Colombia en la encrucijada: escándalos "parapolíticos" y revancha izquierdista

por Gonzalo Guimaraens


Lo que está en juego, más que la supervivencia política de un presidente o de un gobierno, es el futuro de importantes sectores de centro y de derecha de Colombia que no se dejaron doblegar por la violencia narcoguerrillera, que los agredió implacablemente durante décadas

1. El martes 17 de abril pp., el senador colombiano Gustavo Petro, líder de la coalición de izquierda Polo Democrático Alternativo, hizo un discurso en el cual acusó al presidente Uribe y a sus familiares de patrocinar crímenes de paramilitares en el departamento de Antioquia, del cual Uribe fue gobernador. El senador Petro no llegó al recinto legislativo con cajas de cartón llenas de documentos, como suelen hacer otros congresistas, sino con un discreto computador en el cual traía una presentación en Power Point, que constituyó el eje de su discurso. Petro estrenó también un sistema mediático por el cual se trasmitió su denuncia por cuatro canales de Internet, en directo, para el mundo entero.

2. En Estados Unidos, los efectos fueron inmediatos. El miércoles 18, el Washington Post anunció con un gran titular: "Senador colombiano denuncia que escuadrones de la muerte se encontraban en la finca de Uribe". El jueves 19, Uribe reconoció a su colega Michelle Bachelet, en visita oficial a Colombia: "Hicieron el daño que querían". El viernes 20, el ex presidente Al Gore suspendió su comparecencia a un seminario internacional en Miami, en el cual estuvo presente Uribe.

En días sucesivos, las denuncias encontraron eco en el ala izquierda del Partido Demócrata, y ya se habla de que el Congreso norteamericano, en el cual los demócratas tienen mayoría, podrá aprobar el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú y Panamá, pero vetará el TLC con Colombia, algo que podrían producir una desestabilización económica de ese país. También, la oficina del senador norteamericano Patrick Leahy anunció el bloqueo de 55,2 millones de dólares destinados a las Fuerzas Armadas colombianas.

3. Se supo que el senador Petro había preparado sigilosamente su show mediático, de manera que tomó de sorpresa a los congresistas de la coalición gobernante, quienes, optimistas, habían subestimado el anunciado discurso del representante del Polo Democrático Alternativo, al punto de que no llegaron a esbozar ninguna estrategia de defensa.

También se supo que la preparación de la denuncia del Polo Democrático Alternativo había dado énfasis al frente externo, especialmente, los Estados Unidos. Desde la victoria demócrata en las recientes elecciones legislativas norteamericanas, los senadores Gustavo Petro y Jorge Robledo, y representantes de centrales obreras como la CUT, tuvieron numerosas audiencias con figuras importantes de Washington.

4. A comienzos de mayo, Uribe viajará a Washington para mantener conversaciones sobre el TLC. Es de fundamental importancia que los escándalos "parapolíticos" sean aclarados enteramente, sin eufemismos, de acuerdo con la ley y con la moral. En ese sentido, el presidente colombiano, durante esa importante visita, tendrá una oportunidad inmejorable para hacerlo.

5. No obstante, lo que parece estar en juego, más que la supervivencia política de un presidente o de un gobierno, es el futuro de importantes sectores de centro y de derecha de Colombia que no se dejaron doblegar por la violencia narcoguerrillera que los agredió implacablemente durante décadas, y que apoyaron al actual gobierno con la esperanza de asegurar la libertad y la prosperidad de Colombia.

En ese sentido, declaraciones de figuras de izquierda más exaltadas confirman la hipótesis de que el blanco preferidoes el propio pueblo colombiano, en relación al cual se percibe un deseo de revancha, precisamente porque resistió heroicamente a la violencia y a la narcoguerrilla.


26 de abril de 2007



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