"Origen y Causa de la Nacionalidad Cubana"

"por John Pérez-Sampedro

Ninguna nación nace de un solo hecho o de una sola idea. La nacionalidad, no importa en que latitud del planeta surja, se va formando poco a poco. Mucho se ha escrito sobre el origen y causa de la nacionalidad cubana. Los libros de historia destacan decenas de hechos, los cuales contribuyeron a formar el carácter del criollo, como le llamaban despectivamente los españoles a esa mezcla con el negro y hasta a los mismos hijos de españoles nacidos en Cuba.

A mediado del siglo XVII, por razones que la obligaron a concentrar todos sus esfuerzos en Europa, España abandonó la Isla. Durante esa época que duró muchos años, pasaban meses sin que un sólo barco español llegara a Cuba. La Isla sobrevivió la escases gracias al comercio con los "Hermanos de la costa." Por muchos años, esa crisis unió a los españoles y a los criollos en una causa común.

La toma de la Habana por los ingleses, logró igualmente, que los criollos y los españoles se unieran en la defensa de la ciudad.

Pero quizá uno de los hechos más determinante en el desarrollo de la nacionalidad cubana, fue la discriminación de los "criollos" por parte de los españoles. Tan fuerte era ese sentimiento, que los padres menospreciaban a sus propios hijos, por el mero hecho de haber nacido en Cuba.

Ese conflicto familiar se puso de manifiesto en la magistral obra de Cirilo Villaverde; "Cecilia Valdés".

La obra describe fielmente los problemas sociales de la Cuba colonial del siglo XVIIII, donde el padre español Don Mariano, no tenía relación con su hijo criollo y este a su vez, era protegido por su madre, la cual, en el mensaje de la novela, representaba a Cuba.

Y yo me pregunto: ¿Acaso no fue esta crisis social el factor determinante que hizo que los "criollos", al no poder aspirar a ser españoles, dejaran de mirar hacia España como la Patria que los despreciaba y los rechazaba?

¿No fue acaso esta crisis social, lo que impulsó a los criollos, por primera vez, a mirarse a sí mismo introspectivamente, como lo que en definitiva eran ya, . . . . parte de una Nueva Tierra, . . . . .ciudadanos de una Nueva Nación; cubanos?

Otro de esos aparentemente hechos aislados que contribuyó a la formación de la nacionalidad cubana, fue la rebelión de los vegueros, en su mayoría canarios, los cuales protestaron en contra del control de precios del tabaco, impuesto por España. La que además los obligaba a utilizar solamente barcos españoles para la exportación.

Este incidente fue el equivalente de la revuelta del Boston Tea Party en Norteamérica, el cual también marcó un momento importante en la formación de la nacionalidad Norteamericana.

Vale notar, que los primeros colonizadores españoles que llegaron a Cuba fueron en su mayoría andaluces.

Si por un lado es cierto que los andaluces eran hombres de gran talento artístico y de gran valentía y determinación; característica de personajes tales como; Hernán Cortés. también hay que reconocer que la forma en que pronunciaban el castellano, dejaba mucho que desear.

Esto explica porqué el cubano no pronuncia las (s) y recorta algunas palabras al estilo andaluz. Pero también explica porque nos enfrentamos con determinación a la adversidad como lo hemos demostrado en este largo exilio, en muchas partes del mundo.

Al comienzo de la guerra de independencia de 1895, cuando España se dio cuenta que el General Martínez Campos no podía contener, las cargas de los mambises y su creciente popularidad, lo suplantaron por el General Valeriano Weyler.

Weyler, un hombre sin escrúpulo, trató de evitar que más criollos se unieran a los mambises, creando los infames campos de concentraciones, en los cuales murieron, 321,934 cubanos, entre hombres mujeres y niños, muchos de hambre, otros de enfermedades. Aún así, cuando España finalmente reemplazó al General Weyler, los mambises contaban con un ejército de más de 60,000 voluntarios.

Nada contribuyó más a la creación de la nacionalidad cubana que la guerra de 1985, donde los criollos, que nunca fueron reconocidos como españoles por la "Madre Patria", negaban ahora al filo del machete, el derecho de los españoles a llamarse dueños de Cuba.

Fue en Cuba donde mejor se fundieron los tambores africanos, junto con la marímbula, el bongó y la clave, con el tres y la guitarra europea para formar el Son y el Son Montuno. Este último incluía improvisaciones vocales, las que un siglo más tarde inmortalizara a nuestra Celia Cruz con su famosa "azúcar"

Podemos decir con orgullo, que ninguna nación del mundo, ha contribuido a la música como lo ha hecho Cuba.

Fue en la Isla Mágica donde el ritmo encontró la melodía, para producir un derroche de géneros musicales, tales como el Son, el Son Montuno, el Dansonete, el Danzón y más tarde, la Rumba, el Cha,Cha,Cha, el Mambo, la Guaracha y la Salsa. Con pocas excepciones, estos géneros alcanzaron popularidad internacional y ayudaron a moldear y reafirmar la nacionalidad cubana.

La poesía, nativista igualmente ayudó a plasmar la cubanía en las plumas de los poetas Manuel de Zequeiro y Manuel Justo Ruvalcaba. Este último con su "Oda a la Piña", la cual es considerada la primera poesía cubana.

La poesía costumbrista se vistió de gala con el poeta Bayamés, Cristóbal Nápoles Fajardo, conocido como "El Cucalambé" (1829-1862) Su famosa poesía a la guayabera le valió el honor de que el gobierno de Tomás Estrada Palma decretara el 1 de Julio, fecha de nacimiento del Cucalambé, como el día de la guayabera.

"Oh guayabera camisa de alegre botonadura, Cuatro bolsillos, frescura, de caña brava, fuiste guerra mambisa con más de un botón sangriento, cando el heróico alzamiento y por Bandera tiene algo de guayabera que viste al galán del viento.

Invasora espirituana, comenzaste la invasión y entre Júcaro y Morón te llamaban "La Trochana". Te quiso, Camagüeyana el Camagüey noble y bravo, hasta que al fin, desde el Cabo de San Antonio a Maisí Cuba no viste sin tí onda fresca del Yayabo."

En 1790 apareció la primera edición del "Papel Periódico de la Habana". Esto hizo que la burguesía criolla lograra un espacio importante y preparara el camino para que pocos años más tarde; poetas tales como: Julián del Casal, Juan Clemente Zenea, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Juana Borrero, José María Heredia, José Martí y decenas de otros poetas y escritores forjaran con su pluma la nacionalidad cubana.

Más tarde, a principios del siglo XX surgió la poesía negra la cual hasta hoy es la única expresión poética verdaderamente autóctona cubana.

Pero estos y muchos otros hechos que sin duda moldearon la personalidad del cubano, no son nada comparado con el simple llamado de la tierra. Ese misterio de las coordinadas, latitud y longitud que define ese pedazo de tierra que nos vio nacer y que llamamos Patria.

Esa fuerza misteriosa, ese llamado incomprensible de la tierra, lo encontramos en cualquier latitud. Tanto los musulmanes del desierto de Arabia, como las tribus de los indios norteamericanos, aunque nómadas, tenían en común el amor a la tierra.

Los primeros, movían sus campamentos por el desierto de acuerdo a los movimientos de las caravanas de mercaderes y los indios seguían al búfalo, del cual utilizaban la carne para el sustento diario, la piel para sus ropas y sus tiendas y los huesos para herramientas e utensilios.

Pero siempre regresaban a sus campamentos de invierno o de verano en el mismo sitio, y le llamaban "Su Tierra" y por defenderla, lucharon y murieron en vano contra el poderoso usurpador europeo.

Ese sentimiento inexplicable, esa magia por la tierra que sentimos todos, la entiende mejor el emigrante y más aún el exiliado, no importa en que parte del mundo haya nacido.

Pero a través de siglos, más de un extranjero ha coincidido, que de la tierra cubana emana una energía poderosa y misteriosa.

Quizá eso explique 45 años de una lucha inquebrantable, única en la historia, de un exilio que no se da por vencido.

Un exilio que aún envejecido y mermado por la muerte, se mantiene de pie, desafiante ante el Tirano, escuchando aún el llamado de la Isla Mágica que espera.

En mi último viaje a España, sentado en un banco de un parque de la ciudad de Lugo, de donde eran mis abuelos, sostuve una conversación con un octogenario local que nunca olvidaré. Cuando le dije que yo era cubano, fue como si hubiera roto un dique. El anciano comenzó a narrar la historia más enigmática que jamás haya escuchado.

Me aseguró que . . . "Cuba era una Isla Mágica, la cual todos querían visitar, pero de donde nadie regresaba." Me dijo que . . . "por muchos siglos los pueblos españoles se quedaban sin jóvenes. Todos querían visitar la "Isla del Amor" como le llamaban a Cuba en España, "La Isla Mágica".

A raíz de la independencia de Cuba en 1902 y justo a tiempo para ayudar en el desarrollo de la república, llegaron a Cuba más de un millón de canarios y asturianos. Los canarios se ubicaron mayormente en el campo y los asturianos en las ciudades. Hasta los soldados del ejército español se quedaron en la Isla.

El poeta, historiador y ensayista Dr. José Sánchez-Boudy, ha escrito y dictado importantes conferencias sobre el tema de la nacionalidad cubana. Él habla de "la magia del entorno cubano, del paisaje telúrico de la "Isla Mágica" . . . . . "que te hala y te envuelve hasta que te sientes parte de él. . . .".

Y cuenta en una de sus anécdotas que su padre un inmigrante asturiano, solía decir que deseaba algún día regresar a España. Un amigo español que lo escuchó, le dijo: "José, tu no vas nunca a regresar a España, tu te mueres aquí, porque en Cuba hay bejucos que salen de la tierra y te alan y te amarran y no te dejan ir" . . .Y así fue.

Yo mismo he sentido la magia del entorno de la campiña cubana y así lo expreso en una de mis décimas a Cuba:

"Quiero morir en el monte con el rumor de las palmas, donde se curan las almas, cuando el trinar del sinsonte y el sol en el horizonte nos contagia el corazón Quiero morir de emoción,

si es mi dicha el pensamiento, de oír el rumor el viento cual si fuera una canción".

En una de sus poesías nativistas, mi esposa, la poetiza camagüellana Mary Pérez-Sampedro, expresa por igual la magia del entorno cubano en "Lamento Cubano""Allí vi al Guajiro bueno cantar con un pie forzado, vi al pequeño con su perro correr por la guardarraya, subí a las matas de mango, arranque la fruta verde y me senté en sus raíces a comérmela con sal. Comí harina con boniato, chícharo con arroz blanco.

Cuando Colón pisó tierra en Cuba y dijo: "Esta es la tierra más bella que ojos humanos hayan visto", no se refería a la belleza solamente. Colón sintió la energía mágica de Cuba y esos bejucos de que hablaba el viejo asturiano y no encontró vocablos para explicar que en aquel instante sintió la magia de esa Tierra.

La nacionalidad cubana la creó el criollo habanero Padre Félix Varela, cuando enseñaba derecho constitucional y filosofía en el Instituto San Carlos de Cayo Hueso.

La creó el negro Salvador cuando a principio del siglo XVII, luchando junto a los españoles en defensa de su ciudad, le cortó la cabeza al pirata francés Alberto Girón.

La creó el capitán habanero Don Santiago de Pita cuando escribió en 1733 la primera obra teatral de autor cubano " El Principe Jardinero y Fingido Cloridano,"

La creó el gallego Vasco Porcallo de Figueroa , cuando tuvo hijos con 300 negras en la ciudad de Camagüey.

La crearon, Maceo, Gómez, Céspedes, García, Agramonte y miles más de soldados desconocidos, de patriotas cuyos nombres no supo registrar la historia.

La crearon los mambises, esos criollos, blancos, mulatos y negros descalzos, que con el machete en la mano y al grito de "Viva Cuba libre", forjaron la nación cubana.

La crearon los tabacaleros cubanos en Tampa y Cayo Hueso.

La creó José Martí, cuando escribió sus versos sencillos, y cuando inspirado en enseñanzas de ética y moral del Padre Varela, plasmó con su pluma el alma de una República que nunca llegó a ver.

Pero hasta que murió en "Dos Ríos", nunca dejó de escuchar el llamado de su tierra y de las palmas que. .."son novias que esperan". .

Sí Martí sintió la magia de la Tierra, como la sentimos todos en este largo exilio, de acuerdo a nuestra capacidad individual de percepción, y cada uno de nosotros, en la medida que nos corresponde, sentimos el llamado misterioso de la "Isla Bruja" que nos reclama y el calor de "los bejucos que salen de la tierra y nos alan y nos amarran" y nos envuelven, porque somos parte de esa Tierra ......... Somos Cuba.


John Pérez-Sampedro es Poeta y analista político. Autor de "Cuba la Conspiración del Silencio. "De Dios de Amor y De Patria " y "Poems and Drawings for Little People" entre otros. Miembro del Colegio de Periodistas Cubanos en el Exilio. Director de la página electrónica ¿Qué Pasa en América?
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