LA UNIDAD DE LA CONCIENCIA NACIONAL Por José Sánchez-Boudy Yo no niego rango a nadie que esté luchando por su patria para liberarla del comunismo sin diálogos vergonzosos; sin genuflexiones cobardes ante los asesinos. Este artículo, es por lo tanto, un compendio de mis meditaciones sobre el destino nacional. En éste, el caso de Elián ha sido un barómetro para medirle la temperatura al mismo Desde que estamos en el exilio se ha hablado de que falta la unidad. Y no hay tal cosa. Es que el pueblo cubano ha suprimido al líder. La experiencia histórica le ha indicado que el líder, la entrega a uno, movido por el engaño o la emoción, por el engaño como fue el caso de Castro, que el líder puede llevar al desastre nacional. Que la entrega emotiva a un líder lleva al desastre nacional. A un desastre que no ha sido completo por el error cometido por el Castro-comunismo al dejarnos salir de la patria. "Ahí va el camión de basura" -utilizaban una palabra grosera en vez de basura, un sinónimo de excremento-, decían los comunistas cuando despegaba el avión que iba cargado de exiliados hacia Estados Unidos. Y lo que salía de Cuba era la salvación del alma nacional. Era la conciencia histórica. La conciencia nacional. En fin, La Cuba Eterna. Por eso los valores cubanos no han muerto. Los valores que formaron al pueblo cubano, un pueblo en infancia; una nación en infancia cuando llegó el comunismo si se le compara con los años vividos por otras naciones y culturas y civilizaciones del globo. Cuando llegó el comunismo hacía apenas unos años que habíamos logrado la independencia a medias. Que nos había torcido el destino histórico. Acababa de cuajar la nación que englobaba todo lo anterior: Vegueros, de Jesús del Monte; Varela, Saco, Heredia… en la figura de Martí y en la guerra Grande y el noventa y cinco y la Guerra Chiquita. Somos un pueblo muy joven. Por eso el comunismo pudo engañar a muchos cubanos y tomar el Poder. No teníamos la experiencia histórica. No habíamos pasado por un Rosas, el guacho argentino que fue el que ideó, adelantándose al marxismo leninismo, el terror y el engranaje de la dictadura marxista más tarde. Y esto de Rosas, el gaucho malo, no lo he inventado yo. Está en maravillosos ensayistas argentinos, los que han dado los mejores ensayos y libros sobre la ciencia política del mundo. Ahí está Octavio Bungs. Y Sarmiento. Y Alberdi… Por eso en el exilio no ha habido unidad alrededor de un líder. Un hombre como Mas Canosa, que llegó a ser reconocido como "estadista" en Washington y en Europa, no tuvo tiempo de cuajar en un liderazgo único y no controvertido, tuvo que dedicarse a mover a Washington a favor de Cuba. La muerte demostró que pudo llegar al liderazgo unitario. La experiencia cubana rechazaba, por otro lado, el seguir a un hombre y en el caso de Elián se patentizó que el pueblo de Cuba, que el Exilio Histórico sí tiene unidad. Pero no alrededor de un hombre sino alrededor de la conciencia Nacional. De los valores que integran el alma nacional. De la continuidad histórica que tuvo como máximo colofón a los hombres del siglo XIX de la manigua y a Martí, así como a la Emigración Heroica y a los protomártires de la libertad y de la formación histórica ubicados en el canto al entorno, o en las conspiraciones o luchas por una Cuba cubana. El niño Elián representó, entre tantas cosas, principalmente, la unidad de la conciencia nacional. Él representó en sí mismo, la libertad y el milagro de la misma, al no ser devorado por las aguas del golfo que han tragado a miles de compatriotas que jamás serán olvidados en la Cuba del futuro. El balsero desconocido es levadura perenne de nuestra tierra cubana. Para arrebatárselo a la Conciencia Nacional Cubana se apeló a todo: a la confa-bulación marxista-liberal-fabiana, al desprecio hacia la ley del Presidente y de la Secretaria de Justicia. Contra la conciencia nacional cubana se movieron todas las fuerzas antilibertad. Se apeló hasta al racismo para arrebatar al niño, para raptar al niño y devolverlo a Cuba. No hay que ser muy ducho para saber que el pueblo cubano ha rechazado al líder individual de carne y hueso y lo ha encontrado en la conciencia histórica de su alma que es La Cuba Eterna. Este estallido del alma nacional se ha visto otras veces en la historia, pero no con la limpieza y claridad del caso cubano. La conciencia nacional, su unidad, nos llevará a la libertad. Publicado en DIARIO LAS AMÉRICAS 7/24/2001
|