su perversa prohibición de los más básicos derechos civiles, tales como: El derecho a escoger libremente una religión, el derecho al libre sufragio, a salir y entrar libremente de su propio país, al pluralismo político y tantos otros derechos que inevitablemente pierde el ciudadano bajo el Socialismo, a cambio de falsas promesas de Justicia Social. Promesas que no necesitan cumplir estos "Populistas Demagogos," una vez que se perpetuán en el poder absoluto. Por otro lado, en los EEUU. y algunos países Europeos, donde todavía los Socialistas no han obtenido el poder absoluto, estos pintorescos sujetos tratan de obtener la Justicia Social a través de políticas incongruentes que abogan por los derechos siguientes: Exigen seguridad pública, pero limitan excesivamente el presupuesto y la autoridad de las agencias policíacas. Exigen a las empresas grandes o pequeñas que produzcan empleos adicionales, pero el exceso de burocracia y leyes anti empresariales que promueven, inhiben o al menos, limitan la capacidad de tales empresas para producir los necesarios empleos. Exigen educación y servicios médicos gratuitos para los pobres y minorías, la mayoría de los cuales no pagan impuestos y muchos de los cuales no quieren o no tienen incentivo para trabajar, una vez que se acostumbran a que el Estado se lo de todo. Exigen el recorte del presupuesto de defensa nacional y de las agencias de Seguridad Nacional, dejando vulnerable la Nación a los ataques terroristas. Exigen medidas para proteger el medio ambiente en detrimento de la economía y de la productividad de las mismas empresas, a las cuales les exigen excesivos beneficios y aumentos salariales para los trabajadores. Empresas, las cuales dependen de sus ganancias para proveer dichos beneficios y como mínimo, para subsistir. Tal fue el caso de la quiebra de la ahora extinta línea aérea, "Eastern Airlines" y de muchas otras, las cuales tuvieron que cerrar, debido a las exigencias de los Socialistas que controlaban las Uniones Laborales a las cuales pertenecían sus empleados. Uniones que invariablemente respondían y aún responden al irresponsable juego político del izquierdista "Partido Demócrata" a quien en su gran mayoría están afiliadas, sin importarles la estabilidad económica de sus miembros, esos que no son más que peones en el juego político de los Socialistas. No hay que ser Socialista para desear Justicia Social. Todos queremos Justicia Social para los desvalidos, para los pobres, para los padres solteros que no ganan lo suficiente, para los ancianos cuyos cheques del retiro no les alcanza para vivir, en fin para todos los que no pueden valerse por si mismo. Para ellos se creó el sistema de Ayuda Pública "Welfare" y otros servicios que proveen docenas de agencias las cuales, tratan de llevar a los necesitados esa Justicia Social que todos ansiamos y promovemos por igual sin el cacareo propagandístico del Socialismo. La gran ironía es que la Justicia Social es incompatible con la filosofía Socialista, la cual aboga por un "Estado Todo Poderoso" y "Omnipotente", donde el derecho del Estado está por encima del derecho del ciudadano. Donde la colectividad reemplaza fanáticamente la individualidad. Donde se crean escuelas y currículos, no ya para educar, sino para adoctrinar. Donde todo lo que a simple luz aparecen como beneficios para los ciudadanos, son en realidad herramientas de chantaje y persuasión. Porque beneficios que solo puedan disfrutar los que se doblegan al Estado, los "que se portan bien" no pueden considerarse Justicia Social. FIN
John Pérez-Sampedro es Poeta y analista político. Autor de "Cuba la Conspiración del Silencio. "De Dios de Amor y De Patria " y "Poems and Drawings for Little People" entre otros. Colaborador de la revista electrónica Guaracabuya. Miembro del Colegio de Periodistas Cubanos en el Exilio. Director de la página electrónica ¿Qué Pasa en América? Email:Perez14824@aol.com Telf. 305-388-9106
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