Balotaje: Ecuador enfrenta intervencionismo chavista Por Gonzalo Guimaraens Los ecuatorianos, así como lo hicieran mexicanos, peruanos y colombianos, tienen la oportunidad de dar a las Américas un ejemplo de lucidez, en esta coyuntura histórica decisiva, haciendo oídos sordos a los cantos de sirena del candidato chavista, revestido con ropajes cristianos, así como rechazar con su voto el intervencionismo del presidente venezolano en los asuntos internos de Ecuador En Ecuador, el próximo 26 de noviembre se realizará el balotaje de las elecciones presidenciales. En el primer turno, contrariando las pesquisas electorales de institutos como Cedatos Gallup, el candidato centrista Alvaro Noboa obtuvo un 27%, contra un 23% del candidato "chavista", Rafael Correa. Los observadores nacionales e internacionales son prácticamente unánimes en reconocer que ese apoyo ostensivo del presidente venezolano a Correa, con intervenciones flagrantes en los asuntos internos de dicho país, fue decisivo para su derrota. Algo similar ya había ocurrido este año en Perú, el 4 de junio pp., con la derrota de Ollanta Humana y un mes despés, el 2 de julio pp., en México con el malogrado candidato Andrés López Obrador. A ello debe sumarse la reelección de Alvaro Uribe, en Colombia, que se había producido el 28 de mayo pp. Ahora, a pocos días del balotaje, hablando en Caracas en un congreso de profesionales, Chávez interfirió nuevamente en el proceso electoral ecuatoriano, provocando la enérgica reacción del presidente de ese país, Alfredo Palacios, quien calificó de "inaceptable" la actitud del presidente venezolano. Por su parte, el canciller ecuatoriano, Francisco Carrión, convocó al embajador venezolano en Quito para recordarle que Ecuador es un país soberano. El candidato "chavista" Rafael Correa quedó en aprietos e, interrogado por la prensa, alegó ambiguamente que no conocía "con precisión" esta última intervención de Chávez. Ahora, Correa está aprovechando los últimos días que faltan para el balotaje, para tratar de engañar al electorado siguiendo el ejemplo de candidatos de izquierda victoriosos en recientes pleitos presidenciales, que pasaron a mostrarse como cristianos fervorosos, contrarios al aborto, e invocando a toda hora el nombre de Dios. Con ese tipo de maquillaje cristiano, el sandinista Daniel Ortega ganó las elecciones presidenciales nicaragüenses; Luis Inácio Lula da Silva obtuvo la reelección en Brasil, usando y abusando de un estilo neopopulista, al tiempo que trató de borrar de la memoria colectiva sus tiempos de sindicalista revolucionario y de fundador, junto con Fidel Castro, del Foro de São Paulo (FSP). Por fin, en los Estados Unidos, en las recientes elecciones legislativas, buena parte de los nuevos legisladores demócratas consiguió elegirse revistiéndose con banderas conservadoras que los republicanos, en misterioso proceso de autodemolición política, dejaron caer al piso. Los ecuatorianos, así como lo hicieran mexicanos, peruanos y colombianos, tienen la oportunidad de dar a las Américas un ejemplo de lucidez, en esta coyuntura histórica decisiva, haciendo oídos sordos a los cantos de sirena del candidato chavista, revestido con ropajes cristianos, así como rechazar con su voto el intervencionismo del presidente venezolano en los asuntos internos de Ecuador.
|