Raíces de Cubanía

Por José Sánchez-Boudy


Raíces de Cubanía es un nuevo libro publicado por el Dr. Ariel Remos. Comienza el mismo con estas palabras: "Raíces de cubanía destaca la grandeza del Exilio Histórico Cubano, la Cuba Eterna de los valores valerianos y marianos". Con cuanta alegría, digo yo, veo que el Dr. Remos recoge los dos conceptos que yo creé, por los que he trabajado toda mi vida y a los que son dedicados mis libros de folklore, de estampas cubanas, del lenguaje cubano; dos conceptos que yo he hecho a través de los años en un constante batallar, las fortalezas del regreso. Ambos son la nación cubana fuera de Cuba, ambos son esa unión imperecedera entre el alma del cubano y la tierra en que nació, ambos excluyen a los que medraron con la República; a los que se enriquecieron con ella llevándonos a eso que Ariel llama, y lo felicito, "una fractura histórica". Ariel, al traer este libro que acaba de publicar Raíces de Cubanía algunas figuras del exilio que han dedicado su vida a la libertad de Cuba, al rescate de la patria y al engrandecimiento, con sus obras, con sus canciones; con su hacer la Cuba Eterna. Esa Cuba, la verdadera Cuba Eterna, cuyo desarrollo encontrarán en mi libro de este título: "La verdadera Cuba Eterna", y en la serie titulada "La Cuba Eterna" en que se ve lo que es el Exilio Histórico; el que ha preservado las virtudes de nuestros patricios por el trabajo, por la ética, por la incorruptibilidad moral y por vivir para la patria y no de la patria. Por eso este libro tan valioso, y todos los que se puedan escribir sobre el Exilio Histórico mostrarán que este Emigración Heroica que aquí se halla, y regada por el mundo, sólo ha tenido un fin a pesar de las ambiciones que criticamos y que se encuentran en todo conglomerado humano, ha tenido un fin: el rescate del caimán, para elevarlo a la dignidad que tuvo con las doctrinas de un Varela; de un José Martí; con la ética de un Estrada Palma, a quien Martí dejó a cargo del Partido Revolucionario Cubano porque era un hombre honesto con los fondos públicos.

En esta lucha por la Cuba Eterna, señala Ariel a cuatro personas nacidas en el extranjero que tienen, dice el autor del libro, la misma dignidad y alcurnia de la cubanía. Se refiere al Dr. Horacio Aguirre, que nos abrió las páginas de este rotativo de la libertad, el DIARIO LAS AMERICAS, que ha sido no sólo trinchera de la lucha por la misma en Cuba y en el mundo y una lucha constante contra el comunismo, la doctrina para la cual el hombre no es más que un objeto. Gracias a sus escritos, a sus editoriales, donde nuestro director ha dejado el anhelo siempre viviente del hombre por vivir en libertad, y ha combatido todas las doctrinas que han tratado de esclavizarlo, y de romper las cadenas en que se debate nuestra patria. Ariel cita igualmente al Dr. Max Henriquez Ureña, el dominicano universal, figura cumbre de la hispanidad en cuyo pensamiento ha moldeado a la cultura de la América Hispana, y que ha dejado para la posteridad entre sus joyas literarias dos volúmenes sobre la Literatura Cubana, llenos de datos y de figuras ya casi olvidadas, por lo que nos busca en el hondón de la Cuba Eterna, formado por el sacrificio, el dolor y la cultura de mi pueblo. Otro de esos extranjeros, pero cubano de verdad, es el cantante mexicano Pedro Vargas. Su cubanidad llegó a tanto que lo oigo cantar con Benny Moré aquella canción inolvidable: "Perdón, mi vida de mi vida/ perdón, si es que te he faltado/ perdón, cariñito amado/ ángel adorado/ dame tu perdón…" cuando recordamos las noches cubanas con el perfume de los jardines, de los galanes de noche, con la luna ríando sobre el murmurío de las olas en nuestras playas, sobre el mar azulino esmeralda y la brisa despeinando los palmares y acariciando las arenas, los teatros y los cines y los clubes donde Pedro Vargas cantaba, vuelve la Cuba Eterna, que era encanto y melodía, con las fallas que íbamos corrigiendo, y porvenir para todos.

El valiosísimo libro de Ariel Remos nos recuerda la enorme cultura construida por el pueblo cubano. Y me vienen a la memoria aquellas clases de su padre en el Instituto de La Habana y la Asociación de ex estudiantes del Dr. Juan J. Remos, uno de los cuales fue el siempre presente, del cual fui socio en el bufete, el Dr. Luis Valdés Romero, que no me dejó un minuto solo cuando las hordas el 19 de enero del 59 me llevaron preso por oponerme a que se suspendiera el Habeas Corpus, y decirlo abiertamente en la Audiencia de La Habana; me recuerdo de las veladas en casa de los Remos; me recuerdo de la revista Carteles en que salieron algunas de las grandes bibliotecas de La Habana, entre las cuales estaba la del Dr. Remos. O aquellas bibliotecas del Dr. Luis Fernández Marcané, padre del erudito del mismo nombre, Leonardo, que acaba de fallecer, en las que estaba lo más granado en español y en francés de la cultura universal.

Fue Martí el que comenzó a hablar del humanismo cubano y a citar las grandes figuras de la patria, como Cirilo Villaverde, autor de la novela de nuestra nacionalidad, que en tiempos del Apóstol vivía en Nueva York, viejo y encorvadito; fue Martí el que citó a Juan Arnao; el que citó a los cubanos cuyos nombres han pasado a la historia por él, que fueron base, con su espíritu de lucha y sacrificio, de la libertad. Más tarde, en la República, Salvador Bueno hizo un libro formidable sobre los hombres de la Cuba eterna, del que hablaré próximamente, y donde está Varela, el antidialoguero por antonomasia, y Saco, que fue más cubano que todos los anexionistas juntos y que no buscaba que naciones extranjeras dirigieran la patria cubana sino que sus hombres gobernantes salieran de la entraña popular. Felicitamos al Dr. Remos por su valioso aporte a la historia patria, al igual que lo hizo el ya fallecido Dr. Fernando Fernández Escobio en sus tres tomos de "Raíces de la Nacionalidad Cubana".



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