LA INFILTRACIÓN MARXISTA EN LAS IGLESIAS

Por José Sánchez-Boudy

Una de las iglesias que más ha sufrido la infiltración marxista ha sido la nuestra. Porque el marxismo siembra confusión, a la que se refiere el Evangelio, para con ella, sutilmente, desde adentro, como un caballo de Troya, destruir -lo que nunca podrá, por supuesto- al Cristianismo.

Estas infiltraciones han sido patentes para todos. Ustedes recordarán los "sacerdotes obreros". Fue un movimiento hecho con el fin de evangelizar a los obreros. Los sacerdotes, lejos de evangelizar, se dedicaron a la propaganda marxista. El Papa tuvo que suprimir los "Sacerdotes obreros".

La revista "Mensaje" en Chile, órgano de una de las órdenes religiosas más importantes, tuvo un papel activísimo en la comunicación de Chile. Ha habido órdenes enteras, como los sacerdotes de Maryknoll, cuyas simpatías por el marxismo han sido expresadas a las claras.

En Cuernavaca, México, funcionó activamente un centro religioso católico que hacía una intensísima propaganda marxista. La Santa Sede fue negligente con ellos y permitió sus actividades.

El sacerdote Camilo Torres, portando como estandarte la Teoría de la liberación de Gutiérrez, se lanzó a una campaña guerrillera activísima. Lo mismo hizo un sacerdote español que por más de quince años estuvo al frente de un grupo guerrillero en Colombia, y que no hace mucho fue a Cuba a tratarse una dolencia, de la que murió más tarde, de regreso a su guarida guerrillera.

Yo compré en Colombia y se lo regalé, como pieza de convicción, a un amigo, el libro de Gutiérrez sobre la Teoría de la Liberación, que no es más que un marxismo disfrazado de Cristianismo. Llevaba la autorización de la máxima autoridad eclesiástica, católica, colombiana.

En España la ETA está apoyada, a pesar de la infiltración comunista que posee, por la iglesia católica vasca. Y si sigo no puedo decir nada más en este artículo. Pero la infiltración roja es grandísima, como se ve, en la iglesia católica y as'i mismo en el protestantismo. El consejo Nacional de Iglesias, dominado por el protestantismo, es un órgano rojo.

Para que vean el desparpajo a que esto ha llegado les leo lo que escribe de un ex sacerdote que se ha convertido al marxismo; el autor Ángel García, en su libro Praxis Marxista y fe Cristiana: "Me parece que un cristiano que llega a liberarse por completo de toda carga ideológica, (en el sentido que dio Carlos Marx a la palabra "anticomunista" o "antimarxista") llegará muy fácilmente a ver, como yo veo, y me parece que no estoy equivocado, que la pretendida incompatibilidad entre cristianismo y marxismo es un cuento" (pág. 19).

Se sigue la misma tesis de los Diálogos Marxistas Cristianos, que han tenido lugar por muchos años en Paris entre marxistas y cristianos, tomando como base la filosofía del sabio sacerdote católico Teihard de Chardin, el teólogo más importante, para muchos, del catolicismo en los últimos cincuenta años del siglo XX, aunque empezó a escribir mucho antes, pero sus superiores le prohibieron publicar sus escritos.

El diálogo entre cristianos, a los que llaman Cristianos por el Socialismo, o sea, Cristiano por el Marxismo, no es una cosa que ha sucedido al azar. Está programado. Su artífice principal ha sido J. Girardi, quien ha hecho coincidir, de manera falsa, por supuesto, los principios cristianos con los principios marxistas.

El catolicismo y el protestantismo están sometidos a los grandes asaltos marxistas con los que tienen que luchar denodadamente. Estos asaltos hay que derrotarlos con una postura firme ante ellos y nunca con un diálogo con el marxismo, como lo hace el Proyecto Varela.

El marxismo se aprovecha de todo diálogo para poder destruir al cristianismo. En efecto, el libro que hemos citado trae la opinión de Roger Garaudy, otro filósofo francés que cuestiona esto que escribió Teilhard Chardin: "La síntesis del Dios (cristiano) de lo Alto, y del Dios (marxista) de aquí abajo, es el único Dios que en adelante podemos adorar en espíritu y en verdad". Esto es rechazado por el marxismo de Garaudy a pesar de la síntesis.

"Dice Garaudy -nos señala el autor del libro- que no hay convergencia posible entre el marxismo y la idea de Dios que tiene el cristianismo".

El comunismo dialoga como método, pero odia hasta sus últimas entrañas al cristianismo. No lo olviden los firmantes del Proyecto Varela.


FIN


Publicado en DIARIO LAS AMÉRICAS 5/8/2001


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