Esta columna la escribí antes de la segunda Mesa Redonda en la televisión cubana sobre el tema. Como podrán apreciar los que hayan leído sobre esa segunda sesión la gente alrededor de Fidel interpreta el silencio de Washington como que ceden a que es verdad que Fidel no tiene cuentas fuera. De ahí la insistencia de reiterar el reto. Pero la realidd es otra. Cuba es propiedad de Fidel, tanto lo que hay en la Isla como los saldo que tiene fuera. Lamentablemente la administración de Bush no se dá cuenta de que su silencio ante las maniobras de lavado de dinero de Cuba está creando una sensación de impunidad que Fidel aprovecha.

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Fidel miente al retar a Forbes

por ERNESTO F. BETANCOURT


Posted on Sat, May. 27, 2006 - Miami Herald

La revista Forbes reportó que estimaba la fortuna personal de Fidel en $900 millones. Me imagino que mucha gente en Cuba debe haber hecho la comparación entre la miseria en que viven y la opulenta fortuna que se atribuye a Fidel. Eso parece ofendió a Fidel, quien convocó a una Mesa Redonda en la cual el presidente del Banco Central, Francisco Soberón, su cómplice en el manejo de las finanzas internacionales, y otros, juraron y perjuraron que Fidel es un hombre honesto incapaz de usar dinero del pueblo en beneficio propio. Fidel ofreció renunciar al cargo si el gobierno de EEUU podía citar una sola cuenta con un dólar a su nombre en un banco internacional.

Estoy seguro que ya Soberón se ha encargado de que no haya cuentas a nombre de Fidel. Los mecanismos de encubrimiento existentes ofrecen una explicación a dicha oferta. Por otra parte, el silencio inexplicable de la administración de Bush en revelar los detalles del escándalo de lavado de dinero de UBS por el monto de $3,900 millones ofrece seguridades a Fidel de que no sufrirá el engorro de revelaciones embarazosas.

En primer lugar, quiero aclarar que considero el método utilizado por Forbes totalmente inadecuado a la situación de Cuba. Fidel no es un hombre de negocios, sino un gobernante feudal. Por tanto, para evaluar su riqueza sería más apropiado tomar en cuenta la totalidad de la riqueza de Cuba, ya que Fidel es dueño y señor de vidas y haciendas en la isla. O sea, en mi opinión, la gente de Forbes se queda corta. Ni los critico ni cuestiono sus números. Hacen lo mejor posible con la información disponible.

En 1959, fui director del Fondo de Estabilización de la Moneda dentro del Banco Nacional. Era el primer año de la revolución en el poder. Fidel tenía el control de las cuentas que se abrieron, principalmente en Nueva York, para depositar los pagos al Movimiento 26 de Julio por impuestos de los azucareros. Celia Sánchez era quien manejaba esas cuentas entonces. Nunca rindieron cuentas al Banco Nacional por las mismas. Cuando vinimos en el viaje a los Estados Unidos en abril de 1959, Celia traía un cartucho con miles de dólares, que usaba para pagar gastos de la comitiva y para hacer compras. Hubo muchos comentarios sobre cómo usó ese dinero para pagar los vestidos que se compró en la lujosa tienda Garfinckels de Washington. Nada personal, saben. Todo en aras del servicio a la patria.

A Rufo López Fresquet, ministro de Hacienda, le molestaba que Fidel usaba unas chequeras que le había dado para hacer toda clase de pagos y él sólo se enteraba cuando al final del mes le llegaba el estado de cuenta del banco. Según comentaba el ministro, algunos de los cheques eran por cientos de miles de pesos y no había partidas en el presupuesto nacional para ellas. O sea, Fidel se cree que la nación es de su propiedad.

Muchos años después vinieron las revelaciones de Jesús Marzo Fernández. El fue secretario de la Comisión de Divisas del Grupo de Alimentación del Consejo de Ministros y desertó a mediados de los noventa. La información que trajo fue recogida en la edición de agosto de 1997 del Cuba Monthly Economic Report, que producía el Dr. Jorge Sanguinetty. Por primera vez se mencionaron las llamadas ''reservas del comandante'', que incluían las cuentas de cheques de Fidel así como las otras reservas de autos, camiones, casas, etc. que maneja Fidel sin darle cuentas a nadie. Para algo es el señor feudal. Las usa lo mismo para hacerle préstamos al propio gobierno cubano como para hacer regalos a sus secuaces, sobornar a gobernantes, pagar por actividades terroristas en cualquier lugar del mundo o hacer compras para su uso personal.

Finalmente, María Werlau, en un documento presentado en la XV Reunión de la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana, ofrece la recopilación más completa que conozco de información sobre lo que ella denomina Fidel Castro Inc.: A Global Conglomerate. Ella apunta la coincidencia de muchos desertores del régimen al describir los procedimientos para depositar en las cuentas internacionales de Fidel. También menciona una variedad de usos de las cuentas similar a la citada por Marzo Fernández.

Así, Fidel, que cuentas sí ha habido. Por favor, no mientas. Puede que ya no estén a tu nombre, pero tú eres el dueño. Como de todo, viejo. ¡Ah! Eso sí, si la gente de Bush va a responder a tu reto, no lo sé. Posiblemente sigan calladitos. Como hasta ahora.

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