AVIONCITOS LIGEROS, ¿PARA QUE?

Por Hugo J. Byrne

La información nos llegó a finales del mes pasado. Tres estados en el mundo han decidido interesarse por el desarrollo y posibles aplicaciones de ciertas naves aéreas ultraligeras. Estos avioncitos de un tripulante (o ninguno) tienen un peso aproximado de 250 libras o menos. En la era de la bioquímica y la bacteriología, teniendo ambas la habilidad siniestra de poder usarse con fines terroristas, la capacidad de daño a inocentes que presentan estas maquinitas voladoras debe tomarse muy en serio. Se trata de aviones con un considerable radio de acción, pues su consumo de combustible es extraordinariamente moderado, moviéndose a menos de cien kilómetros por hora, pero capaces de altitudes de más de 5,000 pies. La tecnología no es nueva. Se desarrolló temprano durante la segunda mitad del siglo pasado, mediante la instalación de motores en naves originalmente diseñadas como deslizadores aéreos ("gliders"). Esa tecnología es básicamente la misma que empleara Norteamérica en sus "drones" de reconocimiento y otros usos más letales en la guerra antiterrorista.

Estos estudios presentan un escenario tan curioso como sombrío: Para el hampa con poder político total, la supersofisticación técnico-militar no ha rendido los dividendos anticipados, no sólo en términos relativos, sino tampoco absolutos. Tomemos como ejemplo el jet de combate MIG 29, desarrollado mucho antes de la caída estrepitosa de la Unión Soviética, pero contínuamente perfeccionado y renovado, al presente formando la primera línea de las Fuerzas Aéreas de Rusia y de otras naciones del antiguo "bloque socialista". Para ciertos antiguos "clientes" del viejo Moscú de los Soviets, como Castrolandia, el Mig 29 es el arma más poderosa y moderna que poseen. El "gorilócrata" Chávez, o bien ya las adquirió, o está en vías de comprar un número substancial de esas máquinas.

Sin embargo, los servicios de inteligencia militar de la vecina Colombia, objetivo primario y obstáculo principal en los planes castro-chavistas de dominación continental recientemente admitidos en La Habana, están más preocupados por los helicópteros que también está adquiriendo Chávez, que por los MIGS. ¿Cómo es eso posible? Por la sencilla razón de que el historial de los MIG29 en combate no es muy notable. Amable lector, de hecho ese "record" es un fracaso abismal.

El MIG29 ha entrado en combate dos veces durante el pasado siglo. La primera fue durante "Desert Storm", nombre código para la primera guerra del Golfo Pérsico en 1991. Durante la fase inicial del conflicto que fue totalmente en el aire, Sadam Hussein ordenó a su fuerza aérea enfrentar a la coalición aliada con resultados funestos para la primera. Irak perdió 20 MIG29, sin que estos pudieran anotarse una sola victoria. Todas las ínfimas pérdidas aliadas fueron resultado de fuego antiaéreo o misiles de tierra a aire. Ante la derrota total, Sadam envió sus jets restantes a Irán. Durante el conflicto en Kosovo, Milosevitch ordenó a a sus Mig 29 combatir a los aviones de la OTAN, perdiendo seis. Cinco a manos de los norteamericanos y el otro derribado por un F16 de La Real Fuerza Aérea de Holanda. Victorias aéreas de los MIG29 en Kosovo: 0. Los únicos aviones que un MIG29 ha sido capaz de destruir en el aire, son las dos avionetas de "Hermanos al Rescate" el 24 de febrero de 1996. Para lograr esas dudosas "victorias" el MIG29 de la tiranía contaba con la cooperación de un MIG23 y hasta poseía el plan de vuelo del "enemigo", obtenido clandestinamente por un "mole" castrista.

Si el amable lector sospechó que China, Irán y Castrolandia son los tres regímenes interesados en el desarrollo de los avioncitos de marras, no adivinó por casualidad, sino simplemente usó de forma adecuada el "menos común de los sentidos". Castro necesita estas naves para fines lícitos, de la misma manera que los iraníes necesitan plutonio para desarrollar combustible nuclear estando sentados sobre un mar de crudo, o de la misma manera que yo necesito un Lehar jet para enviar mis artículos a los varios "sites" de la Red, o a los periódicos que gentilmente los publican, pues el e-mail no es "método muy confiable".

Al justipreciar la avalancha de críticas y la despiadada inquisición hacia John Bolton, Embajador Designado a Naciones Unidas de la presente administración, por parte de los sempiternos defensores de Castro en el Senado norteamericano, recordemos que casi la totalidad de la información de "inteligencia" sobre Castrolandia recibida por ellos, emanaba de una sola fuente. Esa fuente era Ana Belén Montes, quien cumple 25 años de prisión exenta de libertad bajo palabra, convicta de traición a Estados Unidos, espiando y saboteando al servicio de la tiranía castrista.

Si queremos de verdad saber qué planea hacer Castro con los avioncitos ligeros, este cronista sugiere que no le pregunten a Cristopher Dodd ni a Barbara Boxer, ni a Joseph Biden, ni a John Kerry, sino a Ana Belén. De hecho, existe un "file" de la información que Montes dió al Departamento de Justicia a cambio de preservar su deleznable cabeza. Quizás todo lo necesario sea abrir ese "file".


FIN



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