La Organización Auténtica NO LES OLVIDA
Ing. José A. Adán y Dr. Miguel Uría


Distintos caminos de DIGNIDAD. Pocos caminos. Duros caminos. En esta encrucijada de nuestra historia algunos senderos simbolizan la medida leonina de la misma DIGNIDAD.

Estamos hablando de los cubanos que enfrentados al paredón de fusilamiento enemigo simultaneo al impacto, de la bala no dialogante, y del entregar el alma, gritaron: ¡VIVA CRISTO REY!

Los otros son los PLANTADOS. He ahí HOMBRES con mayúscula. El PLANTADO, parafraseando a Hubbart, "he aquí a un hombre cuya figura, un día en Cuba , habrá que ser vaciada en imperecedero bronce y puesta su estatua en todos los colegios del país. No es la enseñanza de libros lo que los jóvenes necesitan, ni la instrucción de esto o aquello, sino el endurecimiento de las vértebras para que sean fieles a sus cargos, para que actúen con diligencia, para que hagan la cosa--llevar el mensaje a García".

Y que mensaje! Día y noche, día tras día, PLANTADOS. Que significa golpeados entre mil otras barbaridades pero no doblegados. De frente, rebelde, beligerante, que no dialoga o conforman doctrinas contrarias, "espinudo, como un erizo y recto, como un pino "como diría nuestro APÓSTOL que también fue PLANTADO.

Reta los limites de la imaginación, tanta DIGNIDAD acumulada por esos cubanos. Y TANTO OLVIDO Y DESATENCIÓN A SU EXISTENCIA. La deuda a los PLANTADOS de todo cubano que ama la Libertad es imposible pagar. Inmunes ya de asquearse moralmente, la Patria se nutre de la DIGNIDAD de esos hombres. Es termonuclear la fuerza moral de un solo PLANTADO. Como lo es también una SOLA lágrima de una SOLA madre cubana. Representan con palabras de José Martí; "las fuerzas que nos hacen vivir: la DIGNIDAD, la LIBERTAD, el VALOR".

Hagamos reflexión diaria de la existencia de los PLANTADOS. Anatema olvidarlos. En nuestra intimidad recemos por ellos. En nuestras acciones, honrándoles, tratemos de emular, al menos en algo, el mensaje de DIGNIDAD de los PLANTADOS, que en este mismo instante sufren enormemente y que siguen en cautiverio. Y también hagamos lo mismo con los que habiendo sido Plantado ya no están con nosotros y pasaron a formar parte de nuestra sagrada Legión de mártires. No menos tampoco a los que por Gracia de Dios, aun presentes y ya no en cautiverio, si cargaran de por vida, en sus cuerpos Medallas de Honor, cicatrices como el Apóstol.


FIN



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