Iberoamérica: el "mito" castrista trastabillaPor Gonzalo Guimaraens Hechos recientes indican que el régimen de Cuba comunista ya no parece contar más con la impunidad propagandística que hasta hoy lo protegía En las últimas semanas, el régimen de Cuba comunista, que durante décadas se vio favorecido por una aureola negra de intocabilidad y casi impunibilidad propagandística, ha sufrido serios reveses diplomáticos. Ese "mito" de carácter publicitario, que constituía uno de los soportes internos y externos del régimen comunista, hoy trastabilla y se bambolea. Los hechos recientes más sintomáticos, en ese sentido, son la ruptura de relaciones de Uruguay con Cuba; las declaraciones poco conocidas, pero medulares y de suma importancia, del presidente del Congreso peruano, doctor Carlos Ferrero; y el "tiro por la culata" de Castro con el intento de chantaje a México. El presidente del Uruguay, doctor Jorge Batlle, ante la escalada de ataques y agravios por parte del dictador Castro y de altos funcionarios del régimen, decidió por la ruptura de relaciones hasta tanto "se le franquee al pueblo cubano lo que hoy cualquier pueblo democrático tiene y que notoriamente alí no existe: libertad". En conferencia de prensa, el mandatario uruguayo, aunque mostrándose contrario al embargo norteamericano, dejó claro, con fina ironía, que Castro toma esas medidas como un pretexto para justificar su fracaso: "Nos parece paradójico que Cuba, que entiende que Estados Unidos es su gran enemigo, reclame permanentemente comerciar con ese gran enemigo, como si en el comercio con su gran enemigo estuviera la solución de sus problemas. (...) Por lo tanto, insisto, me parece paradójico que se vea tanto la salvación de Cuba, cuanto la causa de la mala situación de ésta, en la imposibilidad de comerciar con aquel que Cuba establece que es su adversario", concluyó. Por su parte, el presidente del Congreso del Perú, doctor Carlos Ferrero, en discurso ante el plenario de ese país, puso el dedo en la llaga: "Hay una especie de mito sobre Cuba. Se critica la falta de democracia en Angola o en el Asia, pero cada vez que se habla de Cuba nos ponemos, los latinoamericanos, de costado; y decimos: porque hay que tener en cuenta el bloqueo americano, pobrecito Castro, algún día se portará bien". "Esa actitud de mirar al costado lleva 50 años, ya es demasiado, es hora de que hablemos con claridad: Cuba no es un régimen democrático", añadió, concluyendo de manera irónica: "Todos los cubanos tienen trabajo, pero cada vez que pueden, salen corriendo de la isla". En México, según encuestas confiables, la mayoría de la opinión pública repudió el hecho de que el dictador Fidel Castro haya grabado sin autorización y dado a conocer una conversación privada con el presidente de ese país. Todo indica que fue un "tiro por la culata" diplomático de Castro. Otros ejemplos recientes de que el "mito" castrista trastabilla, podrían ser añadidos. Baste recordar que en el seno de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, reunida en Ginebra, de poco adelantaron las amenazas y chantajes castristas. La moción uruguaya pidiendo a la ONU el envío de un relator a Cuba para investigar las violaciones de derechos humanos -aún con las limitaciones que ya hemos tenido oportunidad de señalar- consiguió hacer salir del enigmático abstencionismo a varios importantes gobiernos latinoamericanos como México, Perú y Chile. Dicha moción fue aprobada con la mayoría absoluta de votos latinoamericanos. Y aisló merecidamente no sólo a Cuba comunista sino a la influyente cancillería brasileña, Itamaraty, que arcó con elevados costos políticos al permanecer en su posición abstencionista, propia de Pilatos. Especialmente en México, Chile, Perú, Argentina y Uruguay hubo saludables debates en torno de la votación de Ginebra, lo que llamó la atención de la opinión pública para el drama cubano. Las respectivas izquierdas locales jugaron todas sus cartas para persuadir a las autoridades que no votasen contra Cuba comunista. Pero no lo lograron. La campaña internacional promovida por el CubDest y otras agencias a través de la Internet, difundiendo un artículo del ex preso político cubano Armando Valladares en el que se denunciaba la actitud de las "cancillerías Pilatos" y se llamaba a reclamar ante éstas, tuvo la adhesión de millares y millares de iberoamericanos, notadamente, en países estratégicos como México, Brasil, Chile, Perú, Argentina, España, Venezuela y Uruguay. En fin, todo lo anterior contribuyó para que el "mito" de la impunibilidad de Castro haya sufrido un traspié que, esperamos, sea irreversible. Hemos constatado hechos francamente alentadores, que está a nuestro alcance incentivar y consolidar. En buena medida, obtener la libertad de Cuba y, con ello, contribuir al alejamiento del peligro comunista en países como Venezuela y Colombia, depende del entusiasmo, dedicación y empeño de todos y cada uno de los defensores de la causa de la libertad. FIN Gonzalo Guimaraens cubdest@cubdest.org
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