APPOMATOX

Por Jorge Maspóns

CONTACTO (Tercera de 5 Partes)

Ulyssess Grant reposaba según miraba fijamente hacia la obscuridad. Pensaba en la nota que le había despachado a Lee aquella tarde. El se preguntaba como Lee la recibiría y que respuesta le enviaría.

Cuando los generales intercambian correspondencia, las cartas son escritas en una forma muy rígida. Así pues, cortemos a traves de las frases con las "altas palabras" y reducirlas a la simplicidad.

Abril 7, 1865

General Lee:

Uds. están derrotados. Valientes y determinados como sois, no hay sentido en seguir luchando con todo contra tales probabilidades. Yo creo que es mi deber dejarle rendir su ejército pacifícamente, si Ud. está dispuesto. Paremos toda esta matanza que no tiene sentido.

U.S. Grant, Teniente General

Este mensaje fué enviado bajo la bandera de tregua atravesando las líneas. Hombres con los uniformes azules al galope ondeaban su bandera blanca. Los confederados, agachados en cuclillas, bajaron sus armas y el doblado papel fue pasando de mano a mano. Pronto ambas partes se separaron y con sus caballos al galope regresaron a sus posiciones.

Lee estába conferenciando con el General Longstreet, uno de sus mas capacitados oficiales. Lee recibió la nota y la sostuvo cerca de la lámpara. Su expresión no cambió y sin decir una palabra le pasó el papel a Longstreet quien la leyó y se la devolvió a su comandante. "Todavía no," le dijo, al parecer creyendo que su jefe rehusaría ante la primera demanda.

Lee estába renuente de actuar inmediatamente. ¿No se podría acordar un tratado general de paz, abarcando quizás no solamente los cansados hombres de Virginia sino también esos otros miles? ¿Que sería de Johnston en las Carolinas? ¿Que sería de Richard Taylor bien al sur, y Kirby Smith bien al oeste mas allá de Mississippi?

Lee buscó una hoja de papel y escribió a Grant.

General:

No comparto totalmente con usted que la causa confederada está perdida, pero estoy de acuerdo con usted y comparto su deseo de parar la innecesaria muerte de hombres valientes. ¿Qué condiciones daría Ud. si yo consiento a rendirme?

R. E. Lee, General

Era mas de la media noche cuando la nota de Lee llegó a manos de Grant en aquella desapasible habitación del hotel en Farmville. Grant la leyó pero esperaría hasta la mañana y una vez mas enviar una nota a las líneas enemigas.

General:

Ud. solamente tiene que hacer una cosa. Rendir sus tropas, con el acuerdo que ya no pelearán más contra nosotros. Estaré dispuesto a encontrarme con Ud. en cualquier lugar que Ud. diga, o enviaré oficiales para reunirse con algunos oficiales enviados por Ud. para arreglar este asunto.

U. S. Grant, Teniente General

En la mañana siguiente el sol brilló calurosamente y amarillo, como si tratando de suavizar al Ejército Norte de Virginia. Pero una gran cantidad de lluvia había caído unos pocos dias antes; casi todas las carreteras eran cenagales. Vagones, cañones, carros de municiones eran abandonados cada hora.

Por un momento, sin embargo, los confederados parecían distanciarse de sus persiguidores. Muchas porciones del ejército habían viajado por la noche, asi es que el sábado no fueron severamente castigados por las andanadas de los yankis aferrados a lo largo de las columnas que escapaban en la retaguardia. Ahora había silencio por una o dos horas seguidas; no se sentían balas pasar por sobre sus cabezas, no habián disparos de revólveres en los cruces de caminos.

La segunda carta de Grant alcanzó a Lee el sábado por la tarde. Estába tan obscuro que un coronel tuvo que encender una vela para que su comandante pudiera leer el papel.

No, no -todavía no.- ¡No una rendición tan completa! Puede ser posible una oportunidad para conseguir condiciones para otros ejércitos confederados en el campo. Lee escribió su segunda respuesta, actuó en consecuencia y la envió durante la noche.



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