Alianza Chávez -Ahmadinejad: "eje del mal" y "eje auxiliar"

Por Gonzalo Guimaraens


Las previsiones del profesor Constantine Menges sobre la articulación de Venezuela e Irán como un "eje del mal" para dominar a América Latina, cobran notable actualidad; y deben ser complementadas con el surgimiento de un "eje auxiliar" de gobernantes de izquierda, "moderados útiles" cuyo papel es tranquilizar y adormecer reacciones, pavimentando el terreno para el avance del "eje del mal"

1. El presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad el mismo día de su llegada a Caracas, el 13 de enero pp., anunció junto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, la creación de un "fondo estratégico pesado" venezolano-iraní de 2 mil millones de dólares para usar como un "mecanismo de liberación" continental de ayuda a gobiernos izquierdistas que deseen "liberarse del yugo imperialista" (cf. Granma, La Habana, Enero 16, 2007). Ahmadinejad viajó posteriormente a Quito y a Managua para asistir a la toma de posesión de los presidentes Correa y Ortega, prometiendo a ambos una vasta ayuda financiera a cambio de un alineamiento con la alianza Venezuela-Irán.

2. El reciente viaje del presidente iraní y los acuerdos firmados con el presidente venezolano ponen en foco las previsiones realizadas en 2002 por el profesor Constantine Menges, investigador del Hudson Institute y profesor de la George Washington University, sobre la constitución de un "eje del mal" latinoamericano con la participación activa de Venezuela y Cuba, y con el apoyo de Irán, para dominar América Latina y separarla de los Estados Unidos. Las izquierdas radicales, que antes apelaban al secuestro y a los asaltos a mano armada para financiar la revolución, hoy cuentan con recursos casi infinitamente superiores, provenientes del petróleo venezolano-iraní.

3. Las previsiones de Menges, fallecido en julio de 2004, deben ser hoy complementadas con el surgimiento de un "eje auxiliar" de gobernantes de izquierda que asumen el papel de "moderados útiles" para adormecer las sanas reacciones y pavimentar el terreno al "eje del mal". Entre los principales exponentes continentales de ese nuevo "eje auxiliar" se cuentan los presidentes Lula, de Brasil, y Kirchner, de Argentina.

4. Con los acuerdos firmados entre el presidente Chávez y el presidente Ahmadinejad, América Latina podrá transformarse, en el corto o mediano plazo, en un nuevo campo de batalla político, financiero y, quién sabe, militar de los conflictos del Oriente Medio.

5. Todo lo anterior debe verse en un cuadro de desgaste del tejido políticosocial en varios países latinoamericanos, desde la "libanización" de Bolivia, pasando por la asfixia de las clases productivas rurales argentinas, hasta el creciente control territorial ejercido por clanes de narcotraficantes en sectores suburbanos de las ciudades de Rio de Janeiro y São Paulo, con desdoblamientos en la "triple frontera" entre Brasil, Argentina y Paraguay, así como en la frontera entre Brasil y Colombia.

6. Lo anterior no debería ser motivo de desánimo, sino un incentivo para la acción doctrinal y publicitaria. Es verdad que los sectores conservadores, de centro y de derecha de las Américas no cuentan ni de lejos con los recursos de la alianza musulmano-izquierdista arriba referida. Pero tienen un capital bajo muchos puntos de vista más valioso, que es el vasto público latinoamericano, mayoritario en todos los paíes del continente, que no comparte las ideas de izquierda y que está dispuesto a apoyar a líderes responsables y honestos que interpreten sus justos anhelos. Es lo que mostró una reciente pesquisa de Latinobarómetro, cuyos resultados se transcribieron en anterior edición de Destaque Internacional.


Gonzalo Guimaraens es analista político. E-mail: cubdest@cubdest.org

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