EL CRIMEN DE LAS AVIONETAS

Por José Sánchez-Boudy

Con la rabia saliendo por los poros, ante tanto crimen y tanta cobardía, ante tanto lacayuno que exonera al gran asesino del ataque a las avionetas indefensas -hemos visto cómo- las que fueron derribadas, por bestias que matan, por lo cobardes que son,, cuando son ellas las que tienen las armas en la mano y una completa impunidad.

Fue un crimen monstruoso, dirigido desde La Habana por los "hermanísimos". El piloto pedía autorización para tirar, como me decía un compatriota, contra unas palomas rabiches. Porque los patriotas de las avionetas no estaban al tanto del peligro que corrían; no podían ver a los aviones castristas ni oír la comunicación de éstos con la base de control.

El asesino que los derribó gritaba lleno de júbilo y repetía la consigna: "patria o muerte" -robada a los mambises; robada como es usual en los comunistas- por la sevicia que acababa de cometer. Un hombre que había peleado en Rusia contra el comunismo durante la Segunda Guerra Mundial y que estaba a mi lado me comentó: "Han envenenado al pueblo cubano los rojos". El comunismo ha hecho lo mismo en todos lados".

Y yo me acordé de aquella novela de Gheorgiu, el famoso autor rumano que escribió en francés que los fusilados servían de abono. Les sembraban los comunistas matas arriba, aduciendo que el mejor abono era el del cuerpo humano. Me recordaba de cuando a los que iban a fusilar en la Patria llegaban exánimes al paredón, porque les sacaban primero la sangre. ¡Y que venga ahora un dialoguero a justificar a los comunistas y el monstruoso crimen cometido!

Los Estados Unidos, sin lugar a dudas, actuaron con negligencia. De haber enviado rápidamente unos aviones a la zona, no se hubiera producido el derribamiento y el asesinato. Pero ante el temor de dar lugar a un "incidente internacional", el hombre que siempre claudicó ante Castro -porque Clinton, por su origen en la Contracultura, le tiene una gran simpatía, así como su señora- mejor dicho, con el pretexto del incidente nada hizo. Cuando hubo de bombardear a Belgrado no titubeó. O se "guilló".

Y esto, porque además de la simpatía, hay un miedo enorme de que si se toca a Cuba el comunismo internacional -que se encuentra de la Casa Blanca para abajo- iba a formar la de San Quintín.

Y eso Clinton lo sabía bien. ¿No asistió acaso, como social-demócrata a una reunión con sus congéneres ideológicos en una universidad de Nueva York? Fue noticia publicada en el periódico.

El crimen de las avionetas pudo cometerse y la negligencia americana salir a flote en ese video tomado por los satélites de esta nación aún cumbre de la libertad, porque no hubo la menor protesta, en el ayer o en el hoy, por las cancillerías de América. Él muestra, cómo ni la OEA, ni el Tratado de Río, ni ningún organismo o convenio de Hispanoamérica funciona cuando de Castro se trata.

Si la lucha contra el comunismo subsiste se debe, única y exclusivamente, al hecho de que el gigantesco pueblo cubano no se ha rendido. De que el Exilio Histórico no se ha rendido. De que después de más de cuarenta años, seguimos con la intransigencia heroica, en la misma línea de combate. Y seguiremos hasta que lo hayamos erradicado, al comunismo, de Cuba y de América.

El liberalismo mentiroso actual no es el verdadero liberalismo norteamericano de antaño, que sí tomaba en consideración al hombre como medida de todas las cosas y tenía una genuina preocupación por el bienestar del mismo. No este liberalismo de hoy que no es más que un socialismo teñido de comunismo y de fabianismo marxista, que domina todo el aparato estatal desde Roosevelt a la fecha. Que aún est'a colocado en todas las posiciones claves de la maquinaria intelectual y política de los Estados Unidos. Que tiene un solo fin: dominar al mundo y hacer del hombre un ser económico -únicamente- bajo la bota estatal.

Ha estado en el poder, con los dirigentes de la Contracultura, que es otro nombre que usó el comunismo para acoger a los que de la guerra de Vietnam para acá han tratado de sumergir en el lodo las más puras tradiciones de este país, y lo están consiguiendo. El liberalismo más extremista en los últimos ocho años. Por eso entregaron a Elián. Por eso pudieron suceder cosas como el derribo de las avionetas. Por eso, reciclados, los antiguos comunistas siguieron dominando al mundo.

El video, con el crimen de las avionetas, ha mostrado la cara del liberalismo de hoy, que lo permitió; de la simpatía agazapada del mismo, por el marxismo. Y es una muestra clara de los que asesinaron a millones y millones de personas para hacer del globo una mancha roja. Hemos sufrido y sufrimos mucho los cubanos. Pero nos queda la gloria que estamos derrotando al comunismo, sólo con la verdad, a nivel mundial, y que liberaremos a la Patria sojuzgada.


FIN


Publicado en DIARIO LAS AMÉRICAS 2/29/2001


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