¡MILLONES DE MOMENTOS MEMORABLES! por Esteban Fernández ¿A usted no le pasa, si usted es cubano, que muchísimas boberías, cosas sin importancia, que usted hizo, o vio, o sintió, en Cuba, se han convertido en "históricas" con el pasar de los largos años en el destierro? No me pasaba por la cabeza, ni tenia la menor idea, de que cada paso que yo diera allí iba a convertirse en sagrado en mi mente. Por ejemplo, aquí vamos a restaurantes varias veces a la semana, no le damos la menor importancia a ir a comer fuera, sin embargo, jamás yo olvido un día que mi padre me llevó a La Habana a comerme tremendo sándwich (allí no había que decirle "cubano" como aquí ) en una cafetería muy famosa en aquella época llamada Los Parados. Que mi tío, Enrique Fernánde Roig, me montara en su Buick del año 56 durante una inundación en Güines ( para dar un recorrido por el pueblo) es un “hecho histórico” inolvidable. La picada de un mosquito en la Playa del Rosario, una caida montando patines, ver por primera vez La Familia Pilón en la televisión, un canario solitario cantando dentro de una jaula, y mi madre planchandome una camisa. Recuerdo que una mañana (10 de marzo del 52, yo tenia 7 años) mi padre me despertó y me dijo: “Nos vamos durante unos días fuera de Güines, nos vamos a la Playa Guanabo, Batista acaba de dar un golpe de estado”. Lo gracioso fue que para mí lo importante fue la primera parte (me alegró lo de irme para la playa) y no entendí muy bien lo del "golpe de estado" ni lo que representaba eso en un hogar hasta ese instante “Auténtico” como el mío. Un día “histórico” fue cuando en un episodio de ”Los Tres Villalobos” descubrí que “El Látigo Negro” era Rodolfo Villalobos con amnesia. De pronto abrieron “ La Dulcería Quintero” en mi pueblo y eso fue un acontecimiento inolvidable para mí. ¡Mi primer batido de fresa! Ir a una tienda en La Manzana de Gómez y comprarme un par de zapatos que esa misma noche los estrené dándole vueltas al parque de mi pueblo. Ese fue un día impresionante. ¿Cómo iba a imaginarme que al entrar una tarde en el cine Campoamor a ver la película “Y Dios creó a la mujer” con Brigitte Bardot vería a la primera mujer semidesnuda y que eso se convertiría en un hecho importantísimo en mi vida? Increíble que comerme un día una minuta de pescado en un lugar llamado La Pescadora (creo que el dueño se llamaba Nicomedes Granda) jamás lo podría borrar de mis recuerdos. Cierro los ojos y me parece estar de nuevo en el Instituto de Güines una noche: una velada artística donde cantaron Marta Pérez e Isidro de Cámara. Y ¿Como olvidar aquel instante, a las 12 de día, en que enciendo el televisor y veo "Patrulla de Caminos" con Broderick Crawford? Todos los 6 de eneros, Días de los Reyes Magos, han cobrado una fuerza enorme en mis recuerdos. En mi memoria están cada guante, cada revolver de fulminantes, cada bate, cada pantalón, cada camisa, cada regalo, y son apreciados, y añorados, en mi vida actual. Una visita relámpago a la Playa de Varadero, sus aguas cristalinas, y mi padre diciendo: “Tira una peseta al agua para que veas que la puedes ver de lejos” Y su risotada cuando yo le contesté: “Está bien, pero dame tú la peseta”. ¡Un instante eterno! Grabado en mi mente está mi llanto cuando me dieron la noticia de que nos mudaríamos al pueblo de San José de las Lajas. Un pueblo precioso pero que no era “mi pueblo”. Y de pronto, cuando menos lo esperaba, todo a mí alrededor se tiñó de sangre, gritos de "paredón", milicianos, chivatos, y llegó el momento más inolvidable e histórico de todos: Montarme en un avión de la Pan American, y después tener que conformarme con recordar un millón de “momentos históricos” aunque, quizás, no hayan sido verdaderamente históricos. Que sé yo, pero ¡para a mí lo fueron!.
|