OTRO CUBANO QUE NACERÁ EN EL EXTRANJERO

por Elias Seife


"Oye, no vayas a meterle en la cabeza a tu hijo la ‘cosa esa’ de Cuba."


Uno de los pensamientos que me esta tocando frecuentemente en estos días es el de mi hijo primogénito que nacerá en los próximos 2 o 3 meses. Entre todas las felicitaciones, preocupaciones, y buenos deseos de mis amigos y familiares el comentario que me ha llamado mas la atención es el que ocurrió hace unos días. El comentario me lo pudiera haber hecho cualquier persona que conoce el tiempo que le dedico a estudiar, analizar, y actuar en el tema de Cuba.

En pocas palabras, “Me tocó una cuerda” cuando me dijeron: “Oye, no vayas a meterle en la cabeza a tu hijo la ‘cosa esa’ de Cuba.” Me puse a pensar, y veo que el tema de Cuba ya no sólo irrita a los Americanos sino hasta algunos Cubanos que pensarán que el tema de la liberación de Cuba es quizás anacrónico, cansón, e inoperante, en otras palabras “es una perdedera de tiempo”.

Nadie puede entender el interés que yo pueda tener..., y mucho menos mi hijo venidero, que será ciudadano americano por nacimiento al igual que yo, con respecto a la historia, cultura, e identidad Cubana.

Para mí es más fácil, yo he conocido personalmente la dignidad, el honor, y la dedicación de hombres y mujeres que luchan y han luchado por unos ideales, la lealtad, libertad individual, democracia y soberanía, por una forma de vida e identidad. Luchan por “esa cosa” que no se puede tocar; Solo se puede sentir. Es un sentimiento de tal magnitud que aún después de 47 años muchos no lo han podido hacer desaparecer. Para algunos, cuando aún hay señales visibles de acomodación, todavía existe el deseo de regresar a su país de origen, de hacerle justicia a los muertos que valientemente lucharon por su patria.

Hay algunos que se han sentido vencido por las traiciones de amigos y de gobiernos que dicen serlo. Por tantos años mirando proyectos diseñados para fracasar, entes poderosos promoviendo soluciones mediatizadas llenos de incompetencia y traición, cansados de la burla de los oportunistas, amigos falsos, y hasta de sus mismos familiares. Éstos, sintiéndose solos, pensando que están luchando en vano y por algo que quizás no existe, realmente han pensado en olvidarse de la lucha y dedicarse a vivir... Por su familia... Por su sanidad, pero éstos, los verdaderos patriotas, no pueden dormir por la noche, no pueden oír una noticia sobre la injusticia a su pueblo sin pensar que están traicionando a sus padres, a sus antepasados, y a sus amigos que murieron por los ideales que los unen. Ellos piensan que se están traicionando ellos mismos si dejan de luchar por Cuba. A éstos, mi honor y respeto. Éstos no se venden, y no claudican.

Dichoso mi hijo si logra entender el sentimiento de este Cubano que acabo de describir. Haré lo posible para que algún día él quiera decir que fue “otro cubano que nació en el extranjero”.


18 de febrero 2006


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