El Aislamiento como Defensa

Por José Sánchez Boudy

Se conoce poco a los Estados Unidos. Se desconoce su cultura y sus ideas. Se ignora que en el mismo se ha efectuado una Segunda Revolución Industrial. Pero mientras la primera, la inglesa tuvo lugar con un enorme sufrimiento para el pueblo inglés y sirvió de base, --por Marx, que contempló su auge--, de la horrible tiranïa económica y polïtica marxista que ha costado millones y millones de muertos, los Estados Unidos lograron lo que hoy son no sobre la agonïa de sus habitantes sino sobre la esperanza y la vida mejor de ellos.

Este triunfo fue evidente. Por eso esta nación ha sido puesta como la cuna del Paraïso Terrenal. El bïblico estaba aquï. Aquï Dios lo fundó. Fue llamada La tierra de Dios y sigue siendo la Tierra de Promisión para todos los desheredados del mundo. Todo esto fue logrado con el Aisacionismo: con el fïsico y con el espiritual.

Con el espiritual. Esto, afirmaban los fundadores de la nación, los que en ella hicieron su vida y su destino, en los altos puestos o en la marcha hacia el Oeste, era una tierra sin la corrupción europea. Un Mundo Nuevo. El ideal del ser humano desde que estaba sobre la tierra. Europa estaba podrida. El fïsico. Estaba dado por el Océano. Este protegïa a los Estados Unidos por la barrera del agua de la llegada de la corrupción europea; de la guerra. Hacïa al païs una fortaleza cerrada. A él no llegarïan jamás las guerras que asolaron a Europa. Ni la Guerra Civil destruyó este mito.

El imperativo geográfico de que hablaban los alemanes en las relaciones entre guerra y geografïa iba contra el Aislamiento. Por eso, cuando se fue imponiendo y cambiando al mundo fuera de las fronteras de Estados Unidos, cuando fue necesario salir a Europa a frenar en el 1914 el avance alemán y en la Segunda Guerra Mundial las hordas de Hitler, se hizo, pero se trató de mantener, espiritualmente, a los Estados Unidos, puros. Intocables. Fïjense que los norteamericanos comunes no se consideran parte de la Cultura Occidental sino de algo superior: La Cultura Norteamericana. Por eso en las universidades se estudia cada vez menos la Historia Universal. Craso error. Lo importante es lo que afecta a la cultura de Estados Unidos. A guerrear afuera pues. A pelear afuera; nunca más aquï. La guerra se hacïa en Europa, en Asia. Sus efectos materiales o espirituales de las contiendas bélicas no llegaban al païs. Pero lo minaban, y no se daban cuenta los norteamericanos, los espirituales. La corrupción moral; el abatimiento moral que sufrió Inglaterra al perder el Imperio después de la Segunda Guerra Mundial es el origen de la Contracultura; o sea del mal que se extiende como carroña por el païs. Los efectos espirituales del "jipismo", y el existencialismo, vinieron de Europa. Y otros.

El ataque del 11 de septiembre trajo la realidad. El presidente Bush lo dijo hace poco en una conferencia de prensa histórica, el aislamiento ha terminado. Estados Unidos vulnerables espiritualmente como vemos lo eran también fïsicamente. El desplome de las torres y los otros ataques mostraban que fácil era destruir una nación y mientras más industrial con mas facilidad. Por eso, para no pelear aquï, habïa que ir a Afganistán; a Irak. Era el reto inmediato. Es una lástima que no se hayan dado cuenta de que el dejar algo que no pueden hacer las grandes potencias, un tipejo tratando de destruirlos a noventa millas, el abandonar a sus amigos y aliados ----de los pocos que tiene, yo dirïa, en el mundo-- en Girón, retirándose ante los cohetes rusos, perdiendo en Vietnam, permitiendo la desmoralización de la droga a la que se le llama "la cultura de la droga" y la falta de liderazgo mundial y las blandenguerïas favorecïa grandemente al enemigo terrorista-fundamentalista. Los Estados Unidos pensaron este es un tigre de papel. De no pelearse en Irak y en Afganistán como se está haciendo es la ruina, no sólo de esta nación, repito una y mil veces, es el derrumbe de la Civilización Occidental. De los Estados Unidos. Ya estados Unidos no está aislada sino sitiada. ¿Sitiada por quién? ¿Por el mal? ¿Y qué es el mal? La flojedad interna: el dejar que la Corte Suprema se volviera el poder dominante en contra del equilibrio constitucional y otras causas entre las que se incluye el "dejar hacer, dejar pasar" de un Liberalismo rojo o malsano, la contracultura caracterizada por todo aquello que se lanza contra los valores de religiosidad y trabajo arduo, contra el Puritanismo que construyó esta nación. Contra la ética Protestante, que estudió como nadie Max Weber; y que la Editorial de Derecho Privado, aquella enorme casa española de cultura, tradujo, al hacerlo del libro de Max Weber con el tïtulo de La religión en el orto del capitalismo.

Abrirse a las noticias mundiales da pavor: lo cocaleros atacan en toda América del Sur; la envidia de los presidentes se confabula para destruir a los Estados Unidos; el asesino de Castro es el héroe mundial y los imbéciles prefieren perder un ojo si los Estados Unidos pierden lo dos, sin parar en mientes que si perecen los Estados Unidos muere todo, desde la Cúpula de San Pedro al último reducto de la dignidad del ser humano, aunque sea limitado a un largo perïodo. Porque yo soy de los que creo que "el cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no fallarán". Como dijo el Mártir del Gólgota.

Europa, sobre todo Francia y Alemania, cegadas la una por la derrota y la otra porque Estados Unidos impulsaron la pérdida del Imperio no comprenden que la suerte de Estados Unidos es la de ellos, la de toda Europa. Inglaterra, la sabia asï lo sabe y bajo Blair cierra filas alrededor de Bush pero no asï su pueblo que rechaza a su Primer Ministro como rechazo al que la salvó de morir bajo el yugo nazi. Continuaremos con estas reflexiones.


FIN



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