Igual que el Hermano por José Sánchez Boudy El comunismo es uno solo. Igualito en todos los lugares donde se implanta. Comenzó a usar un método distinto con el fracaso, aunque para dejarlo, de Gorbachev, y con Chávez utiliza el método del SIDA, que infiltra las defensas del organismo y las convierte en virus malignos: usa el derecho democrático para implantar, como está haciendo, el comunismo. Cuando el marxismo ya tiene el aparato estatal tomado implanta lo único que en realidad es: terror y crimen. Nos quieren vender a un asesino como un angelito: que quiere a los niños; que es amigo de sus amigos, que oye consejos. Lo han subido tanto que ya es estadista de primera categoría; desde la Sierra, cuando no es más que otro tirano asesino que allí fusilaba a diestra y siniestra. Y cuando llegó al poder, como si fuera un Santiago Carrillo cualquiera que lo hizo en España, abrió unas zanjas enormes en nuestra patria; le dieron un tiro a los esbirros, según ellos, aunque en la fila había de todo, y con los hombres aún vivos trajo los buldozers y los mató ahogándolos en tierra. Cuando Ochoa, dijo que lloró por él, y sin embargo en cuanto había conocido el caso le espetó a su hermano: “Hay que fusilarlos inmediatamente”. Ahora los que tienen segundas miras, porque podrán renegar de su pasado pero no huir de él; los que hablan sin pensar, muchos de buena fe, en fin, están tratando de afirmar que es de la línea china, y que va a hacer reformas económicas en Cuba para alimentar al pueblo cubano. Esto es una mentira garrafal. Es de la línea china como esas fotografías que se ven de los chinos matando a palos, hoy, a cincuenta mil perros, para eliminar la rabia. Cuando no se conoce al comunismo se comentan miles de errores. Lo primero que hace el comunismo es matar; unido a aterrorizar; y hambrear. Y eso es lo que hará en Cuba y ha venido haciendo Raúl Castro. Estos son hechos no especulaciones. Esto puede ser comprobado fácilmente. Esto es no conocer el comunismo chino; no haber leído el último libro de Revel, el glorioso francés, sobre lo que es en realidad la economía china y cómo funciona. Yo no quiero ofender a nadie, pero como todos los cubanos, soy un soldado con un escudo para liberar a mi patria y para evitar que mi pueblo siga sufriendo, Yo les voy a decir lo que es la economía china. Un amigo mío, un gran industrial, recorrió las fábricas chinas y encontró en ellas a los chinos viviendo en condiciones infrahumanas, de la misma manera que se vive en Cuba. Encontró a las familias hacinadas en cubículos, sin higiene, a los que no pueden abandonar. No olviden esto de “condiciones infrahumanas”. Siguen tan esclavizados los chinitos como siempre. Miren, Ramón Tamames es uno de los grandes economistas españoles; de gran influencia en el llamado Socialismo Español e íntimo amigo de Santiago Carrillo, el planeador de las ejecuciones de Paracuellos del Jarama donde murieron asesinados miles de españoles, en zanjas como las que mandó a hacer Raulito, ejecutor de Las sacas de Madrid, donde cogían a los presos en las cárceles españolas y los llevaban a Paracuellos para darles un tiro en la nuca, y se fue a China con Santiago Carrillo y analizó la economía china en un libro titulado “China 2001”: La Cuarta revolución. Del aislamiento a superpotencia mundial”. En este libro analiza la economía china, que por cierto, sólo existe en unas cuantas provincias y que tiene como fin obtener el dinero par lanzar a China sobre Asia, y más tarde sobre lo que quede del Mundo Libre. Los chinos siguen muriéndose de hambre. Vean lo que escribió Tamames: “Al propio tiempo ha de insistirse en la ineludible mejora de las condiciones de vida de los obreros, hoy duramente explotados a base de bajos salarios, largas jornadas y condiciones tantas veces infrahumanas de habitación y de método de trabajo, con una terrible exposición a elevadas tasas de accidentes laborales” (Página 117). Esta es la mejora que, según los expertos, Raulito, el bondadoso, quiere implantar en Cuba para mejorar las condiciones de vida del pueblo cubano. En Cuba no ha pasado nada. Todo sigue igual. La sucesión está hecha, y el pueblo cubano no la puede permitir ni nosotros tampoco, porque se pierde la patria por un siglo, y la herida que le hacen lleva, jornada tras jornada de trabajo moral y ético para volver a restaurar las condiciones intrínsecas del cubano. Yo sé que cuando cae la cabeza rectora de una revolución casi siempre ésta muere. Pero con el comunismo no pasa eso. Fíjense en la historia comunista de Rusia. Y que no los engañen más con lo del “carisma”, porque uno de los dos de los asesinos más grandes de la humanidad: Lenin y Stalin, no tenían el menor carisma: el primero asaltó el Estado y el segundo liquidó a los asaltantes comunistas del Estado para ponerse él como brazo matador de su pueblo. Y era un tipo despreciable a la vista, con una figura nada impresionante; sin cultura; hijo de un padre borracho del que heredó la brutalidad mongolica. Y antes que se me olvide, el crecimiento chino es en una parte muy pequeña del país, donde están las industrias y en la zona turística, en el resto de la nación los chinitos viven en condiciones infrahumanas como dije; hambreados, explotados, comidos por el escorbuto que les tumba los dientes, y en las horribles comunas donde se les mata lentamente. Eso es lo que le espera a Cuba con Raúl Castro. 8 de agosto 2006
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