Foro Social Mundial (FSM) de Caracas: "tomografía" de las izquierdas

En los "cerros" que rodean a Caracas se estaría gestando un tipo de des-organización social con características anárquicas y autogestionarias, casi se diría de pequeñas tribus urbanas, que es visto con simpatía y esperanza por líderes revolucionarios de varios países

por Gonzalo Guimaraens


1. Introducción: Un papel similar a la Revolución Francesa

"Tomografía"

El Foro Social Mundial 2006 de Caracas (FSM 2006), efectuado del 24 al 29 de enero pp., equivalió a una "tomografía" actualizada de las izquierdas en América Latina, permitiendo verificar el funcionamiento de sus órganos vitales, determinar objetivamente sus perspectivas de crecimiento y constatar sus problemas de salud, que sí los tiene y que ha intentado disimular detrás de recientes avances electorales.


Cifras

El FSM 2006 contó con la participación de 80 mil inscritos representando a 2.500 organizaciones no gubernamentales (ONGs). Se efectuaron 2 mil conferencias y exposiciones en torno de temas como las "luchas por la emancipación social", los tipos de "resistencias" ante las llamadas "estrategias imperialistas" y las "dinámicas y alternativas" revolucionarias, eufemísticamente denominadas "democratizadoras". Las delegaciones más numerosas fueron las de Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador y Cuba. 5 mil periodistas del mundo entero cubrieron el evento, financiado directa o indirectamente por el gobierno venezolano y por diversas ONGs internacionales, entre las cuales, la católica Misereor.

Inauguración extraoficial: "cambiar el curso de la Historia" según se comentó entre los participantes del FSM de Caracas, la inauguración extraoficial del evento ocurrió dos días antes, en La Paz, el domingo 22 de enero, con la toma de posesión del nuevo presidente de Bolivia, Evo Morales, una figura representativa del FSM. En su discurso inaugural, Morales anunció que usaría su investidura para contribuir a "cambiar el curso de la Historia" latinoamericana; y sus seguidores aseveran que las bases concretas para un "nuevo socialismo" en la región estarían en las antiguas comunidades indígenas aymaras. En el FSM también se destacó el "significado político" de la asunción de Morales, que encarnaría "a la perfección" el "proceso continuo" del FSM, que iría produciendo resultados políticos concretos, sin restringirse a las deliberaciones.

Chávez: papel similar al de la Revolución Francesa

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, él también, al igual que Evo Morales, un miembro destacado del FSM, aprovechó dos encuentros multitudinarios con representantes de ONGs de las Américas para vanagloriarse de los cambios políticos izquierdizantes en el continente en los últimos 5 años, destacando el liderazgo de Cuba comunista y de Venezuela chavista, mostrando el "hilo conductor" que uniría a las "experiencias" de izquierda "a lo largo de la historia" y manifestando su deseo de que los cambios en curso impacten al mundo entero, "así como la Revolución Francesa lo hizo en el pasado".

Respetar velocidades diferentes, para evitar descarrilamientos

Con una comprensión de la complejidad de los procesos políticos en diversos países de la región, que no puede ser subestimada, el presidente venezolano sugirió a los militantes de las ONGs respetar las velocidades revolucionarias diferentes en cada uno de los países del continente hoy gobernados por figuras de izquierda. Con ello, pareció aludir a descarrilamientos de regímenes socialistas latinoamericanos que en el siglo XX, al imponer velocidades excesivas en la ruta hacia el socialismo, lo que consiguieron fue colocar en contra de sí a importantes sectores de opinión adormecidos o indiferentes, provocando así sus propias caídas.


"Compañero Lula"

En ese sentido, después de calificar al presidente Lula de "compañero" y de afirmar con énfasis que "es necesario trabajar con Lula y apoyar a Lula", dijo que así como "no se puede pedir a Chávez que haga lo mismo que Fidel Castro", tampoco "se puede pedir a Lula que haga lo mismo que Chávez", como "no se puede pedir a Evo Morales que haga lo mismo que Lula o que Chávez", destacando que son "procesos" diferentes, "cada uno de los cuales con sus características propias". Con ello, pareció dar un recado a quienes en el FSM critican al presidente Lula por su aparente moderación, que en realidad no es sino una adecuación estratégica a las complejas realidades de su gigantesco país, el Brasil.


"Ventana histórica"

Por fin, Chávez se refirió también a la "ventana histórica" que se habría abierto en América Latina para las izquierdas con la elección de varios gobiernos de ese signo político. Pero, al mismo tiempo, advirtió que "no podemos perder tiempo", percibiendo tal vez que las victorias electorales alcanzadas por agrupaciones de izquierda corresponden a factores psicológicos y políticos complejos y sabiendo que no es verdad que las mayorías hayan adherido a las ideas socialistas revolucionarias.

Chávez no fue el único que mostró preocupación sobre el factor tiempo, un poco como un cirujano que aplica dosis considerables de anestesia en un paciente para efectuar una delicada operación en el cerebro, pero que sabe que los efectos de la anestesia son limitados. El uruguayo Roberto Savio, director de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS) y uno de los miembros más influyentes del comité internacional del FSM, advirtió que "la ventana que se está abriendo ahora para América Latina debe durar de 7 a 9 años", atribuyendo el hecho a movimientos pendulares cíclicos en la opinión pública, y reconoció que habiendo transcurrido los primeros años con esa "ventana" abierta, "hasta ahora no conseguimos construir alternativas concretas y planos de acción". Con ello, reconoció implícitamente que las izquierdas no son omnipotentes y que no todo corre sobre rieles para ellas.

2. En los "cerros" caraqueños, experimentos de des-organización social anárquica


Nuevos movimientos revolucionarios venezolanos

Los intentos de "construir alternativas concretas" revolucionarias no paran, y es de fundamental interés, para el observador político, analizarlos objetivamente. Es el caso, por ejemplo, de los nuevos movimientos sociales revolucionarios venezolanos, surgidos especialmente en los barrios pobres de los cerros que rodean a Caracas, con características al parecer originales, que sorprendieron a los participantes del FSM provenientes de otros países. Fue el caso del periodista uruguayo Raúl Zibechi, investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, editor de política internacional del semanario Brecha, del Uruguay y Premio Prensa Latina 2003, deCuba.


"Realidades subterráneas"

Según Zibechi esos nuevos movimientos parecen a primera vista "difusos, borrosos y de escasa visibilidad", si se los compara con la "confederación de nacionalidades indígenas" ecuatoriana, las "juntas vecinales" o los "cocaleros" bolivianos, los "piqueteros" argentinos, los "sin tierra" brasileños o los "zapatistas" mexicanos. Pero la "contundencia" de sus acciones, sus "realidades subterráneas", sus "espacios dispersos y escasamente o nada articulados", su aparente "falta de centralización" y de "verticalidad" serían características propias, inéditas, que los estarían convirtiendo en actores sociales que "verdaderamente están marcando los rumbos del proceso bolvariano" en Venezuela.


Des-organización social anárquica

A juzgar por la descripción del mencionado especialista uruguayo, estaríamos en presencia de un tipo de des-organización social con características anárquicas y autogestionarias, casi se diría de pequeñas tribus urbanas, en las cuales, según Zibechi, "todo lo institucionalizado se disolvió en el aire, parafraseando la célebre frase de Marx".

Michael Hardt: "barrios autogestionados" de Caracas

No es en vano que teóricos anarquistas internacionales como el norteamericano Michael Hardt -autor, junto con el italiano Toni Negri, del libro "Imperio", una de las obras de cabecera de los militantes del FSM- están siguiendo con interés el desarrollo de esos nuevos movimentos revolucionarios venezolanos, casi desconocidos del público.

Eso lo llevó a afirmar que, para lo que él denomina "imperialismo", "el gran peligro" en la Venezuela de hoy "no es Chávez sino los barrios autogestionados", porque "Chávez es algo que se conoce, un enemigo de los norteamericanos como Fidel, o los sandinistas, pero es una vieja imagen: son muy capaces de poder controlarlo". En cambio, "lo desconocido, el desarrollo autónomo de una sociedad en su base, es mucho más peligroso".

Como un "virus" incontrolable

Hardt añade: "Tal vez pueda explicarlo con una metáfora. Chávez es como un pugilista, con el que uno puede pelear, pegarse, recibir algún golpe. El desarrollo autónomo es más como un virus que pasa a través de todas las otras sociedades, incontrolable, no identificable. En la época de la globalización los grandes enemigos del poder son los virus que pasan a través de las fronteras. Por ello, son el verdadero peligro precisamente por ser incontrolables, y porque implican la creación de una nueva sociedad". A ese respecto, Hardt concluye: "Es un proceso muy interesante. Estoy muy curioso por lo que pasa en Venezuela. Yo tenía una impresión , no me gustaba el estilo de Chávez, autoritario, militar. Pero poco a poco estoy aprendiendo y me parece muy productivo todo lo que está pasando allí" .


Chávez y maoismo

Sobre los planos de Chávez, el periodista Richard Gott, quien como corresponsal del periódico británico "The Guardian" acompañó desde el comienzo el experimento de la "revolución bolivariana" y escribió una biografía del presidente venezolano, destacó que éste "tiene una justificada resistencia al sistema de democracia representativa fundamentada en el sistema tradicional de partidos" y que "ahora él está montando otro régimen, el de la democracia participativa". Gott resaltó que Chávez "se ha transformado en la figura principal de América Latina y es hoy el nuevo Fidel Castro". Y reveló la influencia recibida por Chávez, en las décadas de 1980 y 1990, del movimiento Causa Radical (Causa R), de ascendencia maoísta, especializado en el trabajo en los barrios populares de Caracas, que tuvo un papel fundamental en el llamado "caracazo" de 1989 y en el golpe del entonces coronel Chávez en 1992. Hoy, recuerda Gott, figuras importantes de la antigua Causa R ocupan cargos relevantes en el gobierno venezolano, como es el caso del canciller Alí Rodriguez.


"Horizontalización" del poder

La búsqueda de nuevas formas de organización revolucionaria de la sociedad, que "horizontalicen" el poder "vertical" del Estado y "democraticen" la "democracia representativa", para sustituirla por formas de democracia "directa", fue uno de los temas más abordados durante las 2 mil reuniones del FSM y también en las numerosas conversaciones y articulaciones al margen de las mismas. Es esa una de las razones por las cuales los experimentos sociales en los barrios marginales de Caracas llamaron tanto la atención.


Venezuela: "doble revolución"

No en vano, en los ambientes del FSM de Caracas se comentó que Venzuela está asistiendo hoy a una "doble revolución": una por arriba, con Chávez a la cabeza, y otra en los barrios bajos.


"Gobierno de la calle"

Como lo explica el profesor de Historia de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, Francisco Carlos Teixeira, uno de los participantes del FSM, se trata de la búsqueda de una "reinvención del concepto de ciudadanía". En ese sentido, añade Teixeira, en Venezuela se caminaría en la dirección de un "gobierno de la calle", de un "parlamento en la calle" y de una "democracia en la calle", y a través de los cuales se intentaría "transferir la mayor parte posible del poder para organizaciones populares, teniendo como objetivo evitar la acción desmovilizadora, e inclusive traidora, del aparato estatal, siempre conservador y paralizante". Ese poder popular pasaría fundamentalmente a los habitantes pobres de los "cerros" que cercan a Caracas y de los "ranchitos", como se denomina a los demás barrios marginales de dicha capital; y sería "ahí donde reside la originalidad y la fuerza de la revolución en curso en Venezuela". Se trata de un intento de profundización del "proceso revolucionario" venezolano, en la cual no sólo el gobierno de Chávez, sino también la Asamblea Nacional, estarían empeñados.


Ingredientes de la "olla" izquierdista latinoamericana

Teixeira constata que el experimento venezolano constituiría uno de los ingredientes novedosos dentro de la "olla" izquierdista del continente, que "tomó de sorpresa a buena parte de la izquierda clásica, todavía apegada a modelos de organización marxistas o socialdemócratas". Añade que los ingredientes de esa "olla" -en la cual se mezclan temas diferentes como etnia, ecología, género (libertad sexual), etc.- son algo "nuevo" que "brota" no sólo "en las periferias de Caracas" sino también, a su manera, en las de São Paulo, Buenos Aires y en el Altiplano andino. Y concluye diciendo que todo lo anterior constituiría un conjunto de señales del "retorno del socialismo" o, más precisamente, del "socialismo del siglo XXI" .


Ministro brasileño Dulci: "provocar tensión" y exacerbar "conflictos"

Fue sintomática la intervención, en el FSM de Caracas, del ministro secretario general de la Presidencia del Brasil, Luiz Dulci, sobre el papel de los "movimientos sociales" y ONGs para exacerbar los "conflictos" y así compensar los retrocesos a que los gobiernos de izquierda se ven obligados por razones estratégicas. Dulci dijo que los movimientos sociales "deben ir siempre más allá de los gobiernos" con la finalidad de "provocar tensión", porque a su modo de ver e, implícitamente, según el modo de ver del gobierno al que representó en el FSM, "es necesario terminar con esa idea neoliberal de que todo se hace por consenso". "Explicitar los conflictos es una manera de fortalecer la democracia", concluyó.

3. Indigenismo y "socialismo comunitario"

"Descolonización" de la democracia

En el mismo sentido de la "diversidad" de los ingredientes de la "olla" revolucionaria latinoamericana en la cual se cocinaría un mismo plato, el "socialismo del siglo XXI", fue destacado en numerosos debates del FSM el tema de las formas de organización indígenas y de las contribuciones que éstas podrían efectuar para la "descolonización" de la democracia y de la "relación con el Estado".

Una de las apologías más categóricas del indigenismo provino del dirigente ecuatoriano Humberto Cholango, de la Confederación de Pueblos de Nacionalidad Indígena Kichwa, quien después de afirmar que "la democracia precisa ser descolonizada", dijo que "la izquierda fracasó en el pasado porque no reconoció las identidades indígenas". "No somos simplemente un complemento del paisaje"; "queremos tener un papel político nacional e internacional"; "las políticas de Estado no pueden continuar siendo resultado de los intereses apenas de intelectuales, partidos"; "defendemos el socialismo comunitario o intercultural, que incorpora la experiencia de los pueblos originarios", fueron algunas de las afirmaciones de Cholango, quien destacó inclusive la supuesta "viabilidad de la adopción de sistemas económicos y productivos alternativos propios de las comunidades indígenas como la ‘minga’, trabajo comunal tradicional del pueblo Inca".


Rescatando el "tema ancestral místico"

También comparecieron al FSM los representantes bolivianos del Consejo Nacional de los Pueblos Marcas y Ayllus de la llamada región de Collasuyo, una de las cuatro partes del "Estado" inca en el período prehispánico. Se manifestaron alentados por la victoria presidencial del líder indigenista Evo Morales, así como por la composición de su gabinete integrado en su mayoría por indígenas, y por miembros del FSM, como su canciller David Choquehuanca, diplomado en la Escuela Nacional de Formación de Cuadros "Niceto Pérez", de Cuba. Los referidos indígenas bolivianos llegaron a cuestionar la actual "división política" de América Latina y reivindicaron la "restitución" de dichos territorios a las "autoridades originarias" indígenas. Entre los indígenas presentes en el FSM no faltó inclusive el llamado a recuperar el "tema ancestral místico", como fue el caso de la guatemalteca Juana Vázquez, de la entidad Corazón del Pueblo Maya, quien alegó que dicha "cosmovisión" indígena no es del pasado, como muchos podrán pensar, sino de entera "actualidad".


Indígenas: carne de cañón revolucionaria

Como ya fue dicho en anterior editorial de Destaque Internacional, la utilización de los indígenas latinoamericanos como carne de cañón es un viejo sueño de los revolucionarios latinoamericanos. Martha Harnecker -una intelectual chilena oriunda de la izquierda católica, residente en Cuba desde el comienzo de la revolución, asesora de Fidel Castro y de Hugo Chávez, y activa participante del FSM- ya lo reconoció hace más de una década en su libro "Estudiantes, cristianos e indígenas en la Revolución", cuando abrió los ojos de "las vanguardias latinoamericanas acerca de la importancia política que representan los grupos indígenas y minorías étnicas para las futuras revoluciones del continente" (Siglo XXI Editores, México, 1987). La Eco 92 Alternativa, efectuada en 1992 en Rio de Janeiro, selló un pacto rojo-indigenista-ecológico, que se revitalizó a partir del 2001 cuando se fundó en Porto Alegre el Foro Social Mundial.


4. Conclusión: crecimiento y fragilidad de las izquierdas

Evitar simplificaciones y apriorismos

El tema de la izquierdas latinoamericanas es complejo, y por ello deben ser evitados apriorismos y simplificaciones de análisis que no hacen sino mutilar la compleja realidad. Ésta no puede encasillarse en meros términos de éxito o de fracaso de las posiciones de izquierda, o de las del centro y la derecha, porque existen decisivas gamas intermediarias de situaciones que no pueden ser ignoradas y que pueden ser decisivas en uno u otro sentido.

En este editorial se expusieron sintéticamente algunos elementos de una "tomografía" que, como se dijo al principio, muestra de alguna manera el funcionamiento de los órganos vitales de las izquierdas, analiza objetivamente sus perspectivas de crecimiento y constata las fragilidades de su organismo, quedando claro que es posible resistir doctrinalmente y publicitariamente a su avance en América Latina.

Buena parte de la fuerza publicitaria de los movimientos revolucionarios latinoamericanos ha radicado en presentarse como espontáneos y sinceramente interesados en ayudar a los pobres, a los indígenas, a los campesinos y a los desposeídos. Mostrar sus reales metas comuno-anárquicas y los vasos comunicantes que los unen puede contribuir a neutralizar buena parte de esa fuerza político-publicitaria. El lector podrá efectuar su propio "laudo" y dar la última palabra.


Gonzalo Guimaraens es analista político y escribió este informe para la agencia Destaque Internacional. E-mail: cubdest@cubdest.org

Postdata:

Se recomienda especialmente la lectura de los Informes las 5 ediciones anteriores del Foro Social Mundial, cuatro de ellas en Porto Alegre, y una en Bombay, así como del 1er Foro Social Brasileño, que permitirán una profundización de los temas aquí abordados. Dichos textos, divididos en 7 e-Books, se ofrecen de manera gratuita. Basta solicitarlos a: cubdest@cubdest.org



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