Que se eduquen nuestros niños en el espíritu del Ché

por José Sánchez-Boudy


La frase es de Fidel Castro. Este es el cacumen. El meollo de la Educación Cubana. La del libro "Vamos a Cuba".

Todo lo que viene está tomando de la serie. Para principiantes que incluye dibujos y textos relativos para explicar de manera sencilla grandes figuras literarias y científicas: Darwin; Freud; Borges. Es una colección muy conocido con venta de miles de ejemplares. De ahí el daño que hace el volumen titulado "Che Guevara" que publican Sergio Sinay y Miguel A. Scenna. Es una nueva obra comunista editada en Buenos Aires, donde se pone al asesino de Guevara como apóstol de los pobres; un médico que sólo piensa en la bondad; en ayudar al caído; al campesino pobre; al desposeído. Como es natural los autores del libro son antiamericanos. La obra hace a los estadounidenses culpables de todos los males del orbe.

Oigan esto: "En mayo del 59 se proclamó la ley de Reforma Agraria. Todo terreno de más de 400 hectáreas se distribuirá entre cooperativas de campesinos sin tierra. Los terratenientes podrán quedarse con sus campos de hasta esa extensión, siempre que los trabajen ellos mismos".

Fíjense como una confiscación masiva la convierten en propaganda; en una repartición de tierra, y señalan a los Estados Unidos en conspiración con el presidente Urrutia para evitar la misma. Falseando la historia. ¿Se pueden leer por los alumnos libros que falsean la historia como "Vamos a Cuba"? ¿Puede el Estado floridano facilitar esos libros a niñas y adultos, sabiendo que son falsos?

Se continúa en este libro para principiantes del Ché Guevara poniéndolo como un carácter, que no le tiene miedo a los Estados Unidos. Se afirma que dijo: "No posterguemos nuestros proyectos porque a ellos le salgan mal. Si quieren entendernos y ayudarnos, bien. ¡Y si no, al diablo con ellos!" ¡Qué valiente! Se les olvida cuando gritó lleno de pánico: "No me maten, soy el Ché. Valgo más vivo que muerto- Por qué no dijo: ¡váyanse al diablo estos soldados!

Siguiendo con la mentirosa propaganda, la misma de "Vamos a Cuba", retratan los autores el cinismo de Guevara afirmando que un día señalando esto del que vivía como un potentado en la mejor casa confiscada en Tarará: "son los ricos los que dicen que la vida está más cara. Los pobres no opinan igual. Ellos tienen ahora abrigo, pan, leche, frutas, dulces, camisetas. Antes ni en Navidad podían comprarlo". ¡Qué clase de canallas son estos comunistas!

Y los autores, llenos ahora del cinismo del Ché, afirman que el hombre que quebró al Banco Nacional de Cuba era un estadista de primera, y que tuvo al frente del mismo unos logros formidables: Vendió enseguida, no un millón de toneladas de azucár, sino un millón novecientos mil. Y ya casi no quedan ingenios en Cuba.

Y mostrando su comunismo como el que viene envuelto en lenguaje subliminal en el libro "Vamos a Cuba", señalan lo siguiente sobre Guevara: "Lucha con la intención de destruir un orden injusto para colocar algo nuevo en lugar de lo viejo. Debe cuidar su conducta moral; debe ser un asceta".

Este Guevara mataba a diestra y siniestra dándoles un tiro en la nuca a los prisioneros anticomunistas. Les sacaba la sangre a los que iban a fusilar, que llegaban ya exangües, por lo tanto, al muro de los laureles. Nunca dio la cara ni miró a los ojos el Guevara, porque el hombre que mata como él, como los comunistas, es un cobarde de marca mayor. Está en todos los Tratados de Psicología.

Jamás los formidables defensores de la libertad en los llamados Tribunales, que eran de sangre, de La Cabaña, los abogados de Avelino Lladó, Aramís Taboada, Luis Fernández Caubí, Lázaro Ginebra, Jorge Carro y tantos otros, que hasta el 17 de abril con la invasión andando, se jugaron la vida y fueron a defender a los que ya estaban condenados por el Ché, porque en cada sumario que no enseñaban a los defensores ya tenían la nota del Ché condenando a muerte, o a cientos de años. Muchos de estos abogados han fallecido. Pero están entre los letrados inmortales de la Cuba Eterna.

Este librito de que hablo, lleno de veneno, como "Vamos a Cuba", cita por adelantado el ataque comunista que vemos hoy en América poniéndolo en una revelación del Ché: "Se inicia -dijo el Guevara- una nueva etapa en América, y comienza bajo el signo de Cuba Libre. La nuestra es una revolución agraria, antifeudal, que se fue transformando en una revolución socialista. No podemos dejar de exportar ejemplo porque nuestro ejemplo es algo espiritual".

Estas canalladas son las que la educación en Cuba inyecta en libros como "Vamos a Cuba" y en las aulas. Así se deforma la historia, como hacen los autores de este libro a quienes cito: Refiriéndose a Cuba escriben: "Después de declarada la independencia la perdió, al ser invadida por España y luego por Estados Unidos". Ni de Historia saben. T yo m pregunto, como se preguntan todos los cubanos que no quieren dialogar, porque no dialogan con la sangre y el crimen y porque saben que el diálogo lo único que hace es perpetuar la tiranía: ¿No es esto que leemos suficiente para sacar de las bibliotecas el libro "Vamos a Cuba"?



Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org