"La Odisea de un Venezolano"
por Julio Mestre
Por segunda vez aquella tarde presente mi pasaporte venelozano debidamente
visado por el consulado de la Union Soviética en Madrid, pero esta vez no me
fue devuelto, una militar habia entrado en la casilla de inmigracion y con un
gesto brusco retiro los pasaportes de mi familia y de mi mujer, de mi hijo de
18 años y de mi hija de 13.
Todo había comenzado semanas antes cuando estabamos planeando un viaje de fin
de año a un lugar ex&otico, diferente, que no fuera un país o una ciudad
de las muchas que habiamos visitado anteriormente. Pensamos Marruecos, Egipto,
etcétera, pero en esos dias a traves de unos amigos nos llego un folleto
titulado "El faboloso Moscu y la Imperial Leningrado" con todo incluido por 79,000
pesetas.
Tanto el precio como el lugar nos convencio y era ademas la mejor opcion de todas
para que mis hijos jovenes y tropicales pudieran apreciar directamente el
sistema comunista, establecer las comparaciones con el mundo capitalista y libre
y formarse su propia opinion al respecto, mas aun hoy dia cuando las débiles
democracias de hispanoamerica, de la que Venezuela no es una excepcion, estan bajo
la posibilidad de un cambio hacia extrema izquierda.
Idiomas y cultura, la agencia de viaje que promueve y patrocina estos "tours" pidio
y le fueron entregada tres fotos tipo carnet, fotocopias de los pasaportes y una
inicial de 10,000 pesetas para las visas y 60,000 pesetas para garantizar el cupo,
todo esto con 20 dias de anterioridad a la salida, para ellos poder tramitar ante el
consulado Soviético en Madrid las visas correspondientes.
El Sabado 20 de diciembre y no sin antes haber cancelado el importe total del tour
y con la documentación en regla abordamos el vuelo de Aeroflot SU-300, Madrid-Berlin
Oriental-Moscu.
La primera parada fue en Berlin-Oriental, donde nos reunimos con otros del
grupo entre los cuales habian ciudadanos espanoles, estado unidenses, y
nosotros, 4 venezolanos. En total 18 personas mas un simpático guía
español que desde el primer momento nos preparaba para las maravillas
que en la Union Sovietica ibamos a ver y las bellas experiencias que
experimentaríamos.
Con solo una hora de retraso el avion de Aeroflot finalmente aterrizo el aereopuerto
de Moscu, era la 6 de la tarde del sabado 20 de diciembre y allí comenzarían 20
horas de pánico, incomididades, vejaciones, frio y hambre; 28 horas en que los 4
ciudadanos venezolanos, residentes temporales en España serian los actores principales
de ese drama.
Los ciento y tanto pasajeros del vuelo SU-300 incluidos los integrantes del "tour"
, formamos fila ordenada y silenciosa frente a las casillas de inmigracion. Al
llegar mi turno y presentar mi pasaporte venezolano hubo un cambio total de
actitud por parte del militar sovietico que autorizaba la entrada. Llamaba por
telefono, devolucion del pasaporte, y el cierre temporal de la casilla de
inmigracion al mismo tiempo que otro oficial hacia gestos para formaramos
otras filas.
La segunda vez en otra fila, mi hija en primer termino presenta su pasaporte,
hubo cambio total de actitud, el militar volvio a tomar el telefono, llego
un oficial y solicito con gesto autoritario los 4 pasaportes venezolanos
ordenandonos tomar asiento a la entrada de la sala de inmigracion.
Despues de casi dos horas de espera, desorientados por la falta de comunicacion
y separados del resto del tour, un militar sovietico con varias estrellas se
dirigio a mi, primero en ruso, despues en ingles, y finalmente en castellano y
secamente senalandome expreso: que "Julio A. Mestre era persona no-grata en la
union sovietica, debiendo abandonar el pais inmediatamente y como acto de
cortesia se permitia a mi mujer e hijos continuar con la gira turistica".
Pregunte inmediatamente la razon por esa decision, la cual no correspondia,
pues el consulado sovietico me habia otorgado una visa lo cual equivalia a
una invitacion de entrada al pais. Estas y otras preguntas terminaban sin
respuestas, solo con la fria mirada del oficial.
La situacion se iba haciendo cada vez mas tensa. Un grupo de militares sovieticos
de uniforme pero sin armamento visible, comenzo a cerrar el circulo en torno
nuestro como para limitar nuestro campo de accion.
Otra larga hora de espera y de nuevo la presencia del oficial que me pregunta
: "Que ha decidido hacer?", a lo que respondo: "salir del pais en lo que se me
permita".
Otra interminable espera y el regreso del mismo oficial quien me informa que no
hay vuelo a Madrid hasta el viernes 26 por lo cual tenia que ser llevado a un
lugar de detencion que seria el hotel del aeropuerto.
El llamado hotel del aeropuerto es en realidad dos hoteles en uno. El mas lujoso
, el cual pude escudriñar a traves de una fisura en un cristal, tiene una
amplia entrada, gran lobby y esta destinado a las tripulaciones de las lineas
aereas y a los visitantes del mundo desarrollado. El segundo hotel, con la entrada
por un feo y sucio costad del mismo edificio, esta separado del primero y es un
hotel totalmente militarizado.
Despues de esperar en varios puntos de control dentro del hotel, fuimos arreados
como ganado hasta nuestras dos habitaciones las cuales tenia puerta pero estas
no podian cerrarse por dentro.
Los hechos a partir de ese momento se desarrollaron de la siguiente forma:
1 a.m. : sin cenar, per agotados por la emocion de los acontecimientos nos
acostamos, vestidos en unas habitaciones donde soplaba un aire frio que entraba
por una ventana que no cerraba herméticamente.
8:15 a.m. : dos militares me despiertan para lo que interpreto que fue un pase
de lista de cuerpo presente.
9:00 a.m. : de nuevo en el cuarto se presentan un oficial y una traductora y
me preguntan por tercera vez cuando voy a abandonar la Union Soviética, a lo que
respondo: "Inmediatamente que me consigan un vuelo a Suiza, Alemania Federal, o
Inglaterra, que son los tres paises a los cuales puedo ingresar sin necesidad de
visado.
9:15 a.m. : los niños tienen hambre y sed, pues no han comido, ni tomado
agua desde el dia anterior a las 4:00 p.m. Bajamos a desayunar, piden unos tickets
que no tengo, los solicito a la traductora que parece ser la jefa de la operacion,
me son negados, regreso al restaurante, voy a la cajera, entrego 20 dólares, los
mira y los guarda, señalando que tome asiento. El milagro de los dólares se
traduce en cuatro huevos semitibios, unas lascas de pan negro y líquido que podría
haber sido te o cualquier otro brebaje.
10:30 a.m. : el oficial de nuevo con una traductora me informa de un vuelo a
Frankfurt por Lufthansa ese mismo día a las 7:00 p.m.
10:45 a.m. : las siguientes horas las pasamos dentro de la habitacion.
2:45 p.m. : el militar y la traductora de nuevo en la habitacion me informa
que debia comprar un ticket aereo, pues el que tengo de Aeroflot no es valido y
debo pagar 312,25 rublos por cada pasaje. Hago arqueo de caja solo tengo 500
dólares lo que solo seria bueno [suficiente] para un solo viaje. Pregunto sobre
la validez de las tarjetas de crédito y me informan que no saben si son
aceptadas por la oficina que emite los pasajes de todas las líneas
aereas.
3:30 p.m. : el tiempo transcurre, las cosas suceden muy lentamente en la
Union Soviética, asi que tomo la decision de salir del país dejando
a mi familia con la garantía verbal del oficial, que se incorporarían
esa misma noche al "tour" en el Hotel Cosmos.
Beso a mi mujer y a los niños, tomo un pequeño bolso de mano con
algunas cosas indespensables, me coloco el abrigo, me persigno...dicen que uno
solo se acuerda de Dios cuando tiene problemas graves. Acompañado de un
militar me monto en un autobus que espera.
3:45 p.m. : de regreso al aeropuerto entramos por la pista de aterrizaje,
entre de aviones de Aeroflot, el aerobus se detiene frente a una puerta, un
gesto del militar, me bajo, lo sigo, subimos una escalera hasta una habitacion,
encienden la luz, me indican un asiento, me apagan la luz y me dejan
allí.
4:30 p.m. : nuevos militares me escoltan a una oficina publica del aeropuerto,
donde una mujer me pide dinero, le enseño la tarjeta de credito, la
acepta, firmo varias copias de la tarjeta y me extendien un pasaje
Moscu-Frankfurt, con el cual se queda el oficial.
5:30 p.m. : de nuevo al gran salón de inmigracion y noto por primera vez que
todos aquellos jovenes entre 18 y 20 años debran tener tener el grado
de soldados, son todos iguales, 1.80 metros de estatura, macizos, fuertes
piernas, espaldas anchas, grandes manos, rubios de ojos azules. Aquellos
jóvenes son todos físicamente iguales, tienen hasta gestos
idénticos y el mismo timbre de voz, pareciera como si fueran producto
de algun experimento genético que ha dado como resultado al
«homo militaris» ideal.
De ese momento en adelante me fijo cada vez mas en lo ocurre a mi alrededor,
veo a soldados todos con características iguales como máquinas
de pelea programadas.
6:30 p.m. : me llevan por un pasillo el cual ya he recorrido varias
veces hacia la sala donde estuve con mi familia el dia anterior. Hay un joven
africano joven, me habla frances, me dice que la han quitado su documentacion,
al rato lo llama un oficial, se para camina hacia el, se le acerca, le extiende
la mano para saludarlo y le roza, el oficial mira su mano y se la limpia en el
pantalón.
7:00 p.m. : nervioso, pues no he visto mi documentacion y tampoco el pasaje,
al fin viene un oficial y un soldado me ordena seguirlo, caminamos unos metros,
de nuevo una orden de detenerme frente a una oficina; miro hacia dentro, pues la
puerta esta totalmente abierta y en la pared mas proxima sobre una cartelera una
fotografia mia en blanco y negro hace 25 años. De nuevo se me ordena
seguirlos, salimos al pasillo de la terminal, me asomo por un cristal y veo el
avion de Lufthansa, una belleza de máquina, azul con el pájaro
amarillo dibujado sobre la cola. Unos metros mas y me detienen frente a la
puerta del avion, el oficial me entrega el pasaporte y la tarjeta de embarque,
traspaso la puerta, soy el primer pasajero. Asiento 11c, pienso que mis
«cuidadores» han tenido la delicadeza sabiendo que no fumaba de
colocarme en la seccion de no fumadores.
Mi pensamiento y mi preocupación para mi mujer y mis hijos que quedaban en
la Union Soviética a pasar las Navidades, separados de mi y con pocas
posibilidades de comunicación. Como les iría en ese país que
primero me invitaba y despues mi expulsaba?
7:20 p.m. : la puerta del avion se cierra y despues de los consejos
reglamentarios de la aeronautica civil, comienza por el hilo musical del avion
a sonar la "Guantanamera" y pienso en los versos de José Martí:
«Yo quiero cuando me muera sin patria pero sin amo tener en mi
tumba un ramo de flores y una bandera»
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7:45 p.m. : el avion ya en el aire, me voy reponiendo, respiro hondo,
voy al baño, pues desde que sali hotel no me permitido ir, pido una
copa de champán y comienzo a leer el periódico Herald Tribune,
correspondiente a diciembre 20-21; leo sobre la posible liberacion del
científico Sajarov despues de 12 años de sufrimiento y tambien sobre
Gutierrez-Menoyo que ha pasado mas de 20 años en las cárceles cubanas,
me detengo en la página 4, parte inferior y bajo el título «Hace 50 años
- 1936 Tensión en Cuba» leo: «El Presidente de Cuba Dr. Miguel
Gómez va a ser destituido por el coronel Fulgencio Batista, por
oponerse a la ley de las milicias rurales juveniles que ha exigido al Congreso
el coronel Batista».
De nuevo vuelve ante mi la isla de Cuba, la patria donde naci y que deje hace
24 años para no volver jamas. Recorde mis ultimos dias de lucha por la
democracia, primero contra la dictadura batistiana lo que me valió detencion
y posterior expulsion a Miami en 1958 y unos meses despues contra la dictadura
castrista que me costo2 años de carcel. En ese momento supe verdaderamente
la causa de mi expulsion de la Union Soviética y de no haber realizado sino un
viaje a niguna parte.
Punto Final
Los militares soviéticos me impresionaron enormemente, solo me resta hacerle
una observacion a los lideres y los pueblos de Norteamérica y de Europa
que son el último bastión y el único freno a la expansion
soviética sobre el mundo occidental.
La u´nica forma de defender nuestra civilización y mantener nuestras
libertades es a traves de los armamentos disuasivos desarrollados y manejados por una
pequeña elite de científicos, supertécnicos, recursos y
élite de hombres con lo que no cuenta la Union Soviética.
El soldado soviético esta programado para la guerra convencional, es un
ejército avido de conquista, listo para realizar una ofensiva en Europa
hasta sus máximas consequencias. Los jóvenes soldados occidentales,
los soldados norteamericanos, voluntarios en el servicio, los que he visto en el
aeropuerto de Frankfurt comprando chiclets y caramelos no estan hechos ni
mentalizados para la guerra, no tienen nada que conquistar y tienen otras
inquietudes e intereses, gravitando sobre ellos, la derrota de Vietnam.
Por consiguiente y por muy terrible que parezca, la gran ventaja para mantener
nuestra civilizacion es desarrollar todo lo relacionado con la guerra de las
galaxias. El día que se decida cancelar esos proyectos sera el dia que mi
viaje a ninguna parte se convierta para mi y para muchos millones de hombres y
mujeres libres en un viaje al otro mundo.
Madrid. Diciembre 30, 1986.
El autor, nacionalizado venezolano y casado con la venezolana Sandra Caballero
de Mestre, peleo por la libertad de su patria en Bahia de Cochinos hace 25
años y desde entonces esta fichado por la KGB. Los soviéticos ni olvidan
ni perdonan: cuan diferentes a la democracia norteamericana que al finalizar
la Segunda Guerra ayudo económicamente a sus «enemigos», abriendo de
inmediato sus fronteras y productos provenientes de Japon y Alemania.
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