El ataque a la Patria Potestad

por José Sánchez-Boudy


El permitir la lectura de libros como Vamos a Cuba, donde desaparece el niño enguido por el Estado, el padre y la madre, eliminados por el Estado y privados, por lo tanto de toda potestad, de toda patria potestad sobre él, es contribuir al ataque que el comunismo, el liberalismo rojo y la contracultura están llevando a cabo a nivel mundial para destruir la familia que, como todos sabemos, en la base de la sociedad.

Los Derechos del Niño siempre han existido pero con el pivote del hogar y de los padres como centro de formación de los mismos. La lucha por la familia ha sido siempre el punto focal en la defensa de los derechos del niño.

Hace más de medio siglo el Dr. Pablo F. Lavín, profesor de Teoría General del Estado en la Universidad de la Habana, asistió, como representante de Cuba, al Congreso que emitió el Código en que se recogían los Derechos del Niño y de la familia, porque ambas son entidades culturales, jurídicas, porque ambas son el centro de sociedades donde impera el amor y la ética y no pueden separarse. En Cuba se discutió enormemente el tema y las asociaciones en defensa de la familia proliferaron. Aquellas crueldades relatadas por Eugenio Sue en Los misterios de París, aquel trabajo de los niños que nacían dentro de las minas y no salían de ellas en la Revolución Industrial, aquellos sufrimientos que relata Charles Dickens en sus inmortales novelas dieron paso al apotegma griego: "Mente sana en cuerpo sano". Ahora el comunismo ha acaparado la instrumentación para matar al niño en vida: la educación y el control de ella y absoluto del Estado. Todos los educadores tienen que recordar esto cuando se tiene en manos un libro como Vamos a Cuba.

El Socialismo por benigno que sea, como el sueco, y otras ideologías que ven a Marx como un redentor cuando es uno de los hombres más perversos que ha conocido la humanidad, porque en "El Capital" y otras de sus obras tiene como objeto aniquilar al hombre, a la burguesía, tiene como meta el crimen, el socialismo en mucho, es, su aliado.

Uno de los estudios más completos, que pinta con más vivos colores el crimen del estado y la campaña que hoy hace con el comunismo y otras formas de pensar para hacer polvo de la institución familia es el de la escritora danesa Mónica Papazu. En su ensayo Familia y Estado, el modelo sueco pinta como se está tratando de borrar la familia y esclavizar al niño. ¡Qué diferencia con os Derechos del niño y de la familia que predicaban hombres como el Dr. Lavín antes citado!

En él nos habla de que en Europa, en la actual se quiere eliminar a la Patria Potestad como hace el libro de marras. Vamos a Cuba, y sustituirlo por el Estado.

Escribe: "En el contexto actual la protección del menor no se contempla como una protección contra la inseguridad o peligros externos sino como una protección contra su propia familia y sus propios padres". ¿Horrible no? Esta es la educación de Vamos a Cuba. Según la nueva ideología de la que Cuba es prototipo y Vamos a Cuba sólo hay una que ama a los niños (…) es el Estado moderno".

Y continúa: "es que el Estado se introduce directamente en a vida privada e intimidad de la familia. Es el poder sin límites del Estado. ¡Que cosa más terrible!

Más tarde la ensayista afirma que el Estado "Considera a la familia como un entorno por definición peligroso y dañino para los niños". Esto es, indico yo, lo que hace el comunismo.

En el ensayo, que es sin lugar a dudas de lo más completo que yo he leído y que debo a la búsqueda de Manolito Prieres que lo ha distribuido por todos lados, incluyendo a los miembros del School Board, se incluyen estas denuncias: "El Estado se revela en su relación con la familia. Cuando reconoce este dominio privado, es una señal de libertad y de honestidad. Un estado que no reconoce esta dignidad humana es un estado totalitario. Y añade estas palabras que deben recordar todos los administradores del sistema educacional que están tratando el caso del libro Vamos a Cuba. Estas son las palabras de la ensayista danesa: Sabemos lo que es un estado totalitario por los textos escritos por los filósofos de utopías. Y vuelve a la carga. "El Estado comunista abolió lo privado y entró por doquier, también en la familia. El romper todo lazo familiar era objetivo del Estado Socialista. Así los niños fueron incitados a denunciar o delatar a sus padres. La historia de Pavrock, el niño héroe que denunció a sus padres no ha sido olvidada".

Fíjense bien los administradores colegiales, los educadores, de que cantidad de materia corrosivo del alma del niño está encerrado sutilmente en Vamos a Cuba y que la lucha por evitar que ese libro sea leído por personas que no saben discernir ni saben lo que es el comunismo y que son por lo tanto fáciles presas del mismo, que la lucha por alejar a los niños del material subversivo y mentiroso de Vamos a Cuba es legítima y no puede, por todo lo dicho, afectar a la libertad de expresión en modo alguno.

La ensayista lo dice contundente y claramente: "No es difícil comprender por que el Estado totalitario se vuelve contra la familia" La familia crea unos lazos muy profundos entre los hombres y vive una vida propia. Además resiste con fuerza contra las sacudidas mentales de la revolución y la utopía.

Más claro ni el agua. Votar por la familia es votar en contra de Vamos a Cuba. Del comunismo por los niños.



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