DEFICIT DE VERGÜENZA Por Hugo J. Byrne "Si no equivoco la ruta, El tirano Castro se ha parado en la puerta con la gorra en la mano. El gesto, reminiscente de las más viejas y menos atractivas entre las antiguas prostitutas de la calle Pajarito cuando los clientes escaseaban, tiene un universo de implicaciones. Hace mucho tiempo que el pueblo de Cuba carece de todo, pero ahora hasta la cúpula que avasalla y explota a nuestra pobre patria desde hace casi cuarenta y cinco años empieza a ver progresivamente reducidos los medios que hasta hoy le han facilitado esa explotación y ese dominio. La escasez ha forzado al viejo Fifo a clamar por un aumento en los envíos de dinero, e incluso ha tenido la desvergüenza de exhortar a los ancianos del destierro a retirarse en la Isla durante su mandato espúreo. Su referencia reciente al bajo costo de la vida en la Cuba de hoy, "donde se puede vivir bien con sólo $100 al mes", no deja la menor duda sobre sus intenciones mercenarias. Recientemente la esposa del cipayo Eloy Gutiérrez Menoyo, quien se mudara hace poco para Castrolandia, trató de cerrar la cuenta bancaria que el peninsular tenía a nombre del grupo fantasma que eufemísticamente llamaba "Cambio Cubano". No tuvo éxito. El cajero, un hombre avispado, no sólo se negó a liquidar los fondos a menos que el "guerrillero" Menoyo firmara en su presencia la planilla para retirarlos, sino que después que la susodicha dama hizo mutis se comunicó inmediatamente con las oficinas del Departamento del Tesoro, informando sobre todo lo ocurrido. La respuesta no se hizo esperar. La cuenta de "Cambio cubano" ha sido congelada por orden de esa dependencia federal. Castro no ha de recibir de "Cambio cubano", ni siquiera "cambio" en moneda castrista. Esa ruina económica, cada día más evidente, avanza en medio de un creciente escándalo de implicaciones potencialmente muy serias y que afecta no sólo a Castro, sino a su cliente comercial más importante, el régimen del "gorilócrata" Hugo Chávez. Se trata de la conexión terrorista de ambos regímenes con las pandillas marxistas que masacran a Colombia. Linda Robinson, una periodista sagaz de U.S. News & World Report en un extenso reportaje en esa revista a principios de octubre, describe lo que llama "la creciente alarma de Washington" ante la colaboración de Chávez y de Castro con las llamadas "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia" (FARC). Robinson cita declaraciones en ese tema por Robert Noriega, "Secretario de Estado Asistente para asuntos latinoamericanos". El artículo de Robinson incluye un mapa de la zona montañosa de Perija en Venezuela, cerca de la aldea de Resumidero. En ese mapa se observa la localización de una base de las FARC, profundamente dentro del territorio venezolano, información provista por desertores de ese grupo subversivo. La posición exacta de la base es de 10 grados, 29 minutos y 56 segundos de latitud norte con 72 grados, 44 minutos y 56 segundos de longitud oeste. De acuerdo al artículo, Chávez provee documentos de identidad venezolanos a miembros de grupos terroristas, entre ellos, cubanos castristas, colombianos marxistas e incluso musulmanes del Medio Oriente. Los círculos oficiales venezolanos, por supuesto niegan relación alguna con el terrorismo internacional. Sin embargo, las "expresiones de solidaridad" y visitas de Chávez a Muhammar Qadhafi y a Saddam Hussein (antes del desplome del régimen de este último) ponen en entredicho esas protestas de inocencia. Al mismo tiempo la entrega total de los mandos efectivos de la llamada "Fuerza Armada Venezolana" a agentes de Castro, con la agencia de seguridad interna llamada DISIP actuando abiertamente como una simple extensión de la D.G.I. castrista, se ha hecho demasiado evidente. Parece que algunas de las "movidas" de Chávez tratando de emular a su maestro de La Habana tienen a Fifo preocupado. A estas alturas de la historia, Venezuela sólo representa para Castro un proveedor de petróleo gratis. Fifo, quien no lleva 45 años en el poder por ser ingénuo, no quiere que "el bote se balancee mucho". Sabe que Cuba no tiene absolutamente nada vital para Estados Unidos, pero Venezuela sí. Mientras tanto el tirano del Caribe extiende su gorra vacía: "¡Idiotas del mundo uníos en ayuda a Castrolandia. Aquí no tenemos nada!" Especialmente vergüenza.
|