FIDEL CASTRO, EL CARCELERO DE LOS CUBANOS, EN EL SEGUNDO MILENIO:


Al conmemorarse dos mil años de la venida de Jesucristo, el Salvador del mundo, que re- veló la verdad...La libertad...El destino final humano...Proveedor del amor incondicional, sin miedos, donde los seres encontramos nuestra realización en el embellecimiento dentro de su imagen y semejanza...Al fin la gran aspiración y el gran dilema de los hombres...La vida eterna...Se conquista en su encarnación, resuscitación y promesa. Recordemos que:

Esta libertad está ordenada dentro de esa verdad y se realiza a pesar del idealismo...No es una ficción ni una quimera...Dios mismo nos lo descubre para que no nos quede duda...El Amor Cristiano...Es una revolución sin violencias...Esta libertad aunque la hacemos frágil nosotros, se funda en el reconocimiento de la dignidad del hombre y no en la falsa creencia de la afirmación personal...Un poco de religión, otro de política, lo menos posible de moral, mucho de gustos. Tenemos que robustecer y defender esta libertad tan costosa.

La revolución electrónica de que somos testigos nos proveé un escenario único en la historia humana. Las comunicaciones de todos tipos, el poder de desmantelar la infraestructura del crimen tanto local como internacional, de encarrilar los retos que confrontan las sociedades libres...Todo gracias a la revolución tecnológica que ha seguido a la de la agricultura y a la de la industria. Gracias a ello la libertad la podemos hacer llegar a todos los confines de la Tierra.

Hemos de continuar luchando por nuestro destino último...Esto nos proveerá de nuevo con nuestra Patria...Una Patria para todos. ¡Sólo la moral de Dios y el poner el temor a un lado nos la devolverá!.

Fidel Castro es proyectado como inteligente, ábil, suertudo, etc...La gente no tiene tiempo para analizar los detalles de su sinrazón, de su sofisma para perpetuarse en el poder cuarenta años. Lo mismo que el colapso del Comunismo Soviético, después de setenta años, se le atribuye al fracaso económico...Está bien claro que fué la falta de moral al faltar la libertad quién lo llevó a la ruina... La falta de reconocimiento de la dignidad del hombre y de su libertad intrínseca. La misma con- dena cuelga sobre la dictadura cubana, no tiene escapatoria.

Por lo tanto, nuestra Cuba volverá...Libre...Independiente...Soberana.

La lucha es en todos los frentes, con todos los medios, sin claudicar...No podemos proporcionar cuartel al enemigo. Los cubanos tenemos la última palabra.

Recordemos nuestros mártires, ellos se inmolaron por la Patria, por nosotros...No podemos aban- donarlos, no se les puede fallar...Nuestra moral y vergüenza nos lo exige.


Guillermo Trémols
Virginia, Septiembre 1999

Éste y otros excelentes artículos del mismo AUTOR aparecen en la REVISTA GUARACABUYA con dirección electrónica de:

www.amigospais-guaracabuya.org