El comunismo y la propaganda

Por José Sánchez-Boudy

Los planes para la conquista de América Latina por el Comunismo siguen a todo tren. Y los Estados Unidos soportando palos. Rangel los desafió, Rangel uno de los jerarcas de la comunización venezolana, afirmando, a raja tablas, que la visita había sido un fracaso. Así rotundamente: "Ha sido un fracaso". Indicando que no hay nada de que hablar con los Estados Unidos. De que Venezuela hace lo que le viene en ganas.

Esto ha coincidido con una noticia de suma gravedad: la que el sistema de televisión que llegará a todos los países que están bajo las miras de los planes de La Habana que Chávez ejecuta, cuyo fin es comunizar al Continente, el Telesur, en dos meses estará trasmitiendo.

El lenguaje que usan sus promotores, ejecutivos y periodistas es claro: tendrá un alcance de un área como la C.N.C. a la que han atacado veladamente y ponen ya como sometida al gobierno de Estados Unidos. Ahora aprenderán Turner, su patriarca y la Fonda, como el diablo paga al que le sirve, como ellos han hecho. No sé si ustedes saben, compatriotas, que Turner su fundador y el hombre que la controla, aunque él siempre habla de sus accionistas, comenzó como conservador, defendiendo la Guerra de Vietnam, y después cambió, porque, como sólo le importa el negocio, se dio cuenta que el Izquierdismo -otra palabra para comunismo como lo es el Liberalismo desnaturalizado que nos gastamos aquí-es más negocio que defender la libertad. Carpentier, al que vi yo bajarse de una guagua en La Habana a raíz de la Revolución y que se entregó a ella para medrar, y del que me dicen que fue corrector de estilo de la Constitución castrista, lo afirmó de forma clara: "el que se pelea con la izquierda -léase comunismo-está perdido".

Nadie ha asentado su dominio basado en la propaganda como el comunismo. Nadie ha manejado a los escritores con más provecho que el comunismo. Las mediocridades más grandes del mundo fueron convertidas en "Premios Stalin" y hasta "Nobeles" por el comunismo. A cambio de la fama los intelectualillos vendieron su mediocridad al diablo. Es increíble que los horribles crímenes de Cuba, que la horrorosa dictadura castrista, cometieron no sean conocidos en el mundo como tal sino se crea, por muchos, que es un "grito de libertad hispanoamericano.

La propaganda es tan importante que en cuanto llegó al poder en Rusia gracias a la Checa que mataba a mansalva, que daba un tiro en la nuca a los que no cabían en una celda o en el elevador que los llevaba al cuarto de interrogatorios, que asesinó a millones y millones de seres en Rusia, lo primero que hizo fue crear un departamento de propaganda. Yo tengo aquí libros con las pancartas rojas de aquellos días y son de un impacto extraordinario. En ella sí se gastan dinero, y en armas para asesinar, y no en otra cosa, los comunistas.

Miren lo que es la propaganda comunista. En la Universidad recibimos, los profesores, cientos de revistas. Entre ellas las de literatura de un montón de universidades y grupos latinoamericanos. Una de las intelectuales del régimen cubano aparece en todos los números. La ponían como excelsa poetisa, cuando salió para el extranjero, inmediatamente dejó de existir. No fue citada jamás por ninguna revista. La enterraron como hace el comunismo.

Vean uno de los anuarios de Beruvides. Presten atención al de "La Tricontinental por lo que digo, y verán ahí cada nombre de los que utilizaron la propaganda comunista para ser famosos. Incluyendo a magníficos escritores que prefirieron, repito, vender su alma al diablo que estar en el anonimato. Miserias humanas, que respaldan al comunismo.

Albert Speer, el ministro de Defensa de Hitler, y hombre que gozó de su confianza, contaba que en la Alemania Nazi se puso en ejecución el primer sistema de propaganda dirigida por la tecnología de la historia. El mismo diseñó los juegos de luces para uno de los Congresos del Partido Nazi en Nuremberg. Es que la propaganda es tan importante que los totalitarismos no descuidan la parte tecnológica de la misma en los que ha alcanzado una tremenda perfección.

Estados Unidos sigue sin al parecer, darse cuenta del peligro que confrontan. No han acusado al gobierno venezolano de comunista. Continúan diciendo, por boca de altos miembros del gobierno, que con excepción de Cuba el continente es democrático. Y en propaganda política, en los logros de la Democracia en esta nación y en otras del globo, nada han hecho, cuando en la comercial no hay quien les ponga un pie delante. Y es hora de que el mundo conozca lo que logra el hombre viviendo en la democracia. Practicándola. Las críticas a ella, incluyendo la de F. Cooper, el novelista de El último de los mohicanos no tienen base.

La propaganda Roja, pues, que va a salir para América Latina por la televisión manejada y financiada por Chávez es una bomba atómica en las entrañas de la democracia. Van a poner en pie de guerra contra esta nación a los de abajo, de los que escribió el mexicano Azuela, y los lanzarán sobre la democracia para después esclavizarlos.


FIN



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