EL FRUTO DE LA TRAICIÓN A LA PATRIA por Jesús Angulo Mientras leía recientemente el articulo del profesor Dr. Luís Aguilar León, “Las victoriosas derrotas de los cubanos”, compatriota con quien tuve el honor de firmar él ultimo documento publico del Movimiento Demócrata Cristiano de Cuba (MDC) aparecido en el periódico “Información” el domingo 29 de mayo de 1960 y que fue con posterioridad usado por el régimen para criticar y vilipendiar a dos de sus firmantes: Eddy Carrera Vallina y Jesús Angulo Clemente, vino a mi mente una situación que se produjo en el exilio a finales de octubre de 1960, donde algunos de los reconciliadores o dialogueros de hoy, en aquel entonces ocupaban altas posiciones en lo que se suponía iba a ser el “Gobierno Provisional de Cuba” después de la fracasada Invasión del 17 de Abril de 1961. Su actitud en aquellos momentos nos llevo a renunciar a las filas del MDC en el exilio y declararlos traidores a Cuba y a los mártires que se producían a diario en nuestra Patria, así como crear una nueva organización con el nombre de Vanguardia Demócrata Cristiana. Hoy después de leer él articulo del Dr. Luís Aguilar León, sobre cual es el precio que Castro a pagado para mantenerse en el poder 43 años y no encontrar en el presente un reto significativo, llegamos a la conclusión que aquellos traidores del 60, en unión de los desterrados por el tirano y no por las ideologías que aun profesan, de sus voceros en una de las estaciones de radio en Miami y de cuanto agente existente en el exterior, no se cansan de elogiar lo que sin lógica ni sentido le llaman: espacio, logros, actitud moderada del régimen y que con esas falacias, esconden sus ambiciones con la esperanza de que el tirano o su sucesor, como fruto de su traición los llamen a ser parte de esta incalificable maniobra política y unirse a toda esta trama que se esta tejiendo para decir públicamente que Cuba se ha abierto al mundo, que los exiliados forman parte de su gobierno y que por lo tanto no hay razón para que no se le reconozca internacionalmente. A estos “reconciliadores y dialogueros” jamás les ha importado que el precio de esa “reconciliación y dialogo” que defienden y los frutos que puedan obtener, sea logrado a cuenta de miles de mártires, presos y torturados, de un país quebrado, de una hambruna a todo lo largo y ancho de la isla, de entregarle nuestras playas y poner nuestras mujeres a disposición de los turistas para que puedan conseguir dólares para mantener a sus familias y como dijéramos en el documento “TRAICION” que hicimos publico el difunto Enrique Villarreal y Jesús Angulo Clemente en el mes de octubre de 1960 “Traidores que confunden justicia social con reacción, cristianismo con oportunismo, revolución con politiquería, lealtad con traición y la verdad con la mentira”. Que Dios los acoja confesados.
Miami. Febrero del 2002
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