Mirta Ojito y la experiencia cubana ERNESTO F. BETANCOURT El libro de Mirta Ojito, Finding Mañana, sobre el éxodo de Mariel, es una joya de la narrativa cubana contemporánea. Algunos la critican aduciendo que trata demasiado benévolamente a dos exiliados que tuvieron un rol importante en la gestación del evento. Ambos quedan como instrumentos de Fidel, igual que el tonto bien intencionado de Jimmy Carter. Personalmente, les hubiera dado un trato más crítico. Pero ésa es la parte de contexto histórico y todos lo vemos desde perspectivas distintas. Para mí, lo más importante del libro es la poderosa historia del conflicto personal de una niña leal a sus padres, y a los valores de su familia, ante la presión del sistema político-educacional para incorporarla al comunismo. Y el hecho de que triunfan los valores de la familia. El conflicto personal es fascinante. Es evidente que Mirta Ojito adora a sus padres. Su lealtad a ellos, y a los principios que le inculcaron en el hogar, se refleja en incidentes como cuando, en el quinto grado, la maestra pidió a los que creían en Dios que levantaran la mano. Sólo ella, y una compañera, lo hicieron. Después, pidió que indicaran si tenían familia en el exilio y si se comunicaban con ellos, a lo que ella asintió de nuevo. A pesar de ser una buena estudiante, esto selló su futuro. La vetaron como candidata a una beca a la escuela Lenin, esencial para triunfar en la Cuba de Castro. Su padre, a pesar de ser un modesto trabajador, entendía claramente lo que significa la libertad, no tan sólo para hablar y pensar, sino para vivir y ser uno dueño de su destino. Comprendía muy bien que era en los Estados Unidos donde él y sus hijas mejor podían lograrse a sí mismos. Y su hija Mirta, ganadora de un premio Pulitzer de periodismo, es ejemplo vivo de lo correcto de su juicio. Por años, con la ayuda de un hermano y dos hermanas que ya estaban en el exilio, el padre había hecho toda clase de gestiones para sacar a su familia de Cuba. Pero, hasta el 1980, todas las gestiones resultaron infructuosas. El incidente de la embajada de Perú, y la soberbia fanfarronada de Fidel para vengarse de los que repudiaban su régimen, le dieron la oportunidad para escapar del paraíso socialista por el éxodo de Mariel. En su libro, Mirta Ojito nos revela lo que es la ''doble moral'', esa conducta a la que se ven obligados a acudir los cubanos para sobrevivir el engendro represivo en que viven. Igualmente, conocemos lo falso de las llamadas oportunidades educacionales, las cuales están condicionadas a integrarse al régimen. Si no, está uno condenado al no futuro. También revela el funcionamiento del Expediente Acumulativo Escolar, espada de Damocles que amenaza el futuro de cada niño cubano en función de la conducta política de su familia. Todo dentro de la narrativa de la experiencia de una niña atrapada entre el cariño a la tierra que la vio nacer, la lealtad a los valores de su familia y el andamiaje totalitario para crear al llamado ''hombre nuevo''. No hay pretensiones propagandísticas ni ideológicas en este libro. Sólo un relato muy humano. El libro ofrece viñetas inéditas de la embajada de Perú y de la odisea que fue el éxodo de Mariel, incluyendo la inserción de locos y criminales para desacreditar a los que se iban. También incluye interesantes perfiles biográficos de algunos actores, desde el chofer del ómnibus que entró a los jardines de la embajada de Perú hasta el veterano de Vietnam que capitaneaba el barco Mañana, que los trajo a Cayo Hueso, sin dejar fuera al encargado de negocios peruano, criado en la Alemania nazi. Además, nos habla de las conductas deleznables en los actos de repudio y de las conductas decentes de vecinos que rehusaron repudiarlos al momento de partir. Todos hemos tenido amigos americanos, liberales o no, a quienes les ha atraído la figura de Fidel. ¿Cómo explicarles en pocas palabras la naturaleza monstruosa de su régimen? ¿Quién no vivió eso cuando lo de Elián? Ahora tenemos un medio eficaz de darles respuesta, y en excelente inglés: regalémosles el libro de Mirta Ojito.
El Nuevo Herald, Posted on Sat, May. 14, 2005
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