El combate viene de lejos Por José Sánchez-Boudy El 12 de mayo de 1989, en esta columna se publicó este artículo. Fue en ocasión del ataque de los infiltrados a la Fundación Cubano Americana, porque ésta había propuesto la formación en la FIU de un Instituto de Estudios Cubanos, hondamente democrático, que se dedicará a estudiar las más varias cuestiones que afectaron y afectan a nuestra nación; a nuestra tierra. El ataque de los infiltrados, fue descomunal. Vieron que se les arrebataba un filón. Que se les quitaba de la mano un arma que a través de este país, les servía, no para liberar a Cuba sino para esclavizarla más. El artículo se titula “El Instituto de Estudios Cubanos”. Así dice. Repito, está en la página 5ª de este rotativo de la libertad; de la fecha indicada. Escribí: “He leído las sensatísimas opiniones de los doctores Antonio Jorge, una de las mentes más equilibradas del Exilio, Salazar Carrillo y del ingeniero Manuel Cereijo. Y se me hace muy difícil, como cubano, explicarme el porqué de toda esa algarada cargada de honda hostilidad contra el Proyecto de la Fundación Cubana Americana. Y que conste, que no tengo ninguna relación con la Fundación, y que, en muchas cosas, estoy a miles de leguas de distancia de ella. Pero me pregunto: ¿si el proyecto fuera de un organismo liberal, de esos siguen una conducta equívoca con respecto a la verdad de lo que pasa en Cuba, hubiera provocado esa reacción? ¿Si el proyecto estuviera dominado por esos liberales que piden relaciones con Cuba, que afirman que ser anticomunista es un delito, si hubiera sido propuesto por un liberal connotado, verdad que no hubiera habido una reacción tan violenta de parte de la comunidad académica. Hay por ahí muchas revistas dedicadas al estudio de la problemática cubana. Mándenle un artículo hecho con todos los requisitos exigidos, señalando que en la Cuba de ayer la sanidad era muy buena, así como el sistema de salud, estatal y privado y verán como no les publican el artículo. Pero hagan dicho artículo lo más objetiva posible. Hagan una maravilla. ¡No importará! Si son anticomunistas no se los publican. No son propiedad las publicadoras de la minoría liberal que las controla y que impiden la expresión de otro criterio que no sea el de ellos. ¿Por qué no protesta la Comunidad Académica? Estas revistas no son propiedad privada. Son propiedad de la universidad; de los centros educacionales, de los institutos que las publican. No son propiedad de la minoría liberal que las controla y que impide la publicación de otro criterio que no sea el de ella. ¿Por qué no protesta la Comunidad Académica? ¿No es esto coartar la libertad de expresión, la libertad de cátedra? Pues claro que sí, lo puedo explicar muy jurídicamente. ¿Y por qué la Comunidad Académica no protesta contra muchas de estas cosas, que tiene ahí, cerca de ella, a mano? ¿Por qué no protesta de los organismos universitarios que siguen sólo un criterio, favorable en un 95% a Cuba, cuando deben estar abiertos a todas las opiniones? Yo veo muy negro el futuro del Instituto de estudios cubanos de la Fundación . Estas algazaras liberales paralizan a los tibios; que son muchos. Pero la Fundación no debe cejar en su propósito de que se funde, uno de Estados Unidos, que recoja todos los criterios sobre Cuba, desde los liberales a los anticomunistas. Para que se puedan refutar los dos. No tememos a la verdad como los liberales. Por eso estos están en contra del establecimiento de uno en la FIU. No se trata de la libertad de cátedra. Se trata de que no está regenteado por los liberales. De que estará abierto a todos los pareceres democráticos. Así es como lo ve la gran mayoría del exilio cubano. Un instituto sujeto a las regulaciones que han indicado Jorge y Salazar Carrillo, y el ingeniero Cereijo, daría un enorme prestigio a FIU y ayudaría a divulgar la verdad cubana. No doctrinas que tratan de imponer a los cubanos los liberales. Y que no aceptamos hoy ni aceptaremos mañana. Sino la verdad de Cuba. La verdad del gran pueblo cubano, al que una prensa liberal, unos “scholars” liberales y unas cadenas de televisión liberales ayudaron a ponerle los grilletes, y siguen machacándole los clavos. El bloqueo que se pretende del Instituto de Estudios Cubanos, no es un ataque a la Fundación Cubano Americana sino al pueblo cubano. Como miembro del independiente siempre de asociaciones, hablo. Vuelvo a repetirlo. Este artículo fue publicano en este Bastión de la libertad el 12 de mayo de 1989. Hoy tiene plena vigencia. Hoy, el Instituto Universitario no sirve a Cuba. Hoy tiene el rechazo del exilio cubano. Lo digo para que las autoridades universitarias corrijan los males que lo afectan. El Instituto debe ser de estudios, eso, de estudios, y su actuación dista, en mucho de los cauces académicos, donde he vivido casi toda mi existencia, de esta denominación; estudios, tal como se concibe, tal como, después de años y años de análisis, se usa en el mundo académico. ¿Qué estudios llevó a los estudiantes, Dreke? ¿El como aterrorizar a un pueblo? Esta es la verdad monda y lironda que nada hará cambiar. No importa de la forma que se trate. La verdad, lo dije en otro artículo, no se puede ocultar ni en una tumba. Sale de ella.
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