INFORMACIÓN A MIS COMPATRIOTAS

Evitando el rapto de La Cuba Eterna.

Esta es la historia de cómo creé y elaboré a través del Exilio, desde 1961, el concepto de La Cuba Eterna y cómo le di nombre.

La publicación de esta historia la motiva el hecho de que el nombre ha sido usado en un libro sin mi consentimiento, a pura consciencia de que su creación y elaboración eran mías.

No permitiré que se me arrebate a lo que he dedicado mi vida: a La Cuba Eterna, que es nuestra Patria: la fuerza con la que reconquistaremos la Patria.

Pepito Sánchez-Boudy


INTRODUCCIÓN

EL NACIMIENTO DEL CONCEPTO Y FRASE "LA CUBA ETERNA" Y EL RAPTO DE LA CUBA ETERNA

En 1990 publiqué un artículo en DIARIO LAS AMÉRICAS, de Miami, Florida, Estados Unidos; di nombre al concepto que había estado elaborando desde 1961, cuando escribí mi poesía La palma quedó a mi espalda. Fue en Miami, unas horas antes de salir para Puerto Rico y después de Bahía de Cochinos. El concepto de La Cuba Eterna.

Desde la invasión me di cuenta de que el exilio podía ser largo y decidí pintar la Cuba anterior a la Revolución. Mi carácter de abogado criminalista me había puesto en contacto analítico con ella, así como la Universidad de La Habana, también mi niñez. Decidí que sólo podíamos contar con el alma de Cuba; la que nació para no morir. Comencé entonces la labor de integración de los elementos de la Patria, escribiendo, en tal sentido, la poesía negra. Empecé a dibujar sus costumbres y su folklore y así, a través de sesenta libros, he podido hacer un cuadro, que creo total, de nuestra Cuba, desde su formación hasta el día de hoy.

Las Estampas cubanas, el Diccionario de cubanismos, de piropos, de chistes; los libros de Poesía negra, las Obras de teatro, los Ensayos, las Conferencias, los discursos: todo ha sido utilizado por mí en los últimos cuarenta y pico de años para hacer el concepto, para elaborar la frase-concepto de La Cuba Eterna.

En 1990 apareció este artículo en el DIARIO LAS AMÉRICAS: "Hay una sola Cuba. La Única: La Cuba Eterna". El artículo, o mejor dicho, el concepto de la Cuba Eterna, que ya contaba con un bagaje de casi sesenta libros, prendió inmediatamente en el pueblo cubano enormemente, en tal forma, que muchos que no me conocían me decían: "Ah, tú eres el de La Cuba Eterna". Pasó lo mismo que con otro concepto que yo creé" "El Exilio Histórico". Son cosas que todo el mundo lleva dentro y que cuando alguien las saca a flote, pues prenden con rapidez.

El concepto yo lo utilicé como legado al pueblo de Cuba para la reconstrucción de la Patria en el mañana y como líder de la misma en la lucha para derrotar al Castro-comunismo. La Cuba Eterna es la lucha contra los corsarios y piratas que van formando la nacionalidad: con el comercio con los Amigos de la Costa que en el pueblo cubano comerció, fuera de las regulaciones legales; con todo tipo de extranjeros, fomentándose así la idea de los beneficios del libre comercio que llegará con la Toma de La Habana por los ingleses, en que hay un haz unificador en la lucha del pueblo cubano, de los habaneros, para usar un lenguaje más preciso, contra los ingleses, en defensa de la Isla, como sucedió con los piratas, y la muerte por ahorcamiento, sentencia del gobierno de la Isla contra los vegueros de Jesús del Monte, que los ahorcan en la loma donde hoy está la iglesia, siendo protomártires de la independencia de Cuba, clamando por la abolición del Estanco (Monopolio) por España del tabaco y se refuerza la unión del veguero, con la tierra, que llegó de Canarias, pero que se siente cubano, distinto, por estar unido a la tierra, al tabaco. Si en la toma de La Habana surge la primera décima criolla, como nos dice Fernando Fernández Escobio en sus tres famosos libros sobre cómo surge lo cubano, como ingrediente de la nacionalidad a través de la cultura de la tierra, aquí, con los vegueros, asciende la cultura del tabaco que refuerza la unión total entre el cubano y la tierra, uno de los elementos principales de La Cuba Eterna, y que yo dibujo en mi obra teatral sobre Bahía de Cochinos titulada "La soledad de la playa larga", donde uno de los miembros de la Brigada de la Libertad, antes de morir, se pasa la tierra por la cara, para simbolizar que es parte de su ser, que es lo que le da la vida: la tierra cubana.

La Cuba Eterna es la enseñanza de Varela; de Saco; todo este siglo donde se plasma la nacionalidad cubana, donde el Varela y el poeta Heredia crean el concepto de Patria, donde en el Colegio El Salvador de Luz y Caballero se forja el carácter que se une a las enseñanzas constitucionales de Varela, el seminario de San Carlos, y las ideas de Escobedo; del padre Caballero, de todos nuestros grandes intelectuales, como Suárez y Romero que escribe, aunque no publica, la primera novela antiesclavista de América: El ingenio o las delicias del campo, y se hacen fruto eterno de la Patria en la tertulia de Domingo del Monte, donde se compra, para dar el ejemplo, la libertad del poeta negro Manzano. El siglo XIX que ve la muerte de Plácido, fusilado injustamente porque en sus poemas se refleja la libertad, como, por ejemplo, en Jicotencal.

La Cuba Eterna, casi formada, está en la mejor novela escrita en lengua española: Cecilia Valdés o La Loma del Ángel, de Cirilo Villaverde. La Cuba Eterna está en la poesía nativista del Cucalambé, donde el entorno llega a las más altas esferas en la Unión con el Hombre Cubano.

La Patria eterna es la heroicidad del mambisado, de Máximo Gómez, de Maceo y su familia, de Quintín Bandera, de Calixto García, de Bartolomé Masó, del último soldado del Ejército Libertador que mostraron el tesón del cubano aquel 10 de octubre, cuando el Padre de la Patria, con Aguilera, Donato Mármol, los Marcano y sus esclavos, los de Céspedes como símbolo total de la libertad, se lanzaron a la manigua en contra de la opresión que significaba España, la del Imperio donde nunca se ponía el sol.

Y todo rematado en el universo ético de José Martí, el Santo de América, como lo llamó Rodríguez Embil. Martí, uno de los hombres más completos que ha dado la Humanidad. Véanse sus obras, donde está la lucha por la libertad de Cuba y del mundo y sus enseñanzas políticas, filosóficas y morales. Las de hacer hombres, que dio el soplo final a la construcción de La Cuba Eterna.

La Cuba Eterna es la soledad del mambí. Es la lucha y vida de los próceres. Se me quedan en el tintero muchas cosas.

Este concepto yo lo nombré y lo creé, además de lo dicho, en innumerables artículos publicados en DIARIO LAS AMÉRICAS. El primero lo escribí en este rotativo cuando ya el concepto lo había elaborado ampliamente en libros por mí. En 1996 plasmé en un libro titulado Filosofía del cubano y de lo cubano. Es creación mía. Nunca nadie antes lo había concebido ni le había dado nombre. Yo creo que con La Cuba Eterna como líder, derrotaremos totalmente al comunismo. Volver a reconstruir lo que éramos. Porque el comunismo ha borrado -aunque sólo en el exterior-, la imagen de La Cuba Eterna, un concepto espiritual enteramente. Ha borrado la historia de los valores; la heroicidad; el ser criollo. El ser criollo que es lo opuesto a lo que se ha tratado de hacer por alguien con el que he tenido todas las deferencias; lo he citado en mis artículos; he hablado de los miembros de su familia que pelearon y murieron en la Guerra del 95; del familiar que llevó, por primera vez, a Martí a Tampa, a lo que se ha hecho, tratando de raptar el concepto de La Cuba Eterna, usándolo como título de un libro, sin tener la gentileza de dejármelo conocer. Esto es muy doloroso y no lo esperaba de su linaje.

Yo funciono dentro de una ética estricta. El que me llama y discute conmigo una idea que es de él, yo escribo en el artículo: fulano dijo… Y si hay que llenar el libro o la página del ensayo, o lo que sea, con mucho de él, lo hago. Exijo la misma ética en el trato conmigo. Exijo que se diga: "si ese concepto que jamás, óigase bien, jamás apareció en la historia de Cuba antes, digo yo, si ese concepto es tuyo". Pero así, categóricamente, no en forma diluida para que una gran publicidad al libro disuelva a quien lo creó y se pueda raptar. Así es como pienso y lo digo sin miedo. Y lo grito donde sea. Si se me hubiera dicho: "Voy a poner al libro La Cuba Eterna", hubiera aceptado. Con una simple notica: "El título es un concepto creado por primera vez por José Sánchez-Boudy". Pero me alegro que el libro haya sido escrito, porque eso que contiene no es La Cuba Eterna. La Cuba Eterna es el alma. Es lo que somos, mi querido Néstor. Lo que dijeron esos próceres que nos dieron la Patria, de los que hablo. Y la cultura cubana, cosas que recogieron miembros de tu familia. Mucha de esa alma cubana está en el DIARIO LAS AMÉRICAS, por eso hiciste bien en citar al Dr. Horacio Aguirre, que abrió las puertas de ese periódico de la libertad a los que luchamos por la Cuba eterna.

Pero La Cuba Eterna digo yo, refiriéndome a nuestra historia- es el legado espiritual. Cualquiera, aunque se haya distinguido en otros aspectos, pero haya, con su conducta, violado el mismo, como tanto se hizo en nuestra Patria, no es La Cuba Eterna. Hay que vivir para el legado y de acuerdo con las leyes del legado espiritual de La Cuba Eterna. Un malversador de antaño que nos trajo aquí no pertenece a La Cuba Eterna. Como no pertenece el general aquel, Bermudo, si no me equivoco, que peleó como un bravo por la Patria para liberarla, pero manchó su conducta con actos vituperables que le costaron la vida.

Ya es hora de poner en su lugar a las figuras que pasaron por la historia de nuestra Patria. No hablo de los mambises, que lo eran todo, y que el gran historiador Manolín Fernández pintó en su formidable libro "Política y militarismo en Cuba en la Independencia de Cuba" ¡Qué sacrificio en la Guerra y en la Intervención! ¡Qué hombres los que nos dieron Patria! Hay que vivir como ellos: de pie, para morir de pie.

Y nada más. No me dejaré arrancar el concepto de La Cuba Eterna, ni permitiré que en el mañana, como muchos me dicen, aparezca mancillado en un partido político, como se pretende, lleno de bombines. Así, textualmente.

Y véase en los artículos que siguen, muestran en sus fechas desde cuándo he vivido trabajando el concepto y con su repetición logré que el cubano -ya que todos lo llevamos dentro- reparara en él y lo hiciera parte de su vida. De su lucha por la vuelta a Cuba.

Y váyase, por favor, a la Revista Guracabuya, a mi artículo "Sólo existe La Cuba Eterna, la única", donde aparece por primera vez en la historia contemporánea la frase-concepto: LA CUBA ETERNA. LA DE TODOS. LA DE USTEDES, COMPA- TRIOTAS. LA QUE HICIERON LOS MAMBISES. LOS MÁRTIRES VIVOS DE QUE HABLABA MARTÍ, Y NO LOS BOMBINES. NI LOS MALVERSADORES. SINO LOS QUE VIVIERON POR ELLA Y PARA ELLA. Y QUE CONTINÚAN USTEDES QUE VIVEN, SIGUIENDO A AQUELLOS, POR ELLA Y PARA ELLA.


José Sánchez-Boudy (Pepito)


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