VACUNA CUBANA CONTRA LA MENNINGITIS: INEFICACIA COMPROBADA

por Gonzalo Guimaraens

Un estudio del conceptuado Centro de Vigilancia Epidemiológica (CVE) del Estado de São Paulo, Brasil, dado a conocer recientemente, recopila datos estadísticos demoledores acumulados durante los últimos años que muestran la ineficacia de la vacuna cubana contra la meningitis B en los niños menores de cuatro años, los más vulnerables a esa terrible enfermedad. Después de dar claras y minuciosas informaciones sobre testes efectuados en São Paulo, Rio de Janeiro, Santiago de Chile e Islandia, afirma: "Los estudios realizados con la administración de la vacuna cubana en los menores de cuatro años de edad -frecuentemente el grupo de mayor riesgo para contraer esa enfermedad- no presentaron evidencias significativas de protección. Por lo tanto, esa vacuna no debe ser recomendada como medida profiláctica de la enfermedad meningocócica del grupo B, para niños menores de cuatro años".

Sin embargo, fue esa misma vacuna que el ministro cubano de Salud Pública, Carlos Dotres, llegó a calificar como "la única eficaz en el mundo" contra ese mal; que el Dr. Carl Frasch, alto funcionario de la Agencia Federal de Alimentos y Medicinas (FDA) de los Estados Unidos consideró "beneficiosa" para su país; que directivos de la empresa farmacéutica internacional SmithKline Beecham pretenden producir en colaboración con el Instituto Finlay de Cuba; y que 110 congresistas norteamericanos, en carta a la Secretaria de Estado Madeleine Albright, calificaron como de alto interés humanitario para proteger a los niños norteamericanos... Sería interesante saber en qué informes se habrán basado estos personeros -además de la palabra del ministro comunista y la de los técnicos del Instituto Finlay, de La Habana- para elogiar una vacuna que resultó ser de ineficacia comprobada.

El mito publicitario sobre la vacuna cubana contra la meningitis B cobró impulso internacional en noviembre de 1988, en Atlanta, durante un congreso internacional de medicina. En las sesiones, causó impacto la presentación de un estudio efectuado por investigadores de la isla sobre los aparentemente excelentes resultados preventivos de dicha vacuna, desarrollada por el Centro Nacional de Biopreparados de Cuba. En Ciego de Avila, por ejemplo, de un total de 133.600 niños y jóvenes vacunados, según los investigadores cubanos se habría alcanzado una eficacia inmunológica de 100% en los menores de un año, de 99,9% en los niños de 1 a 5 años, etc. Creyendo a pies juntillas en esos alegados resultados, la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo, Brasil, y posteriormente el propio Ministerio de Salud de ese país, encomendaron a Cuba durante 1989 y 1990 más de 15 millones de dosis, en valores que sumaron centenas de millones de dólares.

El negocio para Cuba comunista fue redondo. Para muchos niños brasileños, lo que vino fue la decepción. Una década después de esa malograda experiencia, el Centro de Vigilancia Epidemiológica (CVE) del Estado de São Paulo ha dado a conocer este informe con resultados concluyentes. Más vale tarde que nunca, dice el refrán. "Brasil ya gastó 300 millones de dólares con una vacuna cubana que no presentó resultados", lamentó el Dr. Isaías Raw, director del conocido Instituto Butantan de São Paulo, especializado en biotecnología. El CVE ha presentado hechos y estadísticas que hablan por sí, y que contribuyen a desmitificar otro de los supuestos "logros" de la medicina cubana, tan alardeados por el régimen comunista y por sus seguidores en el mundo entero.


FIN


Gonzalo Guimaraens es analista político, experto en asuntos cubanos.
E-mail: GGuimaraens@altavista.net

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