Hay que andar con pie de plomo
Por José Sánchez-Boudy


Esto no es una crítica sino un llamado a la reflexión. Creo que el caso de la señora Paula Valiente y el de la señora María Elena Cruz Varela marecen una honda reflexión. Ambas señoras han mostrado que no están con el Exilio Histórico sino que se ubican dentro de la cofradía que denunciamos día a día, que pretende un arreglo con el castrato. Con la cofradía que es dialoguera y plataformera. Con la cofradía que trata de entregarle a Castro la base de Guantánamo; de llevarlo a la O.E.A. y a todos los organismos internacionales. Que quíere que el oro del Banco Mundial de otras organizaciones internacionales se vuelque en Cuba. En fin, con los que tratan de salvar a Castro; que está boqueando. Cada día que pasa, el régimen cava otror pedazo de su tumba. No tiene escápe. Por eso el desespero de los Dialogueros y Plataformeros; de los Dialogueros de toda laya; del Diálogo Interamericano; del llamado Working Group on U.S. Relation with Cuba, que trata de hacer un gobierno de coalición con Castro en el que ellos, como es natural estarán bien representados.

Nada de esto es invención mía. No creo que las dos señoras mentadas protestarán por lo dicho. La señora Paula Valiente, expresó su deseo de estar en Cuba; mostró sus simpatías por el castrato, en conferencias y en el programa de la señora Marta Flores, con la que polemizo al ser confrontada por ésta. Prueba al canto de lo que digo.

Mostró la señora Paula Valiente su racismo; tratando de desunir a los cubanos de hoy y del mañana. A los cubanos del exilio que la han tratado con respeto. Como lo que es, como una mujer nacida en nuestra patria. Sin fijarse en el color de la piel. Que han visto como, erróneamente, como ha pasado tantas veces, se le convirtió en heroína, Que han denunciado que se le atropellara en Cuba al igual que a la señora Cruz Varela. Que han denunciado la vesania-del régimen desatada elocuentemente en el caso de las dos. No habló del racismo de Castro.

Hoy, la señora Cruz Varela, asiste al seminario que se celebra en Miami, dirigido por un firme defensor del Castrato, a calzón quitado: el profesor Jorge Dominguez. Un defensor a ultranza del régimen castrista. También, se le convirtío en heroína por los que debían ser más cuidadosos. Por los que no debían actuar a la ligera y creer que cualquier disidente, -aunque el régimen use contra el mismo las más horribles infamias- por el hecho de declararse tal cosa, es enemigo del Castrato y está con los ideales del Exilio Histórico; de la Cuba Eterna.

¡Mira que he citado el caso de Gomulka, el polaco disidente, enviado a la ergástula por Stalin; torturado, se oye que hasta en sus partes viriles! Ello no le hizo mella. Cuando salió de la cárcel era más "estalinista" que Stalin. Y eso que lo puso en libertad un gigantesco movimiento popular. Lo mismo puede pasar con nuestros disidentes. Y pasa.

¿Cómo no se vio que la señora Paula Valiente habla con conceptos de la cuartilla marxista; que son anacrónicos? Está llena del comunismo anacrónico. De lo que siempre fue esta maldición.

De ahí que trate siempre de borrar el pasado y buscar el falso porvenir, los palos que le dieron—y lo mismo dice Menoyo que está reyoyo-- y sigue con sus bombachos jugando al yoyo, y al chocolongo, pero no llega a Alto Songo, no importa. Lo que importa, repiten, es el pueblo de Cuba. Pura consigna marxista. Lo que importa, grita el marxismo, no es el hombre sino el proletariado.

Todo esto recuerda aquello de: "aquí sólo mandan los muertos". "La tierra es de los siboneyes. ¿Es usted siboney?", que salieron a relucir los primeros días del comunismo.

Y muchas más. La señora Paula Valiente tiene adentro la cartilla marxista. Y agradecimiento por la Revolución que "la sacó --afirma-- de su covacha". Pero destruyó a Cuba y metió a todo el mundo en covachas señora Paula. Y fusiló a mansalva. Y hace de Cuba un Gulag. ¿Y usted está agradecida?

La lección de Paula Valiente y de María Elena Cruz Varela es obvia: No se puede andar a la ligera. Hay que andar con pie de plomo. Dejar que el que llegue, o el disidente, muestre su alma; auscultarlo. Revisarlo de pies a cabeza. No se puede seguir haciendo héroes y heroínas que después resultan que están con los Dialogueros y Plataformeros; con los enemigos de la Cuba Eterna.

El espectáculo de Paula, "echándole con el rayo" al Exilio Histórico; desnudando sus preferencias por el Castrismo; el de la señora Cruz Varela prestándole su presencia a un seminario que atenta contra la Cuba Eterna, de enemigos de la Cuba Eterna, debe hacer reflexionar a los que se equivocaron con ellas.


DLA 7-18-95


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