Y ADEMAS ¡LOS CUBANOS SOMOS...! por Esteban Fernández Sí, somos la candela, los que inventamos el mantecado. Nosotros no nos morimos, nosotros “cantamos el manisero”. Somos “el pueblo elegido” por nosotros mismos. No venimos de una islita sino ¡de la Perla de las Antillas! Sabemos por donde le entra el agua al coco. Tenemos las respuestas antes que nos hagan las preguntas. Nosotros no nos enteramos, nosotros “¡sabíamos eso desde hace un siglo!”, nosotros no somos flacos, somos “un fideo”, no somos gordos “parecemos un elefante”. Nosotros no cerramos una puerta, nosotros la “trancamos”... Nosotros no solamente bailamos sino que después “¡nadie nos puede quitar lo bailao!”, nosotros llegamos como refugiados y terminamos ¡comprando el Refugio! A nosotros no se nos muere una cantante sino que ¡fallece una reina!, nosotros no nacemos en un pueblo, sino ¡en el mejor pueblo que tenía Cuba!. Nosotros odiamos el chisme, simplemente nos entretiene. Nosotros, todos, somos profetas, adivinos, sabios. No existe un solo hecho, ni una sola noticia, que nos coja sorprendidos a nosotros. Ya nosotros hemos celebrado mil veces la “muerte y la caída de Castro” en 40 años. Nosotros no dormimos como todo el mundo, nosotros “dormimos como un lirón”. No comemos como todo el mundo sino “¡comí como un animal!”. Nosotros no soñamos dormidos sino que “podemos soñar despiertos”. Nosotros no solamente descubrimos a la Caridad del Cobre sino que íntimamente podemos llamarla “Cachita”... Nosotros consideramos que todos los gobernantes del mundo, los managers de béisbol, los líderes militares del Pentágono, el Director de la “C.I.A.”, los ejecutivos de la NASA, debían llamarnos diariamente para indicarles los pasos a seguir. Nosotros no vamos al Paraíso, nosotros ¡ya vivimos en el Paraíso y lo perdimos!, nosotros no necesitamos Universidades para ser médicos y abogados, ni libros de historia para saber perfectamente “lo que pasó ahí” A nosotros nadie “nos coge de bobos”, ni “nos da gato por liebre”, nosotros “nos escapamos de Tamakún por debajo del turbante”. Y con nosotros nadie discuta ni discrepe porque siempre ¡tutaquivocao!...Vaya ¿a san tú de qué?. Nosotros nunca somos extranjeros, extranjeros son todos los que no son cubanos. Aquí, para nosotros, ¡hasta los americanos son extranjeros! Nosotros, para sobrevivir, podemos hasta “pintar Coca Colas en el aire”... Somos más “papistas” que el Papa, más protestantes que Lutero, más americanistas que los americanos. Somos internacionalistas, más “anti sandinistas” que los nicaragüenses, más “anti Hugo Chávez” que los venezolanos. Para nosotros “¿que hubo?” no es una pregunta sino un saludo, porque nosotros perfectamente sabemos siempre “lo que hubo y lo que va haber”. No necesitamos apellidos para brillar en el firmamento: Celia, Olga, Gloria, “Machito”, “Cachao”, Andy, Damaso, Benny. Y los que necesitan apellidos es porque no necesitan nombres: Canseco, Palmeiro, Prío, Tamargo, Montaner, Miñoso, Lecuona. Y, a veces, ni nombres ni apellidos: Chicharito, Trespatines, Gavilán, Chocolate, Sopeira, el Chino Wong, Mamacusa. Nosotros podemos dar una disculpa bilingüe: “I’m sorry CON excuseme”. Podemos mejorar la comida ajena : la paella, el arroz frito, los espaguetis. Podemos llamarle al Presidente de los Estados Unidos “Jorgito”, y a él y su padre “los Buches”... Nosotros no formamos un enredo, formamos “un arroz con mango”. Podemos “hasta mejorar” la obra la Dios: “Al tipo ese le falta un tornillo en el cerebro”, y de la mujer que está buenísima decimos : “Pa’mi que a Dios se le fue un poquito la mano haciéndola” .
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